Una idea puso sobre la mesa el senador del Partido Socialista, Gastón Saavedra, al reafirmar sus críticas hacia el jefe de asesores de la Presidencia de la República, Miguel Crispi.
El parlamentario, que está por la salida del militante de Revolución Democrática de su cargo, consideró necesario que los cuadros del Socialismo Democrático ingresen al núcleo de mayor confianza del Mandatario: El segundo piso del palacio de La Moneda.
"A la luz de los hechos es absolutamente necesario que ingrese gente de Socialismo Democrático al segundo piso", sostuvo en entrevista con La Tercera, apuntando a que "es legítimo que el PS plantee su afán de colaborar para poder contribuir con la experiencia y conocimiento para que el Gobierno pueda navegar entre las aguas complejas de la mejor forma".
La idea, que va en la línea de los rebarajes que el jefe de Estado ha realizado en los casi dos años de Gobierno, fue puesta bajo la evaluación de analistas.
En conversación con Emol, el investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Rodrigo Pérez de Arce, consideró que "las declaraciones del senador Saavedra son un hito más en la tensa relación entre las dos almas del Gobierno, que era algo previsible desde el inicio: Donde hay dos identidades es muy probable que haya conflicto".
"Los pasos en falso de varios miembros del Frente Amplio (o cercanos a este), han profundizado esa distancia, junto con las derrotas electorales. Basta recordar la fallida ida de Izkia Siches a Temucuicui, o la tesis de Giorgio Jackson de aplazar todas las discusiones relevantes para después del plebiscito. Eso ha debilitado al Gobierno, tan débil que sus propios partidarios se atreven a formular críticas duras contra el núcleo de poder más cercano al Presidente", sostuvo.
"Ahora bien ¿Qué aliados de peso le van quedando al Presidente dentro del FA? ¿Le sirve tener un grupo que quiere ser partido único con tal falta de confianza?", cuestionó.
A su vez, el académico de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián, Kenneth Bunker, apuntó que "es obvio que cuando va saliendo Revolución Democrática de estos cupos, el reemplazo natural es el Partido Socialista, el Partido por la Democracia un poco menos, pero todo ese mundo del Socialismo Democrático, Entonces, es obvio que hay una ganancia política del sector de Saavedra y en general, ha sido lo que ha ido ocurriendo".
Por su parte, el analista y director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, sostuvo que "en Chile la asesoría presidencial aún carece de institucionalidad formal. Sin embargo, existe consenso en que el soporte que debe entregar debe ser no solo la entregar apoyo cálido. Es fundamentalmente el apoyo frío (tecnopolítico). Este ámbito, La Moneda tiene que urgentemente reforzarlo, dejando de lado la improvisación y la sola capacidad reactiva".
"La situación con Crispi abre una ventana de oportunidades para que el Presidente haga ajuste en su equipo de asesores. Se requiere de más densidad en términos de más experiencia y capacidad de gestión política. Hoy esas características están más desarrolladas en los elencos cercanos al Socialismo Democrático. De ahí que sea necesario realizar ajuste en el sistema de asesoría presidencial", agregó.
En esa línea, la académica de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales, Nerea Palma, consideró que llevar gente de Socialismo Democrático al segundo piso "parecería una jugada bien a tono con respecto a lo que ha venido haciendo el Gobierno, con los cambios de gabinete que ha tenido".
"Me parece viable que el Socialismo Democrático este en el segundo piso. No sé si siendo jefe del segundo piso, que es una responsabilidad mayor, pero si creo que podría seguir profundizándose la llegada del Socialismo Democrático al Gobierno, en lo que queda del Gobierno", sumó.
Al respecto, el analista político y académico de la Universidad de Talca, Mario Herrera, indicó que "el reemplazo de Crispi por el Socialismo Democrático implicaría la última derrota del Frente Amplio en el Gobierno, implicaría abandonar el corazón mismo del Presidente Boric".
"Si el Gobierno inició con figuras cercanas al Presidente en ministerios y cargos clave, cada vez más el Socialismo Democrático mueve el cerco hacia nombramientos políticamente relevantes. El reemplazo de Crispi, además significaría un golpe fulminante a Revolución Democrática, partido qué pasó de ocupar roles claves en el Gobierno a un espacio menor tras el caso Convenios", afirmó.