Mirosevic en la sesión de comisión, ayer.
Agencia Uno
SANTIAGO.- "Ojalá que esto sirva para definir quiénes tienen que seguir en el Frente Amplio y quiénes no, porque quienes no defienden los derechos humanos no pueden seguir".
Tajante fue el diputado Vlado Mirosevic (PL), quien renunció de manera "indeclinable" a la presidencia de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, en medio de las diferencias en el Frente Amplio (FA) por sus dichos sobre los derechos humanos en Venezuela y Nicaragua.
De hecho el Movimiento Democrático Popular ligado a Alberto Mayol, había manifestado que debería dejar su cargo en la instancia pues consideraba que su postura "es muy distinta a la de la mayoría del conglomerado". Mientras que Claudia Mix (Poder) señaló que "no cree" que en ambos países se violen los DD.HH.
Mirosevic fue cuestionado por su condena a países la violaciones a los derechos humanos en países como
Venezuela y Nicaragua, lo que el legislador no aceptó. Tras ello, dimitió al cargo adelantándose así a la discusión que la mesa nacional del FA iba a desarrollar hoy acerca de su continuidad en la presidencia. La jugada de Mirosevic confirmó la tensión interna en el Frente Amplio.
Su decisión caló hondo en varios parlamentarios del conglomerado, quienes lo instaron a seguir. Uno de ello fue el diputado Gabriel Boric (MA), quien le manifestó su apoyo, "junto a toda la bancada del Movimiento Autonomista".
El espaldarazo también vino desde Revolución Democrática, cuya directiva nacional y bancada señalaron en un comunicado: "El Frente Amplio es una fuerza política al servicio de la defensa irrestricta de los derechos humanos, de la lucha por la verdad y por la justicia. Hemos denunciado las decisiones del gobierno que avalan el negacionismo y la impunidad; hemos acompañado a quienes llevan años dando esta lucha; y hemos sido eco de la voz de una ciudadanía que reclama con cada vez más fuerza por dignidad, justicia y reparación".
14organizaciones coexisten en el FA
"Por eso, tenemos la obligación de rechazar, sin miedo ni vacilaciones, toda violación de los derechos humanos, venga de donde venga. Rechazamos las declaraciones de quienes, estén donde estén, niegan, relativizan, o se escudan en la autodeterminación de los pueblos para ignorarlas o no condenarlas abiertamente", enfatizaron.
Otro representante del FA que salio al paso del anuncio de Mirosevic fue el diputado Tomas Hirsch, quien aseguró no compartir la decisión, asegurando que no fue consensuada al interior del conglomerado.
"A pesar de las diferencias al interior del FA, creo que quienes ocupamos este cargo debemos llevar adelante las tareas que hemos asumido. Esto debiera haberse resuelto en nuestras reuniones de bancada más que con renuncias que no han sido consensuadas como equipo", aseguró el humanista, quien le pidió recapacitar.
Pero el respaldo no sólo vino de las huestes frenteamplistas. La diputada RN y miembro de la comisión de Relaciones Exteriores. Marcela Sabat, manifestó: "Creemos que es importante dejar claro que ninguna minoría de ningún partido puede interponerse en política exterior como una instancia como la comisión de RR.EE.".
"El Frente Amplio está cayendo en fanatismos y en coartar la libertad que hoy tienen en democracia los partidos para defender los derechos humanos. La violación a los DD.HH. tienen una sola condena y es esa la que nos ha garantizado el presidente Vlado Mirosevic en su gestión. Por tanto el respaldo unánime a esa gestión y rechazo a renuncia", añadió.
Una de las frases que encendió la mecha fue precisamente la de Mix, quien en una entrevista con La Tercera (23 de agosto) manifestó que "no creo que exista violación a los DD.HH. en Venezuela y Nicaragua".
Sus dichos respondían a las palabras que Boric había publicado en su blog personal acerca de la "restricción de libertades" en Cuba, la "represión" del gobierno en Nicaragua y el "debilitamiento de las condiciones básicas de la democracia" en Venezuela. El parlamentario llamó a la izquierda a condenarlas.
Mirosevic dejó la presidencia de la instancia. Pero antes de hacerlo lanzó: "No debiera haber ningún dirigente que relativice en materia de derechos humanos". La tensión en el conglomerado cobra su primera víctima.
