Elliott Abrams (en la foto) aseguró que EE.UU. está dispuesto a terminar con las sanciones económicas sobre Venezuela si la clase política sigue su propuesta.
EFE
Estados Unidos propuso este martes un nuevo plan para la "transición" a la democracia en Venezuela y la "retirada" de las sanciones económicas, a través de un "gobierno de transición" que incluya representantes del actual Presidente, Nicolás Maduro, y del líder opositor, Juan Guaidó, y la celebración de "elecciones libres y justas".
"Este plan propone que tanto Maduro, el antiguo presidente que se ha aferrado al poder, como Juan Guaidó, el presidente interino, se hagan a un lado de modo que miembros elegidos en la Asamblea Nacional de ambas partes puedan crear un Consejo de Estado que sirva como gobierno de transición, que organice elecciones presidenciales libres y justas", indicó Elliott Abrams, encargado del Departamento de Estado para Venezuela, en un artículo en el Wall Street Journal.
Abrams agregó que "si las condiciones necesarias se cumplen", el Gobierno del Presidente
Donald Trump está
"preparado para retirar las sanciones económicas" impuestas a Caracas.
"EE.UU. no respalda a ningún partido político en particular en Venezuela. Apoyamos un retorno a la democracia y creemos que todos los partidos, incluido el partido del régimen, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) debería poder competir en un campo de juego equilibrado en unas elecciones libres y justas", agregó el funcionario estadounidense.
De lograrse las "condiciones necesarias", Abrams mostró la disposición de Washington "a trabajar con todos los venezolanos y otras naciones y retirar las sanciones".
El anuncio de la Administración Trump se produce menos de una semana después de que su Departamento de Justicia anunciase
cargos contra Nicolás Maduro y otras 14 figuras del chavismo, así como contra dos disidentes de la antigua guerrilla de las FARC por narcotráfico, lavado de dinero y terrorismo.
En un intento de ahogar económicamente al Gobierno de Maduro, Estados Unidos sancionó hace más de un año a la petrolera estatal PDVSA, la principal fuente de divisas para Venezuela, y desde entonces ha presionado y amenazado con sanciones a países y compañías de todo el mundo para que pongan fin a sus negocios petroleros con Caracas.