SANTIAGO.- El fallecimiento de Camilo Catrillanca en medio de un enfrentamiento cruzado entre carabineros del llamado Comando Jungla y desconocidos que habrían intentado robar autos en una escuela el miércoles pasado en La Araucanía, volvió a abrir la discusión en torno al nivel de violencia existente en la zona.
Se trata, de hecho de la novena víctima del conflicto chileno-mapuche en los últimos 16 años, incluyendo la de dos uniformados. Cada deceso trajo consigo sus propias consecuencias políticas.
Alex Lemun
El caso de Alex Lemun es emblemático ya que se convirtió en la primera víctima de una seguidilla de hechos de violencia rural en La Araucanía desde el 2002.
Corría el 7 de noviembre de ese año, dos años bajo el Gobierno de Ricardo Lagos, cuando el menor de edad fue impactado por una bala disparada por Marco Aurelio Treuer, mayor de Carabineros.
La información sitúa a 40 mapuches que entraron al fundo Santa Alicia, lugar donde se enfrentaron con Fuerzas Especiales de Carabineros. Los uniformados usaron gases lacrimógenos y balas antimotín durante el conflicto. El joven recibió un perdigón en la cabeza, bala que fue disparada por Treuer. Murió cinco días más tarde por la grave lesión cerebral que sufrió.
Tras el incidente, el subsecretario del Interior, Jorge Correa Sutil, lamentó la muerte del menor de 17 años y, al igual que hizo esta semana Andrés Chadwick con el caso de Catrillanca, pidió la designación de un fiscal con dedicación exclusiva para la investigación del caso.
Las represalias no se hicieron esperar y siguieron los ataques incendiarios contra el aeródromo de Tirúa, casas de veraneo de ejecutivos forestales en Cañete y protestas en el centro de Temuco que ocasionaron daños superiores al millón de pesos.
René Saffirio, alcalde de Temuco en ese entonces, criticó al Ejecutivo señalando que las autoridades "se hacen presentes cuando ocurren estos hechos de violencia, asumen compromisos y después no hay un seguimiento de lo convenido y nuevamente comienzan a aflorar hechos de violencia y se vuelve a reeditar lo que se había vivido antes".
Matías Catrileo
Este año se cumplió una década desde la muerte de una de las víctimas más emblemáticas del conflicto chileno-mapuche: Matías Catrileo.
Veintidós años tenía el joven estudiante de Agronomía de la Universidad de La Frontera (Ufro) cuando fue alcanzado en un costado por una bala disparada desde una subametralladora Uzi por el cabo segundo Walter Ramírez Inostroza. Era 3 de enero y el joven se encontraba en una toma en el fundo Santa Margarita, en la comuna de Vilcún en La Araucanía, que pertenece a Jorge Luchsinger,
El impacto ingresó por la espalda, perforó el pulmón izquierdo y salió por el abdomen del universitario mapuche, según reportó un informe preliminar de la Brigada de Homicidios de Investigaciones.
Por miedo a que se manipularan las pruebas, los compañeros de Catrileo recogieron su cuerpo y lo entregaron tras una extensa negociación con Sixto Parzinger, obispo de Villarrica.
José Aylwin, hijo del ex Presidente Patricio Aylwin y férreo defensor de los pueblos originarios, afirmó que la culpa de la muerte de Catrileo fue del Gobierno ya que ellos dependían "del Ejecutivo". Incluso criticó a Michelle Bachelet, Presidenta en ese momento, declarando que su política "frente al mal llamado conflicto mapuche" fue decepcionante. Agregó que "a pesar de sus compromisos con los pueblos indígenas y de su discurso de derechos humanos", fue poco o nada lo que se avanzó en la superación del conflicto.
La madre de Catrileo, Mónica Quezada, expresó tras la muerte del matrimonio Luchsinger que "cuando mataron al Matías no salió nadie dando declaraciones de que era horroroso, o sea más que doble estándar ellos muestran su real cara".
Asimismo emplazó a la Presidenta diciéndole: "Te vas con las manos manchadas de sangre".
Fabián Mendoza Collío
En medio del llamado "proceso de recuperación de tierras ancestrales" murió Fabián Mendoza, en agosto de 2009.
En el último año del Gobierno de Michelle Bachelet, el miembro de la comunidad "Requem Pillán", falleció producto de un disparo que ingresó por su espalda y salió por el tórax, percutado por Miguel Patricio Jara Muñoz, funcionario de Fuerzas Especiales de Carabineros, que llegó a desalojar el fundo "San Sebastián", de Collipulli, ocupado por 60 comuneros.
Horas después del suceso -y tras sucesivas reuniones y luego de recibir un detallado informe de Carabineros- Patricio Rosende, subsecretario del Interior, entregó la reacción oficial del Gobierno pasada las 20 horas.
Rosende dijo que el Gobierno lamentaba "profundamente" la muerte de Mendoza y que los carabineros llegaron al lugar por una orden de desalojo de la fiscalía. "Hacemos un llamado a la tranquilidad y a la plena confianza en el funcionamiento de nuestras instituciones".
La presidenta Bachelet, en tanto, señaló que nada justificaba "la violencia en La Araucanía" y un par de días después decidió enviar una delegación del Gobierno a la zona mientras que el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, calificó el hecho como "accidentes que ocurren y que nosotros somos los primeros en lamentar".
A fines de ese mes, La Presidenta designó a José Antonio Viera-Gallo como "ministro coordinador" de la temática indígena, en una estrategia con la cual el Ejecutivo buscaba encontrar vías de solución a la violencia en la Araucanía.
Francisco Curimil
El martes 20 de octubre de 2009, Francisco Curimil Levicua murió a las afueras de su casa en Ercilla.
Las versiones sobre su fallecimiento son confusas y provocaron incluso que el lonco Juan Catrillanca expresara sus intenciones de demandar a medios de comunicación.
Por un lado se atribuyó primeramente su muerte a una riña entre indígenas de comunidades vecinas. Pero luego de eso se dijo que el ministerio público contaba con pistas y testigos que indicaban que Curimil fue ajusticiado con dos disparos de escopeta a quemarropa en las afueras de su casa, luego de ser acusado por mapuches de ser el testigo protegido "T1093", es decir, fue sido acusado de traición porque habría denunciado a cinco personas por haber quemado un camión, asaltado un peaje y disparado contra vehículos particulares.
Fabian Tralcal Marilef
El 28 de septiembre de 2016 Fabián Tralcal Marilef falleció tras recibir disparos durante un asalto a una casa en Vilcún.
El hecho ocurrió cuando Tralcal entró disparando junto a otros cinco encapuchados al restaurante "Ojo de Agua" en la comuna de Vilcún. En el lugar, el dueño del local repelió el asalto y en la balacera fue alcanzado el comunero, quien era sobrino de Juan y Luis Tralcal Quidel, ambos imputados en el caso Luchsinger.
En el hecho también falleció el hijo del propietario, Osvaldo Javier Antilef.
El intendente Andrés Jouannet lamentó lo ocurrido, aunque lo calificó como un delito común: "Aquí es un robo frustrado con homicidio, porque no robaron nada".
Tras esto, la familia de Antilef denunció actos reiterados de amedrentamiento y se reunieron con el ministro del Interior del segundo Gobierno de Bachelet: Mario Fernández.
En la ocasión, el ex secretario de Estado los recibió como vicepresidente de la República y la familia solicitó que participara activamente en el caso para que se lograra encontrar a los responsables.
Luis Marileo Cariqueo
El comunero Luis Marileo Cariqueo falleció durante el intercambio de disparos con el ex oficial de Carabineros Ignacio Gallegos, dueño del fundo "El Encino" de los Sauces, Región de La Araucanía.
Marileo había sido condenado a diez años de cárcel en 2013 por la muerte del parcelero Héctor Gallardo, en el que se declaró inocente, pero se encontraba con libertad condicional desde el 2016. Protagonizó algunas huelgas de hambre, incluyendo una que agosto de 2010 que puso en jaque a la administración de Piñera por tratarse de un grupo de 38 comuneros.
La medida de presión se extendió en la mayoría de los casos a 82 días sin ingerir alimentos, hasta que el Ejecutivo hizo un proyecto de ley con dos modificaciones a la ley antiterrorista. Tras aprobarse la primera, la de la presunción del dolo terrorista, los casos se recalificaron el 8 de octubre. El último en deponer la huelga fue Marileo, cuatro días más tarde.
La muerte de Marileo abrió un debate en torno al otorgamiento de beneficios, como la libertad condicional, para personas que hayan sido condenadas por actos de carácter terrorista. El senador Alberto Espina (RN) calificó los criterios como "una vergüenza". "Este sistema es inaceptable, porque favorece a los delincuentes y desprotege a las víctimas", aseguró.
Hugo Albornoz
Durante los últimos años de enfrentamientos, también han perdido la vida uniformados. Fue el caso del sargento segundo Hugo Albornoz, quien primero resultó gravemente herido durante un allanamiento realizado en Cherquenco, en la comuna de Vilcún.
En abril de 2012, mientras buscaba evidencia relacionada con atentados producidos en el sector, como la quema de un camión, recibió un disparo en el cuello proveniente de un grupo de gente que se desplazaba por potreros cercanos, de forma paralela a los vehículos policiales.
Aunque fue trasladado al Hospital de Angol y recibió atención, su diagnóstico era grave por haber sufrido dos paros cardiorrespiratorios. Finalmente falleció, por lo que el entonces fiscal nacional, Sabas Chahuán, nombró un fiscal exclusivo para la investigación.
Por su parte, el Gobierno presentó una querella por homicidio y envió al ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, hasta la zona, donde anunció la creación de un "comité especial de seguridad". "Expresamos nuestra más enérgica condena al brutal asesinato del sargento Hugo Albornoz", afirmó el vocero Andrés Chadwick.
Quienes también tuvieron palabras tras la muerte fueron los propios miembros de la comunidad mapuche. "Nadie ha dicho que la muerte de un uniformado no sea lamentable: Lo lamentable es que la justicia está del lado de algunos", aseguró José Ancalao, vocero de la Federación Mapuche de Estudiantes.
Alex Gutiérrez
El cabo primero Alex Gutiérrez, de 27 años, también perdió su vida en este contexto, aunque lo hizo de manera casi fortuita. Era parte de un grupo de uniformados que vigilaba en noviembre de 2014 una casa bajo protección policial, en la provincia de Arauco, en el marco del conflicto chileno-mapuche, cuando recibió un llamado de ayuda.
A dos kilómetros, cuatro desconocidos entraron a otra casa y amenazaron a Domingo Flores, entonces de 73 años, y a su esposa, de 88.
Cuando Carabineros llegó, ayudaron a evacuar a la esposa, quien además era ciega. Luego volvieron a ingresar a la vivienda, momento en que el dueño de casa los habría confundido con la banda de asaltantes. Entonces disparó a quemarropa, impactando a dos uniformados. Gutiérrez falleció y Flores huyó a un bosque, pero al notar lo que había ocurrido terminó por entregarse voluntariamente.
La muerte provocó que el general director de Carabineros, Gustavo González, viajara hasta el Biobío. También envió sus condolencias la Presidenta Michelle Bachelet, asegurando que la noticia le generó "gran tristeza".
"Un crimen así no puede quedar impune", dijo el entonces vocero Álvaro Elizalde. En tanto, el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, también llegó hasta la zona y anunció el Gobierno se querellaría por el homicidio, aunque descartó invocar la ley antiterrorista.