"Si es que el próximo gobierno no soluciona el problema del agua, Chile se va en picada para abajo, porque un país sin agua no funciona". Así de tajante es Pablo García Chevesich respecto a la crisis hídrica que atraviesa el país. Se trata del ingeniero forestal, doctor en Bioingeniería, magíster en Hidrología y Manejo de Cuencas, y miembro del Programa Hidrológico Intergubernamental de la Unesco, que además participó de la investigación espacial internacional que encontró agua líquida en Marte y marcó un hito para la humanidad.
En entrevista con
EmolTV, el experto se refirió al diagnóstico que existe desde la vereda de la ciencia en torno a la situación y urgió por la implementación de una serie de medidas y políticas públicas para hacer frente al problema. Con todo, remarcó que lo principal es generar un cambio cultural: "
La gente se sigue duchando por 20-30 minutos, las casas siguen teniendo pasto (...) es una falta de ética monstruosa".
Respecto al escenario, explicó que se han venido dando una serie de factores naturales que han ido generando el 50% de la mega sequía actual, pero por otro, la responsabilidad corre por parte del cambio climático generado por la acción humana, además de que "el consumo de agua ha incrementado muchísimo, la agricultura está totalmente fuera de control, la minería, las industrias, la urbanización", marcó.
Considerando la ventaja comparativa de Chile sobre el resto del mundo para desalar agua de mar de sus costas y utilizar ese recurso para hacer frente a la crisis, el académico de Colorado School of Mines y de la Universidad de Arizona indicó que "hay muchas otras cosas que hacer antes de llegar a desalar: mejor gestión en las 101 macro-cuencas del país, contratación de hidrólogos, cada municipio debería tener un hidrólogo, incentivos, educación hídrica (...) la última opción es importar agua".
"Somos un país que está acostumbrado a tener tanta agua que el agua nunca fue un problema y de repente ahora estamos siendo uno de los países más afectados, con las peores proyecciones del mundo, y seguimos como si no hubiese pasado nada", expresó. "Ya estamos con un balance negativo (...), las zonas donde más se consume agua la gente dice 'no si aquí no hay problemas, si el río corre sin ningún problema', pero si uno analiza la edad de esa agua, esa agua es derretimiento glaciar y en una década más probablemente, cuando ya no queden glaciares, esos ríos ya no van a correr".
100% de las aguas servidas deberían reutilizarse en Chile, dice el experto
Consultado específicamente por la
Ley de Glaciares que se discute en el Congreso, García comentó que el proyecto no diferencia entre las cuencas que existen en el país: "Cada cuenca es distinta, necesita sus propias leyes y normas, en el agua no es una cosa que se pueda aplicar a nivel nacional, sino que a nivel local.
No se puede llegar y hacer una norma para todo Chile, tiene que ser una cosa por lo menos regional".
Erradicar "la cultura del pasto"
"Nadie debería tener pasto, es una falta de ética monstruosa tener pasto en un país que está quedándose sin agua", dijo el ingeniero y ahondó: "Las áreas verdes son una necesidad para la psicología de las personas, entonces los parques y plazas se pueden regar con aguas de alcantarillado o aguas tratadas. La reutilización de agua es crucial, de hecho los países que han solucionado el problema se caracterizan porque no pierden ni una sola gota".
"Pero el pasto de la casa es lo que hay que cambiar, hay que transformar el 'jardín inglés' o 'jardín estúpido' como se le dice, a 'cero jardín'. Son jardines que se ven hermosos, pero que no consumen casi nada de agua y uno puede tener flores y arbustos, pero esa cultura del pasto (...) hay que cambiarla", enfatizó y puso de ejemplo los jardines de las casas en Arizona, donde ninguna tiene pasto, ya que culturalmente se entiende que es "poco ético" tenerlo en medio del desierto.
"Todavía hay agua y seguimos viviendo en un paraíso del agua, lo que pasa es que la derrochamos, gastamos mucha agua como personas, como industria, como sectores, porque estamos acostumbrados a hacerlo y no valoramos el recurso, y ahí entra la parte de educación ambiental que debe ser para todos, desde niños hasta empresas y gobierno"
Pablo García Chevesich
En esa línea, García mencionó que Chile debería mirar el caso de dicho estado de EE.UU. y el de Israel para replicar las medidas con las que han hecho frente a la crisis hídrica. "El secreto de los que han solucionado el problema es que solucionan problemas que tendrán en un futuro de 20 a 100 años. En Chile, el horizonte es más menos de -20 y -109 años, es decir, estamos trabajando hoy con soluciones parche en problemas que debimos haber solucionado décadas atrás".
"Las aguas de Santiago, si bien tenemos agua todavía, eso no será por mucho tiempo. En Santiago si la gente sigue consumiendo como está consumiendo, vamos a quedarnos sin agua (...) ya a partir del 2015 el director de Aguas Andinas dijo que desde ese año ya se estaba utilizando agua que le correspondía a futuras generaciones y la gente no reacciona, y la gente sigue con el pasto que se lleva el 90% del consumo humano, con la ducha... entonces hay que cambiar la cultura y no porque otros consumen más uno va a seguir derrochando el agua. Este es un esfuerzo país".
Cabe destacar que de acuerdo a los
cálculos hechos por el Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería (
CRHIAM), la minería consume entre el 4 y 5% del total del agua del país, mismas cifras que representan el consumo humano. Por su parte, la agricultura se lleva entre el 75% y el 80%, números que también coinciden a nivel global.
Debate del agua en la Convención
Consultado por cómo ve el debate que se dará dentro de la Convención Constitucional respecto al agua, la posibilidad de que sea un derecho, la regulación de su propiedad y su establecimiento como un bien común, el hidrólogo sostuvo: "Hace un par de años, yo era más partidario de la desprivatización del agua, o sea Chile es el único país en el mundo que privatizó su agua y es imposible gestionar el agua de una cuenca si es que es privada. El modelo de privatización funciona bien cuando hay un escenario de abundancia, pero cuando hay escasez simplemente no funciona".
Pero ahora, agregó, "la inversión de desprivatizar el agua sería tan grande y además sería desprivatizar un recurso que se está agotando, entonces no tiene sentido. Lo mejor es invertir esa cantidad monstruosa de dinero en desalación y otras soluciones".
"Es mejor que el agua desalada sea un bien de uso público y nunca privatizar esa agua y hacer las cosas bien. Ya cometimos el error de privatizarla, no cometamos el mismo error con la desalación", zanjó.
