SANTIAGO.- Oposición, rechazo y duras críticas ha causado por estos días entre los vecinos de Valparaíso el carnaval de los Mil Tambores, evento que, según sus organizadores, tiene sus orígenes en la idea de recuperar el patrimonio cultural de la comuna.
Este viernes comienza el megaevento que se lleva a efecto hace 18 años en Valparaíso, y que en este nueva versión celebrará en centenario del natalicio de Violeta Parra.
Según dijo a Emol Santiago Aguilar, encargado histórico de los Mil Tambores, el carnaval surge en 1999 como "una manifestación ciudadana por la recuperación de espacios públicos para el arte y la cultura, en particular de lo que fue la ex Feria del Mar en playa Ancha".
Agregó que la celebración "continuó los años siguientes en la lucha por la recuperación de crear espacios de arte, entre ellos el Parque Cultural de Valparaíso, hoy día ex cárcel".
A pesar de tener un origen patrimonial y cultural, la celebración tiene en pie de guerra a los porteños que reclaman por las externalidades provocadas por el evento: acumulación de basura, borrachos en las calles, daños en los espacios públicos, por ejemplo.
Es por esto que seis juntas de vecinos y agrupaciones de comerciantes se han unido y advierten que acudirán a los tribunales para presentar un recurso de protección que busca prohibir la realización del evento.
Héctor Arancibia, representante de la agrupación Comercio Unido de Valparaíso, la cual reúne a comerciantes contrarios al carnaval, asegura que el mayor problema no es la basura, sino que la "inseguridad" propagada en las calles durante los días del evento.
"El tema de la basura es uno de los tantos problemas que tenemos, porque el principal es la inseguridad. Los vecinos se tienen que esconder temprano. Hay gente drogada y alcoholizada que hace lo que quiere en las calles. Las calles, los pasajes, las escaleras, se convierten en bares, moteles, en lugares para dormir", dijo a Emol el dirigente.
Tres días de carnaval
El Mil Tambores consiste en una celebración de tres jornadas seguidas, en esta ocasión comienzan el viernes 29 de septiembre y terminan el domingo 1 de octubre, que incluyen actividades de todo tipo como charlas, bailes y muestras artísticas internacionales.
Aguilar cuenta que el primer día es "un día de conferencias, charlas, talleres, clínicas y muestras artísticas internacionales", todas estas actividades sobre gestión cultural y territorio.
El segundo día "consiste en pasacalles barriales, los que son organizados por los propios barrios y vecinos". Y para finalizar el tercer día "se organiza un pasacalle central donde todas las organizaciones que vienen de todo Chile, que son más de cien, desfilan por la Avenida Altamirano".
Pero, según el representante de los comerciantes porteños, el incinveniente no es con el pasacalle del domingo, sino que los disturbios se producen el viernes y sábado.
"El organizador aquí hace un paquete que involucra viernes, sábado y domingo. Y el viernes y sábado es cuando la ciudad queda en tierra de nadie. Aquí se hace lo que quieren, no hay un control", reclama.
A pesar de los anuncios de la organización y el municipio sobre medidas de prevención en limpieza y aseo, los vecinos creen que no serán suficientes.