El martes Reino Unido alcanzó cifras que quizás muchas de sus autoridades no esperaban. El país sobrepasó a Italia en número de muertes por coronavirus y se alzó como la primera nación europea con más decesos y la segunda en el mundo, solo detrás de Estados Unidos.
A un mes y medio de que el Gobierno británico por fin decidiera tomar medidas para enfrentar al coronavirus, mientras Italia y España estaban viviendo semanas críticas con miles de contagiados nuevos al día, centenares de fallecidos y hospitales colapsados, hoy Reino Unido está comenzando a ver las consecuencias que dejó el retraso de las decisiones tomadas por las autoridades.
Hasta este miércoles la Universidad Johns Hopkins reporta 196.244 contagiados por el virus en Reino Unido y 29.501 decesos. Según cálculos de Emol, la tasa de letalidad del país frente a la pandemia se encuentra entre las más altas del mundo, llegando hoy al 15%, por detrás de Bélgica –la nación con la mayor tasa de letalidad en el globo- que tiene 16,4% y por delante de Francia, que registra una tasa del 14,9%.
Los primeros errores: decisiones tardías
A pesar de que el país tuvo la ventaja de detectar a tiempo sus dos primeros casos de covid-19 el 31 de enero pasado, el Gobierno durante más de un mes y medio no tomó medidas para enfrentar el coronavirus.
Según publicó BBC Mundo, el Primer Ministro, Boris Johnson, no asistió a las primeras cinco reuniones de emergencia para discutir la estrategia a seguir y cuando se decidió a estar presente, el país ya registraba decenas de casos confirmados.
El 21 de febrero, cuando el virus ya había cobrado miles de vidas en China y comenzaba a propagarse a gran velocidad en Italia, el Gobierno británico decidió mantener el nivel de amenaza como "moderado", expuso Jeremy Farrar, asesor del Gobierno y especialista en enfermedades infecciosas.
"Creo que habrá tiempo para reflexionar sobre qué decisiones se adoptaron y si podríamos haber tomado otras diferentes"
Primer Ministro británico, Boris Johnson
"Boris Johnson no presidió ningún mitin. Le gusta irse a pasar días al campo. No trabaja los fines de semana. Es como trabajar para un jefe al viejo estilo, en un Gobierno local hace veinte años. Teníamos realmente la sensación de que no hizo ninguna planificación urgente para la crisis", relató una fuente anónima de Downing Street a El Periódico de España.
De hecho, las medidas de cierre y de confinamiento no se impusieron hasta el 23 de marzo, ya que Downing Street se había apegado a la estrategia de la "inmunidad colectiva", esperando así que la mayor cantidad de habitantes se contagiara para lograr llegar a la inmunidad total del virus.
Pero, al convencerse de que esta no era la mejor estrategia, tras una seguidilla de críticas de los expertos, el Gobierno se retractó y comenzó a tomar ese mismo 23 de marzo cartas en el asunto, cuando ya 6.700 británicos se habían contagiado. Para muchos expertos, ese día ya era demasiado tarde.
Para hacer una comparación, en Chile desde el 17 de marzo pasado el Gobierno ya había tomado medidas contra la pandemia, como el cierre total de fronteras, la imposición de cordones sanitarios y la suspensión total de las clases de forma presencial. En ese entonces nuestro país registraba solo 201 casos y ningún fallecido a nivel nacional. Y a la altura que alcanzó los 6.900 casos – como Reino Unido cuando tomó las primeras medidas-, ya era 11 de abril y llevaba más de dos semanas y media con las cuarentenas comunales y tres semanas con toque de queda nocturno.
Solo cuatro días después de que el Gobierno británico tomara medidas, se confirmó públicamente que el Premier tenía coronavirus, por lo que debió permanecer varios días internado al presentar complicaciones en su salud. Tras superarlo, el Mandatario volvió a asumir el liderazgo de la crisis sanitaria recién la semana pasada.
Medidas poco estrictas
A parte de la llegada "tardía" de las medidas impuestas por Downing Street, muchos de los opositores han reclamado que estas nunca fueron lo suficientemente "sólidas" para lograr contener el avance del virus en el país de 66,65 millones de habitantes.
A partir del 23 de marzo el Gobierno le recomendó a los ciudadanos del Reino Unido no realizar viajes al extranjero, a no ser que fueran viajes esenciales, y también prohibió los traslados no esenciales como las "visitas a segundas residencias, campings, parques o similares, ya sea para fines de aislamiento o vacaciones", señala la guía gubernamental. Además, ordenaron a las personas "permanecer en su residencia principal".
Asimismo, según información detallada por Business Insider, las autoridades permitieron que las personas pudieran salir de casa solo para comprar alimentos, remedios y para asistir a una visita médica, sin un tope de veces. También les permitieron hacer ejercicio al aire libre una vez al día y asistir a sus lugares de trabajo siempre y cuando no pudieran teletrabajar.
Por otro lado, cerraron todos los comercios no esenciales, los parques y los gimnasios, y se prohibió la realización de reuniones públicas de más de dos personas. El Gobierno aprobó una ley de coronavirus que permitía que los policías dispersaran reuniones e impusieran multas de 60 libras a cualquiera que se negara a cumplirlas. También decretaron multas de entre 120 y 1.000 libras para quienes reincidieran en este tipo de prácticas.
15% es la tasa de letalidad del coronavirus en Reino Unido
Falta de test y demografía
Adicionalmente a las medidas más permisivas tomadas por el Gobierno británico frente al coronavirus -a diferencia de las cuarentenas estrictas por las que optó Italia o España- otro de los grandes problemas a los que se ha enfrentado la nación es su demografía y la falta de test de covid-19.
Hasta el 5 de mayo, Reino Unido ha realizado poco más de un millón de pruebas - Italia, por ejemplo, lleva más de dos millones- y a pesar de que el número de test no es menor, es mucho más bajo que algunas naciones con una población bastante inferior.
Esto, debido a que en el país se han realizado las pruebas a solo los que están suficientemente enfermos como para ser hospitalizados, reveló BBC Mundo.
Otro factor importante es el rol que cumple la demografía en la pandemia. Reino Unido es uno de los países más densamente poblados en Europa con 275 personas por kilómetro cuadrado, lo que podría resultar en que las personas estén más expuestas al virus. Además, su capital Londres es la urbe más grande del continente.
A esto también se añade el factor de que la población –ingleses, galeses, escoceses e irlandeses- es bastante longeva, lo que podría repercutir en una mayor cantidad de muertes. De hecho, según estadísticas hasta el 24 de abril pasado, en Reino Unido habían muerto 242 personas cada 100 mil habitantes mayores de 85 años, y solo 4 fallecidos cada 100.000 habitantes eran menores de 75 años.
"¿Cómo demonios llegamos a esto?"
A poco más de un mes del cambio de rumbo del Gobierno británico, este miércoles Johnson, que ya volvió a Downing Street, expresó victorioso que el país ya había pasado el peak de casos y adelantó que las medidas de bloqueo podrían levantarse dentro de poco, señalando que se entraría a una "fase 2" de respuesta a la pandemia que implicaría el relajo de medidas.
Ante el Parlamento, el Premier fue cuestionado directamente por primera vez respecto a su desempeño ante el brote epidémico. Según reportó EFE, el nuevo líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, le exigió explicaciones en lo que respecta a la cifra de fallecidos que llevaron al Reino Unido a ser el país europeo con más decesos.
"Tenemos ahora el mayor número (de muertos por coronavirus) en Europa. Es la segunda cifra más elevada del mundo. Eso no es un éxito o un aparente éxito", lamentó Starmer, quien agregó: "¿puede el Primer Ministro decirnos cómo demonios se ha llegado a esto?".
Además, Starmer criticó al Ejecutivo por su "lentitud" a la hora de tomar medidas de confinamiento, respecto al número de suministros médicos del personal de salud y por la cantidad de test realizados diariamente. El opositor ya había señalado anteriormente que Johnson había "perdido el combate" contra el coronavirus las primeras semanas en que la epidemia apareció en Reino Unido.
A lo que Johnson respondió: "Creo que habrá tiempo para reflexionar sobre qué decisiones se adoptaron y si podríamos haber tomado otras diferentes".
A pesar del optimismo del Premier respecto a los planes futuros para reactivar la economía y sobre el avance del coronavirus, las cifras de la última semana muestra que los contagios nuevos diarios se sitúan entre 4.000 y 6.200 y todavía no han comenzado a descender, según cifras de la Universidad Johns Hopkins.
De hecho, un estudio realizado por el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud de Seattle proyecta que el 4 de agosto el covid-19 habrá terminado con la vida de unas 66 mil personas en el Reino Unido, el doble de las muertes registradas hasta la fecha.