SANTIAGO.- El gobierno de Australia confirmó esta mañana la detención en Sydney de Adriana Rivas, más conocida por ser la secretaria de Manuel Contreras, y acusada de haber pertenecido a la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), específicamente a la Brigada Lautaro.
Las autoridades australianas aceptaron la solicitud de extradición enviada en 2014 por la Corte Suprema de Chile, motivo por el cual la "Chany", como es conocida en su entorno familiar, deberá comparecer ante el Tribunal Local durante esta jornada.
Contra Rivas pesan acusaciones de presunta participación en siete secuestros calificados que tuvieron lugar entre 1974 y 1978.
Su historia fue narrada en un documental llamado "El pacto de Adriana", dirigido por su sobrina Lissette Orozco, donde se relata su labor en la DINA y se recoge la versión de quienes la acusan de los delitos.
Secretaria en 1974
Aunque quería estudiar medicina veterinaria, la prohibición de su padre la empujó a cursar secretariado ejecutivo bilingüe según relató BBC. Apenas unos meses después, recién ocurrido el golpe militar, y sin haber terminado aún sus estudios, fue reclutada por el Ministerio de Defensa. Aunque en el papel trabajaba como secretaria de la Dirección Nacional de Rehabilitación, en la práctica lo hacía para la DINA.
En dicho organismo compartió con varios oficiales, especialmente con Manuel Contreras, con quien desarrolló una amistad que se alargó por años.
En un principio ofició como traductora, principalmente decodificando mensajes que se enviaban internamente militantes del Partido Comunista. Hasta que finalmente, según detalla BBC, fue invitada junto a otras mujeres a ser agente de la DINA.
Pasó a formar parte de la Brigada Lautaro, organización que tenía como misión desmantelar y desaparecer a la cúpula del Partido Comunista, según consta en la investigación judicial. Además, aquí habría recibido clases de tiro al blanco, defensa personal, actuación y maquillaje.
Se le grafica como una de las principales torturadoras de la unidad, aunque ella en su defensa aseguró que nunca asesinó ni torturó a nadie, incluso señaló que nunca estuvo con ninguna persona que estuviera en dicha condición.
Se cree que Rivas participó del servicio de inteligencia entre 1974 y 1978, año en que finalmente se fue a Australia.
En el país oceánico intentó vivir en el anonimato. Según comentó la abogada Adriana Navarro en el canal 24 Horas, en varias oportunidades se le pudo ver disfrazada para no levantar sospechas de vecinos o compatriotas y residía en un departamento. Según consta en el documental "El pacto de Adriana", Rivas habría visitado en varias oportunidades Chile.
Finalmente, tras un viaje que realizó a Santiago en 2007, fue tomada presa en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez para ser llevada ante la justicia. Después de unos meses se le concedió la libertad condicional, pero con arraigo nacional. Sin embargo, regresó a Australia.