SANTIAGO.- Tras cuatro años de tramitación en el Congreso, el 14 de junio de este año el Senado despachó la ley de identidad de género. El proyecto está siendo revisado ahora en la Cámara de Diputados, donde llegó con varias modificaciones, entre ellas la opción de un cambio de género entre menores de 18 años.
Dentro de este marco, Emol habló con la psicóloga Francisca Burgos, quien se dedica a acompañar a personas transgénero a lo largo de “todo su proceso de transición”, según explica. Fue ella quien estuvo junto a Alessia Injoque, la ingeniera que narró su proceso en un reportaje publicado por la revista Qué Pasa.
La psicóloga señala que dentro de la comunidad LGBT en Chile, las personas trans son las que sufren más de cerca los efectos de la segregación y discriminación. Esto sería causado por la reciente visibilidad que se le ha dado al tema, en donde aún existe mucha desinformación.
"Dentro de la comunidad LGBT los que más sufren adversidad y discriminación son las personas trans. Obviamente, todos enfrentan una complejidad. Los gays tienen un territorio ganado y para las lesbianas aún sigue siendo complejo el tema de la visibilización, lo mismo con la bisexualidad. De todas maneras, las personas trans son las que más salen perdiendo, porque ha sido un tema que se ha visibilizado hace muy poco", cuenta Burgos desde Los Ángeles, donde se realiza una pasantía relacionada con el VIH.
El trabajo de la especialista
Titulada en la Universidad Adolfo Ibáñez y especializada en temáticas de género, sexualidad y diversidad, obtuvo un diplomado en Género, Desarrollo y Políticas Públicas, y un magíster en Afectividad y Sexualidad. Entre 2015 y 2016 formó parte de la comisión de Diversidad Sexual en el Colegio de Psicólogos de Chile. Desde 2014, Burgos (28) trabaja con el equipo de Centro Árbol en la atención de casos clínicos de forma privada. Además realiza talleres y capacitaciones en temáticas de género y diversidad sexual a profesionales de la salud mental, instituciones y a personas interesadas en la temática.
"He acompañado procesos de dos años y otros de seis meses. Depende de cada persona, ya que hay gente que está en grupos de apoyo o que tiene un conocido que también es trans, entonces eso lo hace mucho más fácil"
Francisca Burgos
Según cuenta, su trabajo consiste en acompañar a las personas en todo el proceso de transición, entregándoles información sobre el tema y acercándolos a la comunidad trans en Chile.
"Lo que yo hago es acompañar a la persona, porque hay un desconocimiento de la temática. Tiene mucho que ver con educar y con contarles cómo es la comunidad trans, cuáles son los requisitos, cuáles son los términos usados, qué es el género, qué es la identidad de género, etc. Es todo un trabajo personal, porque es un proceso fuerte y la gente llega deprimida", dice.
En cuanto a tiempos, la profesional sostiene que no existen plazos en el proceso de transición, y que depende de cada persona. "He acompañado procesos de dos años y otros de seis meses. Depende de cada persona, ya que hay gente que está en grupos de apoyo o que tiene un conocido que también es trans, entonces eso lo hace mucho más fácil. Yo no les doy de alta porque no es una enfermedad. Para mí la idea es que ellos sientan que yo soy útil y que ellos decidan", cuenta la experta.
La psicóloga además enfatiza en que el contacto de una persona trans con las organizaciones especializadas y con la comunidad transgénero, es vital.
"Siempre los invito a que se contacten con distintas organizaciones, porque los empoderan a la hora de vivir el proceso. El contacto con otras personas trans es súper importante. Yo los ayudo a trabajar la parte personal, pero la persona sí o sí va a necesitar contacto con otras personas trans y eso yo no se los puedo entregar",
Vivir con miedo a que te pregunten ¿qué eres tú?
Según el Informe Anual de Derechos Humanos de Diversidad Sexual y Género de 2016 publicado por el Movilh, el aumento de casos de abuso en personas trans fue el más explosivo. La cifra llegó a un 28% dentro de todas las denuncias por parte de todo el grupo LGBT.
"Todas las personas trans te manifiestan que tienen un susto tremendo a que vayan caminando a su casa y llegue un grupo neonazi y los golpeen. Miedo a estar tomando un café con una amiga y que el mesero te diga ¿qué eres tú?"
Francisca Burgos
Además de lo anterior, Burgos asegura que las personas transgénero se ven enfrentadas a trabas en todos los ámbitos sociales. En el área de la salud aún existe un desconocimiento general, por lo que ir a los centros médicos se traduce en un riesgo de segregación e incomprensión. El tema laboral y el temor a perder las relaciones también se convierten en algo muy difícil a la hora de enfrentar una transición.
Sin embargo, Burgos añade que lo más duro es el hecho de vivir con el miedo constante a ser discriminado al salir a la calle o al ir a cualquier lugar público.
"Todas las personas trans te manifiestan que tienen un susto tremendo a que vayan caminando a su casa y llegue un grupo neonazi y los golpeen. Miedo a estar tomando un café con una amiga y que el mesero te diga ¿qué eres tú?", señala la psicóloga.
Una ley progresista
Aunque no existen en Chile cifras específicas sobre las personas transgénero y el mundo laboral, estudios norteamericanos estiman que el 90% de las personas trans no acceden a trabajos formales. Optan por buscar empleos no tradicionales o auto emplearse, para exponerse lo menos posible.
"La mayoría de las personas trans que ya son adultas tuvieron que haber salido del clóset cuando eran adolescentes y probablemente eso implicó que los echaran de sus trabajos, que fueran rechazados en sus casas, enfrentándose a un millón de trabas que los llevaron a buscar trabajos ´no calificados´, o personas que esperan hasta ser mayores, luego de haberse quedado toda su vida en el clóset para formar su carrera laboral", señaló la experta.
De todos modos, Burgos explica que la actual legislación que se discute en el Congreso es una de las más progresistas del continente, considerando que sólo Colombia y Argentina cuentan con una.
"Si uno se compara con Latinoamérica no estamos mal, pero si se compara con Europa estamos súper mal. Lo que Chile está pidiendo en términos de una ley de género es muy progresivo dentro de la región, pero considerando los estándares del país, es algo necesario", sostiene la experta.