SANTIAGO.- "Me gustaría pedirle pedón a la familia de Nibaldo, a sus amigos, por mi participación en tal lamentable hecho. También le quiero pedir perdón a mi familia por mi error; por la forma en que se desarrollaron los hechos. Pero si hoy quise declarar es porque mi conciencia no me deja tranquilo. Lo he pasado muy mal y porque creo o siento que es justo que la familia de don Nibaldo sepa realmente cómo realmente sucedieron los hechos"
Durante esta mañana fue el turno de Francisco Silva, uno de los dos indagados por el crimen del profesor de Villa Alemana, Nibaldo Villegas, y ex pareja de la ex esposa de este y también acusada en el caso, Johanna Hernández, de entregar su versión de los hechos.
Contrarrestando las palabras de la mujer, quien ayer lo culpó por el crimen, Silva aseguró que tanto la planificación y realización del asesinato fue llevado a cabo por su entonces pareja.
Ante el Tribunal Oral de Viña del Mar aseguró que la idea de hacerle algo al docente la oyó por primera vez de Hernández cuando la hija en común del matrimonio quedó al cuidado de Villegas producto de los constantes ataques de pánico e intentos de suicidio de la imputada.
"(En el hospital donde estaba internada) me dice que no lo iba a perdonar (a Nibaldo), que no podía por nada del mundo perder sus hijos y que Nibaldo iba a ver quién era ella", aseguró.
Hernández, continuó, salió de alta e insistió "con el tema de darle muerte a don Nibaldo. Me pidió que buscara a terceras personas, sicarios, yo le decía que sí, pero nunca le tomé el peso o nunca le creí. Me insistió varias veces, yo le decía que sí, pero que no encontraba, que se relajara y lo viéramos por otro lado (...) Por su puesto nunca busqué, le decía eso para que no sufriera".
Así, siguió, entre fines de julio y principios de agosto de 2018 "Johanna me pide que le compre clonazepam porque se les estaban acabando los que tenía (...) Compré una caja de 30 comprimidos de dos milígramos cada uno. Le saco fotos y se las envío. Me dice ya chanchito y me dice me las puede moler por favor, yo le digo sí (sic)".
El imputado aseguró no haberse sentido alarmado con la petición, ya que estaba al tanto que Hernández le daba a tomar a Nibaldo pequeñas dosis de clonazepam "para que no la molestara en el ámbito íntimo" cuando estaban juntos.
El día del asesinato
Como todos los viernes, aseguró Silva, pasó por Hernández para pasear durante la noche. En el trayecto, la mujer le habría pedido ir un momento a la casa de Nibaldo para conversar un tema sobre la hija de ambos.
La habría dejado cerca de la casa para luego ir a un mirador donde, según narró, se quedó dormido. Fue el sonido de un mensaje de WhatsApp el que lo despertó a eso de las 01:30 de la mañana, en el cual, de acuerdo su relato, Hernández le pide ir a buscarla.
"Es ahí cuando Johanna me hace entrar a la casa, me dice que tome asiento en el primer piso y me (...) dice que citó a Nibaldo por su cumpleaños como una cena romática, que le dio el clonazepam y cuando estaba inconsciente le cortó los brazos".
Francisco Silva, imputado en caso de Nibaldo Villegas
"Me bajo de mi auto a abrirle la puerta y la veo desde afuera de la casa de Nibaldo haciéndome señas para que me acercara (...) Es ahí cuando Johanna me hace entrar a la casa, me dice que tome asiento en el primer piso (...) me dice que citó a Nibaldo por su cumpleaños como una cena romántica, que le dio el clonazepam y cuando estaba inconsciente le cortó los brazos", testificó.
Llevado a cabo el crimen, dijo Silva, Hernández le dice que tome la parka de Nibaldo porque hacía frío. En el camino a la playa Las Docas -donde serían encontrado parte de cuerpo del profesor- le pasa la tarjeta de débito del profesor, le entrega la clave y dice que saque dinero para colocar bencina. Aseguró que aquello habría sido con el fin de culparlo de los hechos.
Indicó al tribunal también que ella lo guió a la playa Las Docas, donde ella dio la idea de prender una fogata con la que quemarían evidencia.
"Mentí en la PDI"
Desaparecido Nibaldo, Hernández le habría informado que saldría en canales de televisión, pidiéndole además que no apareciera por un tiempo.
Ya encontrado el torso de la víctima flotando en cercanías del muelle Prat en Valparaíso, expresó, "Johanna me dice que vaya a su casa porque su familia tiene que verme apoyándola en todo eso. Me dice llorando que había reconocido el torso y que todos iban a saber que era su esposo y me pide por favor, conforme a los muchos juramentos que le había hecho de estar siempre juntos, que la iba apoyar en todo, que me culpara de los hechos y que así ella me iba a esperar con todo listo para ser felices afuera como familia".
Es así, en base al compromiso, que el día de su detención, el 21 de agosto de 2018, "mentí en la PDI, ante el policía que me tomó la declaración, cambié algunos hechos".
Silva finalizó haciéndose cargo de la supuesta enfermedad psiquiátrica que su ex abogado aseguró que tenía.
"Ya una vez encontrándome detenido en Valparaíso se presenta mi defensa anterior, no voy a dar su nombre, a ofrecer sus servicios. Yo le digo, le cuento lo que había sucedido, a parte de eso le cuento que años atrás había tenido algunos problemas psiquiátricos menores, una depresión. Me dice perfecto, de ahí nos vamos a agarrar, te saco absuelto", explicó.
Y añadió: "(Me dijo) te voy a traer unos apuntes y tienes que fingir que escuchas voces, que estas loco. Yo todavía con la ilusión de ayudar a Johanna y salvarme yo le digo ya, lo voy a hacer como dices tú. Este abogado me empezó a llevar apuntes de enfermedades psiquiátricas, esquizofrenia más que nada, y empieza a pedir peritajes e informes psicológicos y es así como traté de fingir una enfermedad psiquiátrica que en verdad no tengo".
Ayer, fue Hernádez quien declaró ante el tribunal. En dicha instancia, aseguró haber sido víctima de distintos maltratos por parte de su ex pareja y haber participado en el asesinato del profesor por temor a Silva.
Se espera que a lo largo del juicio el Ministerio Público presente más de 50 evidencias materiales, 26 testigos y 22 peritos.
El fiscal tras el caso sostuvo que para Hernández solicitan la pena de presidio perpetuo calificado por el delito de parricidio, ya que al momento del asesinato aún era su cónyuge. En tanto, para Silva se solicitó presidio perpetuo simple por el ilícito de homicidio calificado.