Los empleados de la salud son hoy por hoy uno de los actores más importantes para enfrentar el covid-19, por lo que la cifra de profesionales trabajando en hospitales, clínicas y centros de salud es considerable, mientras el número de contagiados aumenta de forma exponencial en varios países del globo.
España, Italia, China y Francia han transparentado cifras de contagios en los trabajadores que sobrepasan las 1.000 personas, lo que pone en peligro la lucha contra la propagación de la pandemia, y que en gran parte se debe a la escasez de elementos de protección contra la enfermedad que tiene a cada país en medio de una crisis sanitaria.
Casos por país
Haciendo una comparación de las cifras de los profesionales de la salud contagiados entregadas más recientemente, España es el país que presenta la situación más complicada.
En el país ibérico se ha reportado hasta el momento 5.400 trabajadores sanitarios contagiados, lo que representa el 14% de los casos totales en ese país (39.673). A ello se suma el fallecimiento de una enfermera, según informó El Mundo el 24 de marzo pasado.
Por su parte, China registró 3.300 trabajadores del área de la salud con el virus (60% de estos infectados pertenecen a Wuhan, ciudad donde comenzó la enfermedad), lo que representa el 3,8% del total del país, según cifras entregadas por The New York Times. Asimismo, en el país asiático se han reportado cinco fallecimientos de profesionales en el área, reportó JAMA Network Open.
La cantidad de bajas que se registraron en Wuhan provocó que el Gobierno determinara llevar a la localidad 42.000 empleados de la salud. A diferencia de otras naciones, en China los profesionales no han sufrido mayoritariamente una falta de elementos de protección de cuerpo completo como anteojos protectores, cubiertas completas para la cabeza, máscaras de filtrado de partículas N95 y trajes estilo hazmat.
Otro de los países en los que el personal de salud se ha visto más afectado es Italia. La cifras entregadas al 18 de marzo pasado por el Gruppo Italiano por la Medicina Basata sulle Evidenze o GIMBE, hablan de 2.629 contagiados en el área de la salud, correspondiente al 8,3% de los casos totales (35.713).
Por otro lado, solamente en la ciudad de París, Francia, se han reportado 490 casos de trabajadores de la salud infectados, y al menos cinco de ellos han muerto hasta el 24 de marzo pasado.
5.400profesionales de la salud se han contagiado con covid-19 en España
En Sudamérica, la crisis sanitaria aún no ha llegado a generar una situación a gran escala como en países asiáticos o europeos, pero en Argentina -que hasta el viernes había reportado 745 contagiados y 19 fallecidos- ya lamentan la pérdida del primer médico. Un traumatólogo es la primera víctima fatal de la provincia de Río Negro, pero no murió debido a un contagio intrahospitalario de coronavirus, sino que se contagió en Europa, país donde estuvo hasta el pasado 13 de marzo.
En el caso chileno, y respecto a las cifras entregadas el viernes por el Minsal, se reportan 32 miembros del personal de salud contagiados, sin ninguna baja, mientras que el país registra 1.909 casos positivos de coronavirus. La situación preocupa porque incluso hay autoridades sanitarias contagiadas, como la seremi de Salud de La Araucanía, Katia Guzmán, y el director del Servicio de Salud de la Región de Ñuble, Ricardo Sánchez.
Asimismo, el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, denunció el robo de elementos de protección personal de los funcionarios de la salud y lamentó los hechos que son "perjudiciales" para los profesionales y para las personas que tienen que ser atendidas en los centros hospitalarios.
España: Una nación en crisis de personal y de elementos
Los 5.400 trabajadores sanitarios contagiados en España se deben, según el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, a la escasez de equipos de protección individual (EPI).
"Se están produciendo problemas de acceso al mercado de forma global, no hay disponibilidad global fácil y se está en vías de solucionarlo", explicó Simón, quien de todos modos no descarta que algunos de los empleados sanitarios pudieron contagiarse afuera de los centros de salud, lo que confirmaría, por otro lado, la elevada transmisibilidad del virus, reportó El Mundo.
Por lo mismo, pidió que hagan "esfuerzos" para "racionalizar el uso de servicios" y conseguir elementos de protección sanitarios, como guantes, mascarillas y otros equipos esenciales, para que no se vean afectadas también las personas que van a atenderse.
Yolanda, una enfermera española que conversó con The New York Times, ha trabajado durante 30 años en un hospital público en Madrid. Pero a principios de marzo, cuando el brote empeoró en España, la trasladaron a una sala de emergencias improvisada, donde tuvo que aprender nuevas habilidades en el trabajo mientras trabajaba sin un equipo de protección decente.
"Nos pusieron en primera línea no solo sin suficiente protección, sino también a veces con el estrés de un ambiente de trabajo muy diferente", expresó, y señaló que nunca antes había manejado pacientes intubados. Las enfermeras de su equipo trabajaban con máscaras faciales y batas, pero tuvieron que reutilizarlas debido a la escasez.
"Ponerse una máscara facial una y otra vez es tan inútil como pegarse un pedazo de papel en la cara", recalcó.
El domingo pasado, Yolanda dio positivo al test de covid-19, al igual que otros 30 colegas. "Hemos hecho nuestro mejor esfuerzo, pero algunos de nosotros lamentablemente nos convertimos en parte de la cadena de contaminación", dijo.
Antonio Antela, médico que coordina la unidad de enfermedades infecciosas en el hospital universitario de Santiago de Compostela, también se encuentra en cuarentena por dar positivo en el test. "La falta de protección está en todas partes, la improvisación parece estar muy extendida", indicó.
Italia: escasez de mascarillas
Los 2.629 trabajadores de la salud contagiados en Italia no viven una situación muy distinta a los médicos españoles en cuanto a falta de elementos de protección.
"La falta de protección está en todas partes, la improvisación parece estar muy extendida"
Antonio Antela, coordinador de la unidad de enfermedades infecciosas en el hospital universitario de Santiago de Compostela
"El problema en este momento es el suministro del equipo de protección", dijo a Al Jazeera el director de GIMBE, Nino Cartabellotta, experto en salud pública.
"El Gobierno debería haber pensado en esto hace algún tiempo. Es lógico que luego de la explosión mundial de la pandemia, los países productores de máscaras y otros dispositivos de protección ahora se los guarden para sí y dejen de exportar", agregó.
Respecto al número de profesionales que todavía está atendiendo, Cartabellota reveló una situación crítica: "Ya tenemos un número limitado de médicos y enfermeras. En circunstancias extremas, incluso podríamos pedirles que sigan trabajando a pesar de haber dado un resultado positivo para el coronavirus. Sin embargo, deberían estar equipados con dispositivos de protección para evitar la propagación del virus".
Debido a esto, el pasado lunes, el Gobierno de Italia presentó un decreto de emergencia en el cual asignó 3.500 millones de euros al sistema de salud que se encuentra en una situación crítica.
Mientras, las tasas de contagio siguen aumentando en el mundo entero. Escenario complejo si las personas que se esfuerzan para controlar la expansión del virus también aportan al listado de infectados.