El Gobierno italiano ha comenzado los preparativos de un plan de cinco puntos para reabrir el país, de manera gradual y controlada, cuando comience a disminuir la epidemia de coronavirus, ha explicado este domingo el ministro de Sanidad, Roberto Speranza.
Las autoridades médicas italianas llevan días constatando cierta estabilización en las cifras de afectados en todo el país - casi 125.000 contagios y 15.362 fallecidos -, y pretende reimpulsar lo antes posible la economía nacional.
Las líneas maestras de este plan consisten en mantener el actual distanciamiento social, un aumento de los tratamientos dentro de los hogares para rebajar la carga de los hospitales de los hospitales y el aumento exponencial de las pruebas a la población.
Este incremento de los tests debería revelar "cuántos italianos han sido infectados, si son inmunes y cómo son inmunes, cuántos y en qué áreas pueden regresar a una vida normal", según el ministro, en una entrevista a 'La Repubblica'.
El ministro también ha avanzado que los hospitales italianos abrirán secciones especializadas en el tratamiento de la enfermedad y ha anunciado el desarrollo de una aplicación de telefonía móvil para rastrear a los contagiados y proporcionarles ayuda remota.
El ministro, no obstante, ha llamado a la precaución. "No habrá un solo día en el que podamos decir 'todo ha terminado'", y ha reconocido que sería "una irresponsabilidad" por su parte prometer una fecha para volver a la normalidad.
"Hay que convivir con este virus", ha declarado el ministro, que ha recordado que la crisis solo terminará cuando los investigadores consigan desarrollar una vacuna contra la enfermedad.