El Papa Francisco decidió posponer para agosto de 2023 la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que debía celebrarse en Lisboa en 2022, a causa la pandemia del coronavirus, informó este lunes el vocero de la Santa Sede, Matteo Bruni.
Asimismo, decidió retrasar un año, a junio de 2022, el Encuentro Mundial de las Familias, que iba a tener lugar en Roma en junio de 2021.
El Pontífice, de acuerdo con el Dicasterio para los Laicos, las Familias y la Vida, ha tomado esta decisión ante la pandemia y sus eventuales consecuencias en los traslados de jóvenes y familias de todo el mundo.
La celebración de la JMJ en Portugal se anunció en enero de 2019 en la clausura de este macroevento en Panamá, último país en acogerlo y al que acudió el Papa argentino.
El encargado de anunciarlo entonces fue el prefecto del mencionado dicasterio, Kevin Farrell, pero inmediatamente después el Papa publicó un mensaje en la red social Twitter en el que se leía "¡Nos vemos en Lisboa en 2022!".
Esta sería la segunda vez en la que Francisco acude a Portugal, después del viaje que realizó en mayo de 2017 para visitar el santuario de Fátima por el centenario de las apariciones.
El pasado 5 de abril, Domingo de Ramos y día de la JMJ a nivel diocesano, debía haberse celebrado el traspaso de la "cruz" de los jóvenes panameños a los de Lisboa pero el acto quedó pospuesto para el próximo 22 de noviembre por los mismos motivos.
El Papa lamentó esta situación tras el rezo del Ángelus dominical, sin fieles por las medidas de confinamiento en Italia, y exhortó a los jóvenes católicos de todo el mundo a "cultivar la esperanza, la generosidad y la solidaridad en este tiempo difícil".
La JMJ, instituida por Juan Pablo II en 1985, es uno de los grandes eventos de la Iglesia, con el que se da protagonismo a los jóvenes congregándoles cada año a nivel diocesano o cada dos o tres años con peregrinaciones internacionales a un país.
El Encuentro Mundial de la Familia fue también impulsado por el Papa Wojtyla en 1994 y la anterior edición, la novena, tuvo lugar en agosto de 2018 en Dublín y contó con la presencia de Francisco.