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Locales tomados y pruebas suspendidas: ¿Cuánto aumenta el estrés en estudiantes que rinden la PSU?

En más de 86 recintos no se realizó la prueba por manifestaciones y tomas, afectando a casi el 14% de los postulantes, según el Demre. Tres expertos analizan las dificultades de rendir el test con normalidad.

07 de Enero de 2020 | 13:39 | Por Rocío Contreras y Diego Almazabar, Emol
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El Mercurio
"Una nueva postergación significaría un aumento mayor del problema del estrés, de la ansiedad, de la pelea, porque hay grupos que dicen que no hay que darla, y otros que piden que, por favor, no la posterguen más".

Con estas palabras, Leonor Varas, directora del Demre, analizaba la antesala de la PSU, tras los llamados de escolares a movilizarse para impedir la realización del examen de ingreso a la educación superior, postergado en dos ocasiones por la crisis social.

Hoy, en el segundo día del test, la situación es compleja: más de 86 establecimientos suspendieron la prueba por manifestaciones y tomas de los locales de rendición, afectando, según Varas, a casi el 14% de los postulantes.

"El panorama no es para nada bueno, hemos tenido muchísimos problemas, sobre todo los postulantes que querían rendir su prueba y no pudieron, lo lamentamos enormemente", agregó la doctora en ciencias de la ingeniería.

En este contexto, ¿cuánto aumenta el estrés en los y las estudiantes? Tres expertos analizan las dificultades de rendir la PSU con normalidad.

Estrés acumulado

Según Sergio González, psicólogo y académico de la Universidad de Santiago, muchos jóvenes están sufriendo "un estrés contingencial acumulado, que significa enfrentar situaciones estresantes de por sí, que implican una carga emocional mayor, y con las postergaciones hay un sobre-estrés, una falta de control sobre lo que uno puede dominar".

Ante cualquier anormalidad en las condiciones para dar una prueba como la PSU, González cree que se debería repetir el test. "Las autoridades deben asegurar igualdad de condiciones. Si hay manifestaciones en el perímetro que implican no poder concentrarse, el estrés se acumula", asevera.

Asimismo, añade que la emoción que más se manifiesta en jóvenes es la incertidumbre por no tener control sobre algo que implica cerrar un proceso. "La PSU se empieza al entrar en la enseñanza media y se supone que al darla se acaba un ciclo, pero al no cerrarlo surgen temores, frustración, angustia, y algunos podrían sentir que no son dueños de su propio presente".

Sobre el hecho de que en comunas no se reportan inconvenientes con la prueba, el docente dice que representa "una segregación territorial y una falta de nivelación de la cancha, por lo que es necesario, con este contexto, igualar las oportunidades". Asimismo, cree que esto "muestra un fenómeno que no se había visto durante el estallido: jóvenes que afectan a jóvenes".

Manejo de ansiedad y recomendaciones

Vania Martínez, psiquiatra, académica de la Universidad de Chile y directora del Núcleo Milenio Imhay, concuerda con que la PSU es una situación estresante y se acentúa al "agregarle el factor de modificar la fecha dos veces y que estuvieron expuestos a bastante estrés por lo que estaba ocurriendo en el país".

Si bien la psiquiatra argumenta que no se aplica al 100% de los y las jóvenes, la rendición de la prueba de admisión para la educación superior "va a depender de las expectativas que tengan, algunos estudiantes estaban menos estresados, pero es acumulativo y una incertidumbre".

Según Martínez, la tolerancia al estrés de alumnos y alumnas está sujeta a múltiples factores, lo que además diferencia esta situación de años anteriores, pues "hay quienes son más rígidos y reaccionan con más angustia, además se cruzan factores individuales, la presión y las situaciones de violencia a las que estuvieron expuestos".

En cuanto a diferencias por género, la académica de la Universidad de Chile, plantea que la posibilidad de que existan sesgos de parte de los padres y lo que se espera en la sociedad. "En general, las mujeres tienden a tolerar menos el estrés, pero lo expresan mejor, verbalizan sus emociones, las comparten con otras personas, en cambio los hombres tienden a ser más reservados", afirma.

Además, recomienda evitar la automedicación, así como también, el consumo de alcohol y drogas y propone utilizar técnicas de distracción, de respiración y compartir lo que sienten. "En caso de que estos síntomas superen lo que pueden manejar, pidan ayuda profesional", dice.

A la espera de nuevas fechas

Ruth Arce, directora de Pedagogía en Educación Media UDP, llama a la prudencia y a la calma, debido a que "quienes no pudieron rendir la prueba, hay una solución y van a poder hacerlo en otro momento".

La experta destaca dos dimensiones en torno a la PSU. "Por una parte la situación de complejidad que se ha dado desde octubre en adelante ha cambiado muchas cosas y de alguna manera los jóvenes se han ido adaptando, ese grupo va a poder manejarlo mejor, pero también están quienes miran al futuro con ansiedad y las exigencias de sus contextos familiares", comenta.

Arce llama a los jóvenes a no esperar definir su futuro en esta instancia, dado que "las posibilidades de entrar a la educación superior no se agotan aquí, pueden pasar muchas cosas y es imposible que lo que ha sucedido desde octubre en adelante no haya tenido un efecto sobre ellos", dice.

"Puede ser el próximo año y se pueden volver a preparar, el tema más complejo es para quienes les afecta por razones económicas o de traslado", añade.
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