El obispo Durán desató una nueva polémica.
Aton/Archivo
SANTIAGO.- Debía ser una reunión más, como la de todos los miércoles, pero no fue así. Durante la tarde de ayer, el cuestionado
obispo evangélico Eduardo Durán confidenció un tema personal frente a un grupo de feligreses: Su matrimonio llegaba a su fin.
Hasta ahí no hubo reacciones. Éstas llegaron cuando reveló los motivos de su decisión, se casaba con otra mujer.
El anuncio desató la ira de quienes lo oyeron, entre ellos había otros líderes de la congregación religiosa que se abalanzaron contra él provocando un fuerte cisma entre quienes lo siguen, además de un momento de alta tensión.
Hubo gritos y forcejeos, lo que obligó a intervenir a sus acompañantes y seguidores que tuvieron que sacarlo rápidamente del templo ubicado en calle Jotabeche.
En un video que reveló el canal 24 Horas, se puede ver a la esposa del obispo Durán lamentando la separación después de más de cuatro décadas juntos. Pero no solo eso, también lo calificó como un "mal esposo".
Todo bajo la penumbra, porque tras comunicar que se separaba la luz se cortó y se iluminaban con, aparentemente, las linternas de los celulares.
El hecho que desató la ira de los feligreses del templo de Jotabeche se conoce en medio de la avalancha de cuestionamientos contra el líder de la Primera Iglesia Metodista Pentecostal de Chile.
El Ministerio Público lo citó a declarar en calidad de imputado por su abultado patrimonio y por presunto lavado de activos.