En abril de 2021, la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) entregó una cifra: dentro de una escala de 1 a 10, donde 1 representa la izquierda y 10 la derecha, un 41% de la población elegía ubicarse en los números 5 y 6. Las demás posiciones no superaban el 20%, que lo alcanzó la izquierda: la derecha correspondió a un 18% y otro 17% declaró que no se identifica. El 3% restante indicó no saber o no querer contestar.
Se trata de una forma de dimensionar esa proporción de la población a la que se denomina como "centro", un segmento de ciudadanía que se convierte siempre en un botín en tiempos electorales: las candidaturas presidenciales, se dice, se ganan con los sectores centrales y no con los extremos o las posiciones más polarizadas. Por eso se ve constantemente a los aspirantes a La Moneda recolectando el apoyo de esos sectores.
"Más que centro, nosotros hablamos de posturas moderadas", acota el director del Centro de Análisis Político de la U. de Talca, Mauricio Morales. "Si uno se acoge a la CEP, cerca de un tercio de los chilenos se posiciona en el centro de la escala ideológica, aunque tenemos claridad con respecto a que ese ya no es el único factor que explica la intención de voto de las personas porque hay una porción relevante de la ciudadanía que no se identifica con ese eje ideológico", dice.
Morales los caracteriza: la "moderación", explica, se ve más a menudo "en personas por sobre los 40 años" porque "en los jóvenes existen mayores grados de polarización y de desafección". "Desde los 40 años hacia arriba tenemos la sensación informada de que el volumen de personas de centro va aumentando de manera más o menos acelerada", acota el académico.
Pero apuntar al centro, agrega, representa un "doble desafío" para los candidatos que quieren esos votos: "primero conquistar a esos votantes y segundo motivarlos para que salgan a votar", dice. "El gran problema es que, en un contexto de voto voluntario, suelen participar más las personas autoposicionadas en los valores más extremos de la escala, es decir, las personas más de izquierda y más de derecha. La razón es sencilla: las personas más intensas ideológicamente tienen mayor predisposición a votar", asegura a Emol.
La "anomalía" del centro
"¿Dónde se ubican las personas de centro?", repite el director de Tú Influyes, Axel Callís, después de escuchar la pregunta. "No se ubican, porque no existen. No puedo responder por algo que ya salió de la mente de las personas y que no está. El centro político fue una anomalía de Chile y no existe en ninguna parte más. Lo que existen son clivajes de acuerdo a los cuales las personas toman posiciones políticas", dice.
Callís tiene una posición clara: el centro es algo obsoleto y no es el sector al que deben apuntar las candidaturas presidenciales. "La DC surgió en un contexto de Guerra Fría, donde había comunismo o derecha. Eso ya no existe", dice. "La mayoría no es el centro —en ese caso a la Concertación le iría muy bien— y lo moderado no tiene nada que ver con el centro: la moderación es un atributo que existe en todo, incluso dentro del Partido Comunista, que es muy conservador", ejemplifica.
"Las mayorías no están en los nichos, que es distinto a decir que están en la moderación. El error es creer que moderación es sinónimo de mayoría"
Axel Callís
Hay algo con lo que el analista sí coincide: "Las elecciones no se ganan apelando a los nichos, sino apelando a las mayorías", afirma. "Las mayorías no están en los nichos, que es distinto a decir que están en la moderación. El error es creer que moderación es sinónimo de mayoría. Cuando yo apelo a las mayorías, estoy hablando de personas que tienen en común más atributos que otras, que es distinto a decir moderados", agrega.
¿Cuáles son esas cosas que, al menos según muestran las encuestas, la mayoría de la ciudadanía tiene en común? "Tienden a querer cambios, pero no radicales, y a buscar la no violencia. Tú me podrías decir que eso es lo mismo que ser moderado, pero ser 'moderado' es algo que va cambiando. Hace 10 años, Boric habría sido tildado de loco, pero hoy en día aparece como moderado porque está en un contexto polarizado", afirma. Actualmente, resume, todos quieren cambios, y la vocación de cambio no se entiende como una bandera "de centro".
En sus encuestas, Tú Influyes ya no incluye la pregunta del eje de 1 a 10 de izquierda a derecha. "La gente se ubica en cualquier parte, el chileno tiende a decir 5 o 6 porque siente que ahí no tiene penalización social, pero si tú ves la encuesta notas que está súper polarizada", acota. "La palabra 'centro' tiene una connotación negativa, porque se ve como sinónimo de indefinición y de híbrido. La gente no quiere cosas híbridas, porque quiere que todos tomen posición", apunta.
Quieren cambios, pero también acuerdos
"A la pregunta de '¿Qué significa ser moderado?' hay que responder con la pregunta '¿Con respecto a qué eje?'", dice por su parte la coordinadora del área de Opinión Pública del CEP, Carmen Le Foulon. Más allá del debate en torno a si el "centro" sigue siendo un concepto vigente, la investigadora asegura que "el trasfondo del eje izquierda-derecha asociado al rol del Estado versus el del mercado sigue estando sumamente vigente".
En la misma encuesta, cuenta, se añadieron "preguntas más sustantivas". Una de ellas: "dónde se ubicaría usted en esta escala, en que 1 significa 'los ingresos deberían hacerse más iguales, aunque no se premie el esfuerzo individual' y 10 significa 'debería premiarse el esfuerzo individual, aunque se produzcan importantes diferencias de ingresos". En 2019, un 34% se ubicó entre 5 y 6.
"Lo que vemos es que hay posiciones moderadas y que la población no está en un extremo u otro, sino que hay un porcentaje importante en el centro"
Carmen Le Foulon
"Lo que vemos es que hay posiciones moderadas: la población no está en un extremo u otro, sino que hay un porcentaje importante en el centro y así lo vemos también cuando se pregunta por el rol del Estado en el sustento de las personas", añade Le Foulon. En esta pregunta, la mayoría fue un 41% y estuvo en las posiciones medias.
"Otra pregunta clásica es si prefieren que los políticos privilegien los acuerdos o sus posiciones y la gente prefiere los acuerdos. En las preguntas sobre la justificación de la violencia como forma de protesta, hay un rechazo masivo que en algunos casos llega al 80%", dice. "Dicho todo eso, cualquier candidatura que quiera ganar una mayoría tiene que tener vocación más moderada", asegura.
Un ejemplo de ello, asegura, fue el resultado de las primarias. "Las dos posiciones que se impusieron son efectivamente las que tratan de moverse más a la moderación, porque un extremista difícilmente va a poder convocar a la suficiente proporción de personas para una elección de mayoría", dice. El desafío, comenta, será movilizar efectivamente a esa "ciudadanía moderada" —que se presenta de forma similar independientemente del género y la edad— a las urnas.