SANTIAGO.- Como Patricia Fernández García era conocida en todo San Miguel de Allende, un balneario en el centro de México, Marcela Mardones Rojas, quien permanecía prófuga de la justicia chilena hasta este fin de semana, cuando fue detenida en la ciudad de Osorno por su presunta participación en el asesinato del senador Jaime Guzmán.
Según consigna hoy
"El Mercurio", junto a otra voluntaria del movimiento del sanador y vidente francés René Mey, la mujer viajó en 2012 a África. Estuvo varias semanas en Ghana, en un campamento para refugiados. Ya en 2014 repitió el viaje al continente africano, pero esta vez con destino a Liberia. En su trayecto pasó por el aeropuerto de París y por el de Ciudad de México, bajo la misma identidad con que ingresaría a Chile.
Mardones, "Jimena" en el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), llegó al país norteamericano hace doce años junto a su pareja Ramón Guerra, que en realidad era Raúl Escobar Poblete, el "Comandante Emilio". Ambos arribaron con un hijo que en la actualidad tendría alrededor de 22 años y una hija que tendría entre 12 y 13 años. El paradero de ambos se desconoce.
Hace unos ocho años la relación entre la pareja se deterioró y se separaron. Ella se quedó viviendo con sus hijos en una casona y él se instaló cerca de allí. Fue entonces cuando Mardones se dedicó al movimiento de su gurú francés. Atendía una consulta y en ese instante viajó a Ghana.
En su versión entregada ayer ante el ministro Mario Carroza, como inculpada por el crimen de Guzmán, afirmó que ella estuvo ese día en el Campus Oriente de la Universidad Católica -estudiaba Pedagogía Básica-, pero que estaba fuera del recinto por lo que sólo escuchó los disparos. Sí reconoció que tuvo nexos con FPMR, pero solo en calidad de "ayudista" y que aquello sucedió una vez que se distanció del Partido Comunista.