SANTIAGO.- El ministro de Justicia,
Hernán Larraín, entregó esta mañana mayores detalles de lo que fue la polémica carta que envió el Gobierno -junto a
Argentina, Brasil, Colombia y Paraguay- a la
Corte Interamericana de de DD.HH. (CIDH) en la que se solicita al organismo una serie de mejoras y respetar el "margen de autonomía" de cada Estado.
Tras afirmar ayer -producto de las críticas de parte de la oposición- que "se pudieron haber hecho mejor las cosas" respecto a la forma en la que se dio a conocer este antecedente a la opinión pública, hoy -en entrevista con Tele13 Radio- recalcó que "no hay nada de improvisación. Esto está seriamente fundando, repite un proceso muy similar que se hizo en Europa hace 10 años atrás", reconociendo que "no pudimos preparar una estrategia comunicacional para poder informar".
"Entonces, aquí probablemente podríamos haber informado mejor. (Pero) lo importante no es eso, lo importante es que aquí hay un hecho serio, responsable, en que Chile invita al diálogo para robustecer el CIDH y algunos parlamentarios, en forma muy ligera, han salido simplemente a criticar, por el deporte. Creo que hubo ligereza en su juicio; sin oír, juzgaron", agregó.
Dicho eso, Larraín explicó que la razón por la cual el Gobierno decidió enviar la carta al CIDH se base en que "el sistema funciona sobre la base del principio de subsidiariedad, en el sentido de que primero opera el Estado nacional, se produce una vulneración, alguien es trasgredido en un derecho fundamental aquí en Chile o en cualquier otro país, los organismos internos deben resolver ese tema y si éstos no operan, en subsidio viene el funcionamiento del sistema interamericano".
"El problema está en que la Corte está entrometiéndose en cosas que deberían ser parte del Estado chileno, no se está respetando este principio de subsidiariedad", agregó.
Para argumentar aquello, el secretario de Estado puso dos ejemplos: "Una persona fue condenada en primera instancia y pudo reclamar a través de un recurso de apelación sobre ese fallo. No lo hizo. Como no interpuso el recurso, se afirmó la sentencia, hubo cosa juzgada. Y de ese fallo fue a la Corte, diciendo que había existido denegación de la justicia. Ahí no hay denegación de la justicia, él no ejerció un recurso, no agotó las instancias. La Corte está resolviendo cosas que se debieron haber resuelto aquí".
"Nosotros creemos, distintos países con experiencias similares, que ustedes (CIDH) están yendo más allá de sus atribuciones, están invadiendo lo nuestro".
Hernán Larraín
"Otro ejemplo: una alumna dijo que el sistema de la PSU es discriminatorio, que vulnera sus derechos y reclamó a la CIDH y ésta acogió el recurso.
¿Es una política pública, materia que debe ser objeto de un organismo que vela por la vulneración de los derechos? ¿O es una política pública que se resuelve por los organismos democráticos de un Estado?", agregó.
Por ello, el ministro expresó que "nosotros creemos, distintos países con experiencias similares, que ustedes (CIDH) están yendo más allá de sus atribuciones: están invadiendo lo nuestro".
"¿Hasta dónde llega la comisión, hasta dónde empieza el Estado? (...). Hay que delimitar bien dónde empieza la Corte y dónde termina el Estado", concluyó Larraín.