SANTIAGO.- Luego de que los profesores votaran en contra de la última propuesta que les entregó el Ministerio de Educación, el Ejecutivo apuntó a que existían "disputas internas" en la dirigencia del gremio que impedirían destrabar el conflicto.
Esto ante la irrupción mediática del ex presidente del Magisterio, Jaime Gajardo, quien el fin de semana llamó a los docentes a votar en contra de la última propuesta del Gobierno.
"Es importante tener claridad con quién debe conversar el Gobierno, quién tiene el liderazgo en el gremio para resolver esta situación", afirmó la ministra Marcela Cubillos, quien hizo ver que "es segunda vez que llegamos a acuerdo con Mario Aguilar, pero al final el paro sigue". "Las disputas internas del gremio mantienen a 590 mil niños sin clases", agregó.
En la misma línea, la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, sostuvo que "sin duda que hay un problema interno en la dirigencia". "Si él (Mario Aguilar) no puede o su directiva sostener en las bases los acuerdos que concuerda con el Gobierno, entonces claramente hay un problema de liderazgo que no es menor", aseveró.
Si bien en la última elección –en noviembre de 2016– Jaime Gajardo perdió la presidencia del Colegio de Profesores, luego de estar casi una década a la cabeza del gremio, el profesor de Historia y militante del Partido Comunista igualmente se mantuvo en el directorio nacional del Magisterio, en el cargo de segundo vicepresidente.
El directorio nacional está conformado por once miembros, que son quienes han asistido a las reuniones con el Mineduc de las cuales han emanado los dos documentos con propuestas para los docentes, que posteriormente han sido rechazados por las bases.
Hegemonía de la ex "disidencia"
¿Cuál es la composición y las corrientes políticas al interior del directorio nacional, que negocia con el Ejecutivo? De los once miembros que tiene esa instancia, ocho son de una tendencia similar, cercana al presidente del gremio, Mario Aguilar, y provienen de la que antes fue conocida como la "disidencia" a Jaime Gajardo, cuando éste presidía el gremio.
2de los 11 miembros del directorio nacional del Magisterio son del Partido Comunista
Ésta tenía distintos líderes, pero en la última elección se unieron para derrotar a Gajardo y, tras conseguir ese objetivo (con cerca del 70% de apoyo), han seguido actuando como bloque al interior del directorio.
De estos ocho dirigentes, tres son militantes del Partido Humanista –incluido Mario Aguilar–, cuatro independientes –entre ellos Darío Vásquez, secretario general, el segundo cargo en importancia– y uno del Partido Radical. Además, los cuatro principales cargos del directorio –presidente, secretario general, tesorero y primer vicepresidente– están en manos de ese sector.
En cambio, el Partido Comunista hoy tiene una acotada presencia en el directorio, con sólo dos representantes: Jaime Gajardo (segundo vicepresidente) y Bárbara Figueroa (cuarta directora). Se trata de cargos que están en el escalafón quinto y undécimo del directorio, por lo que su incidencia en esa instancia sería menor.
Mario Aguilar ha minimizado la influencia que pueda ejercer Gajardo entre los docentes, refiriéndose a él como un "dirigente secundario" en el Magisterio. "Él es el segundo vicepresidente, un cargo de una importancia relativa. No creo que influya mucho la verdad", señaló. "No creo que su opinión sea tan influyente hoy día dentro del gremio, no creo que tenga tanta importancia", fue otro de sus comentarios.
También forma parte del directorio nacional la dirigente Ligia Gallegos, de otra lista de izquierda. En tanto, la derecha, que en otras administraciones tuvo presencia en el directorio del Magisterio, hoy no cuenta con ningún representante.
Antigua rivalidad
Las diferencias entre Mario Aguilar y Jaime Gajardo no se deben sólo a su militancia política, sino que también hubo algunos episodios que influyeron. Uno ocurrió durante otro paro docente cuando Gajardo el presidente del Colegio de Profesores y Aguilar miembro del directorio.
En esa ocasión, la entonces "disidencia" acusó a Gajardo de acceder a bajar la movilización tras recibir presiones del Partido Comunista y de la ex Nueva Mayoría, que entonces estaba en el Gobierno. Incluso lo acusaron de ser una "sucursal" del Ejecutivo.
Por eso, tras ganar las elecciones de 2016, uno de los principales compromisos de Aguilar fue preservar la "autonomía" del gremio.