La abogada a cargo de la nueva estructura.
Arzobispado
SANTIAGO.-
Delegación Episcopal para la Verdad y la Paz. Así se llama la nueva estructura que creó el
Arzobispado de Santiago para coordinar las denuncias de abusos cometidas por miembros de la Iglesia en la arquidiócesis.
La instancia tendrá a su cargo las labores que llevan a cabo la Oficina Pastoral de Denuncias (Opade) y el Departamento de Prevención de Abusos que ahora se denominará Departamento de Promoción de Ambientes Sanos.
Según el arzobispado, el objetivo es "actuar de manera orgánica y expedita a través de las instancias de la arquidiócesis dirigidas a fomentar el buen trato para la promoción de ambientes sanos y seguros; la acogida y acompañamiento de los denunciantes y víctimas de abusos en contextos eclesiales y colaborar con instituciones civiles en materias de su competencia".
Asimismo, se encargará del "seguimiento a los procedimientos canónicos; la necesaria atención de clérigos involucrados, de las comunidades y de otras personas afectadas e informar debida y oportunamente a las comunidades".
La instancia será coordinada por la abogada Andrea Idalsoaga Montoya, la primera laica que encabeza las tareas vinculadas a este tema y a la formación en prevención. "Es algo muy importante para nuestra iglesia y para todos, especialmente, aquellos que han sufrido directamente el tema de los abusos y que por tantos años han experimentado este dolor", dijo.
La profesional, que reportará directamente al arzobispo, contará con la colaboración de una comisión permanente de trabajo compuesta por los vicarios General, Judicial y Para el Clero.
También trabajará con la Cancillería de la Arquidiócesis de Santiago, el Delegado Diocesano de la Oficina Pastoral de Denuncias y el Director del Departamento de Promoción de Ambientes Sanos. Mientras que el existente Consejo Asesor Diocesano de Prevención de Abusos, cuyo encargo es acoger y escuchar las denuncias, seguirá colaborando con la delegación.
La nueva delegada
Abogada de la Pontifica Universidad Católica, integra la directiva de la Asociación Chilena de Derecho Canónico y durante más de catorce años fue jueza del Tribunal Nacional Eclesiástico de Apelación.
Además, entre 2008 y 2012, se desempeñó como profesora de Derecho Canónico de la Facultad de Derecho de dicha casa de estudios y ejerció como directora del Centro Integral para la Familia de ENAC de Caritas Chile.
Según informó el arzobispado, desde 2015 hasta la fecha es vocal de la directiva internacional de la Asociación de Laicos del Amor Misericordioso, con sede en el Santuario de Collevalenza, Todi, Italia.
Asimismo, es autora, a través de la Asociación Chilena de Derecho Canónico, del nuevo expediente matrimonial canónico de la Conferencia Episcopal de Chile, que se aplica desde 2016.
