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El brusco cambio de Singapur: De "país modelo" a casi triplicar los contagios de coronavirus

A tres meses de registrarse su primer caso, en los últimos siete días la nación asiática ha sufrido una segunda oleada de infecciones, en gran parte, debido a un brote en unas residencias que albergan a migrantes de toda Asia.

21 de Abril de 2020 | 16:40 | Redactado por Pía Larrondo, Emol
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Singapur.

EFE
Singapur había sido los últimos meses un país que era destacado en todo el mundo por su fórmula de rastreo de los casos de coronavirus y sus bajas cifras de fallecidos, pero a comienzos de abril algo cambió y la estrategia hermética de la nación asiática y la disciplina de la sociedad singapurense no logró contener una segunda oleada de casos que llegó con fuerza cuando se disponían a aflojar las restricciones.

Hasta este martes, Singapur reporta 9.125 casos confirmados de covid-19 y solo 11 fallecidos, según cifras de la Universidad Johns Hopkins. Y a pesar de que los números son relativamente "normales" o mejores en comparación a otras naciones, los últimos siete días el país pasó de tener 3.280 casos a sumar otros 5.845 más, lo que representa un 64% de los casos totales al día de hoy, calculó Emol.

Un "país modelo"

El 23 de enero pasado, Singapur - donde habitan 5,6 millones de personas- se convirtió en uno de los primeros países en que se registró un caso de coronavirus fuera de China. Desde ahí, incluso días antes, la nación llevó a cabo una estrategia implacable contra la expansión del covid-19 que consistía en un sofisticado y extenso programa de identificación, trazado y aislamiento de individuos sospechosos y sus contactos cercanos.

El sistema constaba de un rastreo mediante la combinación de imágenes de cámaras de seguridad, investigación policial e interrogatorios a los pacientes positivos, reportó BBC Mundo. Cuando un paciente era identificado con coronavirus, personal del Ministerio de Salud le interrogaba sobre las personas con las que había tenido contacto los últimos 7 días y, tras eso, se llamaba a los casos sospechosos uno por uno y se les ordenaba quedarse en casa y comenzar una cuarentena.

Luego de esto, los funcionarios visitaban el hogar del sospechoso con batas y mascarillas y le hacían firmar un contrato donde se comprometía a respetar la cuarentena, en caso contrario recibiría una sanción de multa o cárcel.

"Un promedio de 30 a 50 agentes están trabajando todos los días en rastreo de contactos y la cifra algunas veces se eleva hasta más de 100 agentes", detalló el organismo estatal.

Producto de la estrategia, hasta el pasado 16 de marzo - a casi dos meses de la llegada del virus al país- Singapur solo reportaba 243 casos y ninguna muerte.

El sistema fue elogiado por epidemiólogos de la Universidad de Harvard, que lo calificaron como un "modelo de referencia de detección casi perfecta". E incluso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) felicitó a Singapur por su proactivo actuar y lo consideró un "país modelo".

La disciplina de su población

Adicionalmente al método utilizado por el país, la disciplina de su ciudadanía fue fundamental para el inicial éxito de su fórmula.

Los singapurenses son conocidos internacionalmente por ser personas obedientes que siguen al pie de la letra las leyes.

64%de los casos totales en Singapur se descubrieron los últimos 7 días
De hecho, el Acta de Enfermedades Infecciosas de Singapur describe como "ilegal" que alguien se rehúse a cooperar con la policía en sus esfuerzos de recopilar información respecto a posibles contagios. La sanción a la que se arriesga puede ser una multa de US$6.900, cárcel por seis meses o ambas.

Segunda oleada de contagios

"Cuando alcancemos una etapa en la que las cifras son tan altas que abrumen completamente nuestra capacidad de internar las fuentes (de infección) y contener los brotes donde surjan, tal vez ese sería el momento en que tendríamos que pensar en cambiar nuestra estrategia", declaró Kenneth Mak, subdirector de los servicios médicos de Singapur, el pasado 23 de marzo, cuando el país aún se encontraba dentro de los mejores evaluados del mundo en cuanto al enfrentamiento a la pandemia.

Pero cuando en abril cambió el panorama y el alza de casos fue rápida y exponencial, el Primer Ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, impuso finalmente medidas de confinamiento.

En su discurso del 3 de abril, Lee expresó la necesidad de tomar medidas "decisivas" para contener el incremento en el número de casos. "Si no salimos, si evitamos el contacto con otras personas, el virus no podrá expandirse. Es tan simple como eso", aconsejó.

A partir de ese momento una nueva ley prohibió las reuniones sociales en espacios públicos, cerró los colegios y también prohibió los encuentros privados entre personas que no viven en el mismo hogar. Quienes incumplan la normativa se arriesgan a multas que ascienden los US$7.000 e incluso penas de cárcel que van desde los seis meses a un año.

Pero al día de hoy, cuando los casos sobrepasaron los 9.000, las proyecciones son distintas. "La tendencia es ahora realmente preocupante", reconoció este martes el ministro de Salud de la ciudad-estado, Gan Kim Yong, citado por El Español. Hasta hace un par de semanas se creía que el país asiático ya tenía "controlado" el coronavirus y se encontraba en vías de erradicarlo.

Es por eso que el Gobierno anunció que el confinamiento se extenderá al menos hasta el 1 de junio, expuso AFP.

Esta "segunda oleada de casos", se debe en gran parte a un brote en los alojamientos de trabajadores migrantes, donde se realizó un muestreo de test masivos el día de ayer. De hecho, del total de 1.111 casos nuevos que se registraron este martes, solo 20 no provienen de estas residencias que albergan a ciudadanos de toda Asia que trabajan principalmente en la construcción, y que provienen de países como Bangladesh, Indonesia, Myanmar y Pakistán, detalló Europa Press.

Singapur alberga cerca de 1,4 millones de trabajadores extranjeros, y unos 200.000 viven en este tipo de residencias hacinados. Lee dijo que ante esta emergencia en las residencias, el Gobierno estaba preparando más instalaciones de atención médica y aislamiento para manejar una mayor cantidad de infecciones. Y también prometió cuidar el bienestar de los trabajadores.

Tras esto, Singapur actualmente tiene el mayor número de casos de covid-19 que se ha registrado en el sudeste asiático, pero a pesar de su alto número de contagios, solo reporta 11 muertes, entre las más bajas de la región.
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