"En una población vulnerable, que es la mayoría del país, se calcula que en las próximas semanas un millón de personas va a perder su empleo", aseguró este viernes Jaime Mañalich. "Como ministro de Salud, lo digo con cierta imprudencia, mi preocupación no es la economía o que se vuelva a reactivar tal o cual actividad: lo que me preocupa es que, desde el punto de vista de la salud, estamos aplicando un tratamiento que tiene efectos adversos enormes".
"Es como una quimioterapia o una radioterapia: si uno no está atento a los efectos adversos en la salud y la gente no tiene ingreso, no puede comer, calefaccionarse, salir a tomar aire... lo que ocurre y que ya está ocurriendo es que las embarazadas no se están vacunando. Se producen efectos que vamos a pagar muy caro", añadió el ministro.
En entrevista con radio Duna, Mañalich profundizó en cómo él considera que debería ser el retorno a la "nueva normalidad" y volvió a defender que "mantener una cuarentena prolongada" es "prácticamente imposible" en todo el país. "En el caso de Quiliciura, donde es un grupo de inmigrantes, (la solución) no es poner a toda la comuna en cuarentena, es un foco muy focalizado", dijo.
"Ha habido una sumatoria de pequeños brotes en localidades y cada uno de estos van sumándose y restándose y dando un panorama. Es como una ola grande con pequeñas olas, cada una de estas tiene su historia propia. Magallanes tuvo el mayor brote del país por población —no en números totales, porque la Región Metropolitana fue más— y va en franco descenso. El peak de Magallanes ya pasó. Los nuevos casos van disminuyendo", detalló.
La estrategia del ministerio, adelantó, es aplicar "una cantidad muy importante de test rápidos" a partir de la próxima semana. "Vamos a usar los testeos en trabajadores de salud, luego en hogares de adulto mayor, luego en recintos penitenciarios, en los lugares donde hay más riesgo de contagio de muy difícil control. No va a ocurrir antes del miércoles de la próxima semana y vamos a partir con los funcionarios de salud", explicó.
"Como estamos aprendiendo, no hay respuesta rígida", aseguró el ministro, quien defendió la estrategia chilena. "Hay mucho valor en las respuestas locales, las herramientas que pueden servir en un lugar pueden no servir en otro (...) las medidas sanitarias que se impulsan, estas cuarentenas estratégicas, provocan un impacto tremendo en controlar la enfermedad".
