Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de EE.UU., Donald Trump, acordaron este lunes en una conversación telefónica buscar vías de cooperación en la lucha contra el coronavirus. "Se abordaron las posibilidades para una cooperación más estrecha entre los dos países", informó el Kremlin en un comunicado.
Ambos mandatarios expresaron una "gran preocupación" por la magnitud de la propagación del covid-19 en el mundo y compartieron información sobre las medidas adoptadas en Rusia y EE.UU. para "contrarrestar esa amenaza".
Según el comunicado, ambos jefes de Estado evaluaron la posibilidad de
intensificar la interacción entre Moscú y Washington en la lucha contra la pandemia y abordaron "algunos temas de las relaciones bilaterales". Asimismo, comentaron las medidas implementadas por sus respectivos gobiernos para hacerle frente a la emergencia sanitaria.
Putin, cuyo país ya registra más de 1.800 casos y nueve muertos, apoyó este lunes la cuarentena obligatoria impuesta a los 20 millones de habitantes de Moscú y la región colindante.
La medida comenzó a regir este lunes 30 de marzo y se extenderá hasta el 12 de abril, por lo que todos los moscovitas, independientemente de su edad, tendrán que permanecer en casa y solo podrán abandonar sus hogares para atender necesidades esenciales. Además, deberán desplazarse por las calles y lugares públicos respetando la distancia de 1,5 metros entre personas, con excepción de los trayectos en taxi.
Durante la conversación, Putin y Trump también trataron
la delicada situación en el mercado mundial del petróleo, y se acordó que los ministros de Energía de ambos países mantendrían consultas al respecto.
El precio del petróleo está cayendo desde hace semanas a niveles de inicios de siglo debido a la fuerte reducción de la demanda y a la guerra de precios que mantienen Rusia y Arabia Saudita.
Putin y Trump abordaron también otros asuntos de la agenda bilateral y acordaron continuar con la comunicación en el futuro.
Estados Unidos es uno de los países más afectados por la pandemia. Según los últimos datos de la Universidad Hopkins, la nación norteamericana ya registra más de 144.000 casos de contagio y 2.571 muertes.