La ola de violencia e indignación no para en Estados Unidos, en respuesta a la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd a manos de la policia. Las nuevas protestas que se han registrado este viernes en distintas ciudades del país han estado cargadas de incidentes e incluso obligaron a cerrar la Casa Blanca en Washington DC.
Según reportan los medios locales, en las afueras de la residencia presidencial cientos de manifestantes se congregaron para reclamar por el deceso de Floyd, quien perdió la vida el lunes luego de que el agente Derek Chauvin presionara la rodilla sobre su cuello durante más de cinco minutos, intentando detenerlo. El policía ya fue puesto a disposición de la justicia.
Si bien la mayoría de la movilización se llevó a cabo de forma pacífica, con el despliegue de lienzos, cánticos y gritos de "no puedo respirar" -la frase que repitió reiteradas veces Floyd antes de morir-, en ciertos puntos de la capital norteamericana se han producido fuertes enfrentamientos.
De hecho, imágenes divulgadas por las emisoras locales dan cuenta de que incluso algunas personas derribaron las vallas de seguridad dispuestas en las inmediaciones de la Casa Blanca, lo que derivó en momentos de alta tensión con la policía. A raíz de esto, se ordenó el cierre de las puertas del palacio.
Corresponsales de la prensa y funcionarios del recinto permanecieron atrapados varios minutos al interior, hasta que la situación se calmó en las afueras. Sin embargo, ya en la noche los incidentes continuaron.
Las protestas se han repetido hoy a lo largo de todo el país, con especial fuerza también en California y Nueva York, donde 40 personas fueron detenidas por bloquear el tráfico en Foley Square y en el Puente de Brooklyn.
En Atalanta, en tanto, se registraron una serie de hechos de violencia, cuando una multitud se agolpó frente a la sede central de la cadena CNN y lanzó piedras contra la fachada.
En medio de la confusión, varios vehículos de la policía que permanecían estacionados también fueron blanco de las piedras y otros objetos contundentes y al menos uno de ellos resultó quemado.
Desde este viernes y hasta el domingo por la mañana está vigente el toque de queda declarado por los alcaldes de Minneapolis y Saint Paul, conocidas como las ciudades "gemelas" por estar solo separadas por el Misisipi, para aplacar las protestas y disturbios ocurridos los últimos tres días por la muerte de Floyd.
El toque de queda fue declarado hoy tras una noche de disturbios, con saqueos y el incendio de una comisaría en Minneapolis.
Este viernes la fiscalía acusó formalmente al agente Derek Chauvin, el policía que fue grabado por transeúntes con la rodilla en el cuello de Floyd, de asesinato en tercer grado y homicidio imprudente.
El fiscal del condado de Hennepin (Minnesota), Mike Freeman, presentó los cargos poco después del anuncio de la detención de Chauvin y explicó que no lo hizo antes porque no disponía de pruebas suficientes.