El
Congreso de Perú eligió a un nuevo Presidente de la República,
Francisco Sagasti, quien llegó al poder en medio de una severa crisis política provocada por la solicitud de vacancia que el propio Parlamento aprobó en contra de
Martín Vizcarra, y que luego dio paso al breve periodo de
Manuel Merino como jefe de Estado.
En menos de dos semanas, el país tuvo a tres mandatarios, lo cual dio cuenta de la profunda dispersión de fuerzas que existe hoy en el Poder Legislativo del país vecino, en donde ningún partido o bloque político posee mayoría y gran parte de sus miembros poseen investigaciones vigentes por corrupción.
Dicho estado de caos
puso los ojos en el sistema unicameral peruano, vigente desde 1993 y que con el correr de los años ha marcado un fuerte contrapeso con el Poder Ejecutivo, al tener la posibilidad de censurar a gabinetes completos o destituir a presidentes, tal como ha ocurrido en tres ocasiones en los últimos dos años.
Asimismo, a diferencia de nuestro país, los legisladores pueden crear proyectos que irrogan gasto fiscal, lo cual aumenta su incidencia en las políticas públicas, entre otras facultades. Todo ello ha sido visto con atención en Chile, donde desde distintos sectores han apuntado a la introducción de ese formato en la nueva Constitución.
Para muchos, el sistema unicameral mejoraría la eficiencia del Parlamento en la creación de los proyectos de ley, al reducir la cantidad de trámites legislativos. Sin embargo, sus detractores advierten sobre la inestabilidad que ofrece, ya que requiere de amplias mayorías políticas para que funcione de forma óptima.
Sin embargo, los expertos coinciden en que el unicameralismo no es bueno o malo en si mismo, ya que su éxito depende de otros factores clave, como la fortaleza de los partidos políticos. Así lo señaló a Emol la doctora en ciencias políticas, Lucia Dammert, quien no atribuyó responsabilidad al sistema político en la crisis peruana.
"El principal problema que ha tenido Perú y desde hace mucho tiempo es el deterioro de los partidos políticos".
Lucia Dammert, académica
A juicio de la académica de de la Universidad de Santiago y de nacionalidad peruana, "el principal problema que ha tenido Perú y desde hace mucho tiempo
es el deterioro de los partidos políticos y los niveles de baja legitimidad que en general han tenido en las últimas elecciones".
"Hemos tenido procesos bicamerales o unicamerales y al final del día, si los partidos están entrampados en una forma de hacer política muy clientelar, el sistema político no necesariamente impacta de forma importante en limitar la corrupción o estas salidas extrañas. Acá el problema principal son los partidos", enfatizó.
"Creo que las definiciones de los sistemas están muy vinculados con las capacidades y calidad de los partidos políticos. En el caso chileno, hay aquellos que proponen que una unicameralidad haría que el proceso legislativo fuera más rápido y hay experiencia de eso, pero el caso peruano no debiera funcionar como parangón", advirtió.
Ventajas y desventajas
En la misma línea, el analista internacional y profesor de la Universidad de Valparaíso, Guillermo Holzmann, recordó que "en varios países de América Latina ha habido una discusión a raíz de los cambios constitucionales de instaurar un sistema unicameral que eventualmente daría mayor rapidez a los procesos legislativos".
"Y la experiencia que se ha ido recogiendo es que el sistema unicameral tiene ventajas en ese sentido, pero también tiene un inconveniente cuando no hay estabilidad política a nivel de partidos, porque efectivamente no hay ninguna fórmula institucional de resolución de conflictos que puedan haber entre el Ejecutivo y el Congreso", añadió.
Por ejemplo, Holzmann mencionó que "no tiene caso que haya un sistema unicameral si el Presidente no tiene la capacidad para disolver el Congreso. El problema es que un presidente -y eso ha quedado en evidencia, más allá de que el sistema sea unicameral o no-
debe tener mayoría en el Congreso y si no, la posibilidad de conflicto aumenta".
"En el sistema unicameral el conflicto se enfoca directamente a una crisis política. Por ejemplo, Vizcarra tuvo que disolver el Congreso el año pasado y volver a llamar a elecciones, cosa que parecía una buena alternativa, pero finalmente demostró que eso no solucionó los problemas", recordó.
En ese sentido, el experto insistió en que "el problema de fondo es que el Gobierno tenga mayorías en el Congreso y eso no se soluciona porque sea un Congreso uni o bicameral. Unicameral tiene ventajas, pero si no está eso, en países donde la cultura política aún no está consolidada, se transforma en un problema como pasó en el Perú".
Una visión similar planteó el cientista político y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, quien comentó que "los sistemas unicamerales no son buenos ni malos en sí mismos. Todo depende de las atribuciones y composición del Congreso".
"Los sistemas unicamerales no son buenos ni malos en sí mismos. Todo depende de las atribuciones y composición del Congreso".
Mauricio Morales, cientista político
"La peor combinación posible es un sistema unicameral que conviva con un sistema de partidos fragmentado y un Congreso con el poder suficiente para destituir al Presidente.
Estos diseños son nefastos para democracias en vías de consolidación, pues se le entrega una alta cuota de poder a un órgano que funciona sobre la base de lógicas personalistas y no colectivas”, manifestó.
A su juicio, "el horizonte de los legisladores bajo esta combinación institucional es de corto plazo, en que no existen incentivos para formar coaliciones, salvo cuando se trata destituir al Presidente. Conseguido ese objetivo, las coaliciones se desarman, reanudando nuevamente el ciclo de inestabilidad".
En ese contexto, el analista sostuvo que "por eso mismo, cuando se proponen sistemas semipresidenciales para Chile o sistemas presidenciales con mayor poder del Congreso, hay que pensar bien en sus efectos. Dado que escogemos a nuestros legisladores mediante un sistema de representación proporcional de listas abiertas, hay estímulos al personalismo".
"Los congresistas tratarán de lucir a fin de ser reconocidos por sus votantes, sabiendo que pueden ser reelectos por pocos votos. En este contexto, las coaliciones se hacen efímeras, promoviendo mayores cuotas de inestabilidad. Si a un Congreso como éste se le da la atribución de destitución presidencial, habremos tomado el peor camino de todos", observó.
Defensa de las dos cámaras
En tanto, en entrevista con
EmolTV, el diputado de la UDI,
Issa Kort, se refirió a este punto destacando que "un sistema político no es fácil, no existe la fórmula perfecta que funcione en todo el mundo. Me gusta el sistema de un Congreso bicameral. Creo que dos instituciones siempre pueden producir una sinergia y pensar mejor que una".
"Es bueno tener dos cámaras, es una decisión que van a tener que tomar los constituyentes, pero lo que vive Perú lo observamos analíticamente para ver si a Chile le convendría o no un Congreso unicameral (…)
no sería bueno tener un solo Congreso, o una sola Cámara de Diputados, con las características de la actual", aseveró.
"Un régimen unicameral es un régimen bastante inestable, sometido a vaivenes muy fuertes. No veo qué podamos ganar eliminando al Senado".
Daniel Mansuy, investigador IES
En tanto, el académico de la Universidad de los Andes e investigador senior del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES),
Daniel Mansuy, destacó que la experiencia de Perú "creo que debería hacernos pensar respecto de la conveniencia de pasar al unicameralismo".
"El bicameralismo es una idea muy vieja, bien formulada por Montesquieu, que busca darle equilibrio y moderación al sistema político. Un régimen unicameral es un régimen bastante inestable, sometido a vaivenes muy fuertes. No veo qué podamos ganar eliminando al Senado", expresó a este medio.
Finalmente, el analista político peruano y columnista del diario El Comercio, Juan Carlos Requena, coincidió con estas visiones, quien destacó que "esa es una de las grandes demandas, sobre todo en los círculos técnicos y especialistas, de tener un Senado. Nosotros tenemos un Congreso unicameral con 130 parlamentarios que no necesariamente son representativos de la geografía nacional".
"Hay algunas regiones que tienen solo uno o dos parlamentarios y si los ponemos en per cápita estamos muy rezagados. Informalmente se constituye algo parecido a un Senado, que suelen ser los congresistas más experimentados, pero en el actual Congreso hay solo 12 con alguna experiencia", detalló.
En esa línea, el experto indicó que "si lo que quieren allá es copiar el sistema peruano, no se los recomiendo. Pero, en cualquier caso, creo que el gran déficit, según los cientistas políticos, abogados constitucionalistas y expertos que suelen participar en el diseño de estas estructuras, una cosa vital es el regresar a un modelo de dos cámaras".