SANTIAGO.- Durante este fin de semana, el economista y ex presidente de Codelco, Oscar Landerretche, se dedicó a compartir con sus hijos. Por esa desconexión momentánea de domingo fue que le costó entender, cuando entró a Twitter y se encontró con memes coreanos, qué era lo que estaba pasando.
En la mañana del domingo, La Tercera dio a conocer los detalles del informe que el Gobierno le entregó al Ministerio Público para respaldar lo que las autoridades han repetido en medios: que existe "intervención extranjera" en la movilización social.
El reporte, que es más bien un análisis de redes sociales, apunta a los jóvenes que siguen el estilo musical asiático del k-pop como opositores al Presidente Piñera. También habla de Mon Laferte, Residente e Ismael Serrano. "Me di cuenta de que todos estaban haciendo chistecitos con eso", dice Landerretche a Emol, "pero a mí no me parece chistoso: me parece peligrosísimo".
El tema, dice, es serio. A comienzos de 2017, cuando estaba a la cabeza de la minera, Landerretche fue víctima de un atentado explosivo en su casa en La Reina, luego de recibir un paquete que le explotó. El economista quedó con lesiones y tanto su hija como su asesora del hogar resultaron con trauma acústico.
En esa época, la compañía contrató dos asesorías internacionales especializadas en inteligencia para descifrar "de qué se trataba" la amenaza. "Los dos equipos me dijeron exactamente lo mismo: que era prácticamente inexistente la inteligencia interior del Estado en Chile", cuenta.
Las lecciones de 2017
"Cuando ocurrió el atentado en mi casa, como no sabíamos de qué se trataba, uno de mis primeros instintos fue tratar de determinar de qué naturaleza era la amenaza. En Chile vivíamos en un mundo muy particular, en el cual una empresa como Codelco prácticamente no tenía seguridad de ningún tipo", cuenta Landerretche, quien aclara que, terminado ese proceso, muchos protocolos fueron reformados.
Además de las dos asesorías, el economista buscó ayuda de personas que le generaban confianza en el tema. "Me lo tomé súper en serio, porque era el presidente de la compañía y me había explotado una bomba en la guata, pero yo quería saber qué otras cosas habían pasado", relata.
"Lo que veo es un nivel de amateurismo, de candidez, de infantilización, de farandulización y de frivolización de esto, que es un tema que es absolutamente central, y sobre todo si estamos todos apostando a hacer una nueva Constitución, un avance democratizador y republicano"
Óscar Landerretche
Y es que venían pasando cosas, asegura. En 2015, en la casa del presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre y director de la minera, Raimundo Espinoza, también explotó una bomba. "Yo había sufrido un hackeo de todas mis cuentas de mail y mis dos teléfonos en forma simultánea, con un nivel de sofisticación altísimo, entonces yo necesitaba saber de qué se trataba esto, y me parecía bien poco creíble esa historia de que eran unos ecologistas", cuenta.
Lo que le sorprendía, en ese momento, era la falta de respuestas. "Me parecía increíble que nadie me pudiera decir 'estás completamente equivocado', o 'no, lo que pasó fue esto' con algo más de información de la que yo mismo podía concluir de mi propio conocimiento. Si la inteligencia en el país es igual a lo que yo hago simplemente con mi sentido común, eso no es una actividad muy profesional", comenta.
El juicio de las empresas asesoras fue categórico: además de la falencia en inteligencia interior, la inteligencia exterior, si bien "no era tan mala", "tampoco era competente". En el momento, desconfió de que se pudiera tratar de una estrategia comercial de las compañías, pero con el tiempo se convenció.
"Eso fue lo que me pasó a mí y lo dije varias veces en entrevistas. Nadie me lo dijo directamente, pero yo entendía que la actitud conmigo era como diciendo 'claro, lo piensa porque sufrió este atentado', pero lo que estaban subestimando es que, si hay algo que me caracteriza a mí, es que estudio los temas muy a fondo. Yo le dediqué mucho tiempo a esto, porque era un tema realmente peligroso y yo necesitaba entender", asegura. "Pero tengo que decir que no avancé mucho".
Un informe "ridículo y estúpido"
Para Landerretche, la situación que enfrenta el país en términos de labores de inteligencia es "súper grave". "Lo del otro día, ese informe ridículo y estúpido de los gamers y el k-pop, es como si estuvieran unos niños a cargo de esto. Es increíble, y lo que yo digo es: ¿dónde están los adultos a cargo de esto?", se pregunta.
"Los países no pueden no tener policía, no pueden no tener inteligencia, no pueden no tenerlo. A los que viven en el mundo donde eso es posible, yo les digo que ese es un mundo de fantasía. No tengo idea cómo fue que llegamos a esto, no sé la causa, pero evidentemente tenemos un problema y tiene que ser abordado con un mayor nivel de seriedad", asegura el economista.
Para él, abordar la situación como una "operación comunicacional" es un error. "Ahí se está equivocando el Gobierno, y el día en que ellos tengan la certeza de que hubo una intervención extranjera de los servicios de inteligencia de un país, no estoy muy seguro de que la respuesta óptima sea convertirlo en un hilo de Twitter", agrega.
"Lo que veo es un nivel de amateurismo, de candidez, de infantilización, de farandulización y de frivolización de esto, que es un tema que es absolutamente central, y sobre todo si estamos todos apostando a hacer una nueva Constitución, un avance democratizador y republicano", señala.
Eso, a su juicio, se debe a que "no existen las democracias que no se defienden con inteligencia interior y exterior". "Nómbrenme una democracia ideal en el mundo —los ingleses, franceses o canadienses— y yo les voy a decir que tienen servicios de inteligencia extremadamente capaces y que además son capaces de ejercer esas funciones en coherencia con el respeto a los derechos humanos y civiles", concluye.
