"Quisiera acentuar el esfuerzo que estamos haciendo frente a un sistema de salud muy demandado para seguir aumentando su capacidad de respuesta, pero evidentemente nos produce preocupación que en la Región Metropolitana, y sobre todo en los lugares más vulnerables, como podría ser natural cumplir con estas medidas de aislamiento, no está siendo en la forma ideal que esperaríamos".
Así criticó este jueves el ministro de Salud, Jaime Mañalich, la conducta de una parte de la ciudadanía que, aseguró, no está respetando las medidas de restricción impuestas por la autoridad sanitaria. "Siguen apareciendo a través de los informes que recibimos de Carabineros muchas actividades relacionadas a reuniones sociales, fiestas, bailes, fiestas clandestinas, juntarse a comer con amigos", relató.
Estas instancias, explicó, "no tienen que ver con las situaciones de vulnerabilidad social", las cuales "por último harían explicable que no se pudiera seguir una cuarentena". En ese sentido, aclaró que aunque la presencia policial ha sido fortalecida, es insuficiente para hacer frente a esta situación.
"En la Región Metropolitana hay casi 2 mil hogares y tenemos un carabinero disponible cada 200 hogares. Es evidente que la posibilidad de que esto se imponga por el control policial es prácticamente imposible. Evidentemente las FF.AA. y Carabineros ayudan a vigilar y controlar, pero si no recibe cada uno un convencimiento de la necesidad de hacer estas medidas de aislamiento, efectivamente esto se va a prolongar mucho tiempo", añadió el ministro.
El seguimiento de las medidas en la región "no ha sido satisfactorio". "Si esto no parte de un convencimiento de todos, estamos en un problema", insistió el titular de Salud. "Apelamos de nuevo al compromiso y a la voluntad de los más jóvenes (...) Al final esto es una cosa de todos y, en definitiva, si no hay una preocupación y una responsabilización de las generaciones más jóvenes, esta pelea se hace muy difícil de vencer en el corto plazo", aseguró.
De no registrarse un cambio de conducta, el ministro señaló que el riesgo es "que la cuarentena se puede alargar y alargar, con toda la miseria y problemas sociales que las cuarentenas traen". "El sufrimiento asociado a una medida tan dura como es la cuarentena se va a prolongar también, afectando en demasía a los más vulnerables, a quienes menos tienen, a quienes tienen que salir cada día a ganarse el pan", dijo.
