SANTIAGO.- El embajador de Chile en Haití, Patricio Utreras, se dirigía a la inauguración de un proyecto de América Solidaria a dos horas de distancia de Puerto Príncipe cuando sufrió un ataque por parte de desconocidos. Dos personas resultaron heridas y, aunque la cancillería no lo confirmó, un voluntario de nacionalidad haitiana habría muerto.
Se trataba de una actividad rutinaria para el embajador, entre cuyas funciones se cuenta representar al Estado de Chile y profundizar la relación bilateral entre ambos países. Eran también las que realizaba los anteriores representantes: Raúl Fernandez Daza y Mauricio Leone Bravo.
La misión en Haití, que cuenta con una embajada y un consulado general, es la de "proteger los intereses de Chile y sus connacionales ante la República de Haití", pero también cumple un rol importante en apoyar la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas (Minustah) desde 2004. Incluso dos chilenos han sido jefes de la misión: Juan Gabriel Valdés y Mariano Fernández.
La embajada, ubicada en el N°2 de la Rue Coutilien en el barrio de Musseau en Puerto Príncipe, hoy está encabezada por Utreras, geógrafo de la Universidad de Chile y egresado de la Academia Diplomática Andrés Bello. Antes de llegar a Haití, el embajador sirvió en las misiones en Indonesia, Noruega, Filipinas, Países Bajos y Suiza, además de ejercer como Ministro Consejero en las embajadas de Chile en Francia y Estados Unidos.
Con él trabajan tres funcionarios chilenos -el jefe de Cancillería, Víctor Conejeros; la cónsul Ángela Tobar y el encargado de seguridad Víctor Barriga- y seis funcionarios locales: Cassandra Volcius, Ritchelle Passius, Clessen Remarque, Berry Emile, Nerva Delva y Jean Bernard Chery.
Según explicó Juan Gabriel Valdés a Emol, la embajada chilena se encuentra "en un lugar seguro (…) muy cerca de la casa que tenía el primer ministro. No es el barrio diplomático como tal, pero la embajada de México está al lado y está rodeado de otras embajadas".
El diplomático aseguró que en los últimos meses "en los hechos el Gobierno tomó la decisión de proteger la embajada con un grupo de policías chilenos. "Él mismo (Utreras) me dijo que se sentía muy tranquilo y bien cuidado", añadió.
Respecto a las medidas de seguridad tomadas en la delegación, Valdés -que habló con Utreras después del ataque- comentó que "sin duda que para los chilenos que están allá hubo indicaciones propias de una situación como esta, que no hay que salir a ciertos lugares, que no hay que salir en la noche".
La función de Chile en Haití
Como en todas las misiones, la embajada chilena en Haití tiene entre sus objetivos el de negociar con las autoridades locales "todas aquellas materias que coadyuven a la obtención de los objetivos fijados con relación a este país".
Además tiene el deber de prestar asistencia e información a los chilenos residentes en Haití y a los haitianos que tengan vínculos con Chile a través del Consulado. Esto ha adquirido especial relevancia en los últimos años, con el aumento de la migración haitiana hacia Chile.
La embajada también representa a Chile ante la Minustah y todos los organismos del sistema de Naciones Unidas presentes en Haití, además de todos los demás organismos internacionales, foros y grupos multilaterales de cooperación presentes en el territorio, como Unasur, el G-12 sobre Educación de Unicef-Haití, el Grupo de Montreal sobre Adopciones, el Foro de Cooperación con la Policía Nacional Haitiana, el Foro de Educación del BID-Haití y el Grupo de apoyo al PMA.