El ministro de Salud de Brasil, Luiz Henrique Mandetta, admitió este jueves en una entrevista con la revista Veja que su salida del Gobierno está asegurada y dijo estar "cansado" de chocar con el Presidente Jair Bolsonaro en la gestión del combate al coronavirus.
Mandetta, médico de profesión y defensor de continuar con las medidas de aislamiento para contener la pandemia en el país, reconoció que no hay forma de que permanezca en el Ejecutivo tras "sesenta días en esa batalla", teniendo que "medir las palabras".
"¡Eso cansa!", afirmó el ministro.
Las discrepancias entre Mandetta y Bolsonaro se alargan desde hace semanas y han abierto una brecha en el seno del Gobierno sobre la estrategia para enfrentar el coronavirus, que deja en Brasil 1.764 muertos y 29.165 contagios, según el último balance de la Universidad Johns Hopkins.
"Uno habla hoy, la persona entiende, dice que está de acuerdo, después cambia de idea y dice todo lo contrario. Uno va, conversa, parece que está todo arreglado y, en seguida, el camarada cambia el discurso de nuevo. Ya basta, ¿no? Ya ayudamos bastante", añadió, en aparente alusión a Bolsonaro.
El ministro es partidario de mantener las restricciones de movilidad impuestas en la mayoría de los 27 estados del país, lo que ha sido duramente criticado por el Mandatario, más preocupado con las consecuencias económicas y el desempleo.
El gobernante ha desafiado las recomendaciones de las autoridades sanitarias nacionales e internacionales varias veces con paseos esporádicos por Brasilia, al mismo tiempo que ha menospreciado la gravedad de la crisis y ha calificado la enfermedad de "gripecita" y "resfriadito".
Mandetta, que en la víspera ya advirtió los periodistas que le estaban buscando un sustituto, dijo a Veja que "ayudarán" al posible futuro ministro porque su equipo tiene "un compromiso con el país".
"Aquí todos somos marineros antiguos, no hay principiantes. Nadie va a ir en contra", indicó.
En medio de esas tensiones políticas, el secretario de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud, Wanderson de Oliveira, presentó ayer su dimisión, pero Mandetta no la admitió.
"Estamos juntos y saldremos juntos", declaró ayer en rueda de prensa el ministro, cuya gestión es aprobada por el 75% de los brasileños, según encuestas.
No obstante, subrayó a Veja que
"en absoluto" se arrepiente de haber entrado en el Gobierno de Bolsonaro, cuyo mandato de cuatro años comenzó el 1 de enero de 2019.
El aún titular de la cartera de Salud reconoció que no sabe lo que hará después de salir del Gobierno, pero que no pretende retomar su carrera como parlamentario porque considera que haber pasado "ocho años" en el Congreso es "suficiente".