En medio de las negociaciones por el acuerdo nacional y donde uno de los principales puntos de tope es el
ingreso familiar de emergencia, la presidenta de la UDI,
Jacqueline Van Rysselberghe, defendió este viernes que el beneficio -que se podría dar extender-, sea decreciente a partir del cuarto mes como una manera de liberar recursos para apoyar la reactivación.
"Creemos que si va a ser, por ejemplo, por seis meses a partir del que ya se dio, los primeros tres meses debiera ser plano, porque es un ingreso para ayudar a las familias que no pueden salir a trabajar. Si el tema decreciente es que cuando las cosas mejoren y la gente pueda empezar a salir trabajar, exista un incentivo para buscar trabajos y esos mismos recursos que se entregan en el ingreso familiar, se puedan poner en subsidios al trabajo por ejemplo", afirmó a Radio Universo.
Según la senadora, "es evidente que un país no se puede sostener eternamente con subsidios que no generan productividad, porque se acaba la plata no más en algún minuto. Creemos que hay que ayudar lo que más se pueda el tiempo necesario, pero que hay generar incentivos para que cuando se vea la luz al final del túnel, la gente tenga incentivos para ir a buscar trabajo".
"Es que no es un tema ideológico, es un tema práctico. Un país que no es rico como el nuestro, que tiene que producir, no puede vivir en base a subsidios a las familias, en base a transferencias directas. El Estado tiene que ayudar a quienes lo necesitan, pero quienes pueden trabajar tienen que hacerlo y por eso los recursos del Estado tienen que ir a fomentar trabajos y la creación de trabajos, cuando se pueda evidentemente", apuntó.
Y agregó que "no puede ser de un día para otro, evidente, pero tampoco puede ser que esta transición no se haga sino no es sostenible, sino vamos a terminar como Venezuela, como está avanzando Argentina (…) porque igual que la plata de una familia, la plata de un país en un minuto se termina".
Con ello, explicó que "lo que pensamos era que esto tenía que alargarse por tres meses y los primeros tres meses que fuera un ingreso plano. Que posteriormente fuera decreciente, porque con eso pensamos que en unos 6 meses más es probable estar en condiciones de generar reactivaciones y que el foco de las ayudas vayan no solo en ayudar a las familias que no puedan trabajar, sino que ayudar a las familias a que puedan encontrar trabajo, ahora si eso se alarga en el tiempo (las cuarentenas), se tendrá que alargar".
Sobre el monto del subsidio, Van Rysselberghe señaló que "pensamos que para una familia de cuatro personas es del orden de 300 mil pesos que es el ingreso mínimo más el ingreso mínimo garantizado. Lo consulté con economistas y me decían que claro, a eso hoy hay que sacarle transportes, todo lo que tienen que ver con actividades fuera del hogar y se llega del orden de una familia de cuatro personas a 300 mil pesos, es un tema que evidentemente se puede discutir, pero creo que hay una parte objetiva para avanzar".
Servicios básicos
En relación a la ley despachada ayer por el Congreso que prohíbe el corte de servicios básicos por no pago durante la pandemia, la senadora manifestó que "es una propuesta bien intencionada, pero que tiene un montón de deficiencias".
A su juicio, esto "era innecesario, porque ya estaban congelados los pagos y me parece que utilizar esto en un proyecto de ley no es lo mejor. Creo que se tendrá que pagar seis meses después y qué va a pasar con la gente que no tenga trabajo, no podrá pagarlo. Era más fácil y más flexible generar acuerdos con empresas para ver la realidad de país en vez de dejarlo rígido con la ley".
"También el generar una ley donde no concurre la voluntad de todas las partes, es complejo. Estos contratos que firmó el Estado con estas empresas no los firmó el gobierno de Piñera, lo hizo la Concertación, pero están y al cambiar reglas del juego a través de una ley se arriesga a que esto pueda llegar a judicializarse", acotó.
Para la senadora, "el proyecto está mal focalizado. Y por todas estas razones yo y varios de senadores nos abstuvimos, porque era un proyecto bien intencionado, no estaba en contra de la idea, pero el proyecto en sí me pareció que no era el más adecuado".