Un joven secuestrado en
Illapel, dos mujeres raptadas en
Talcahuano y ahora un empresario en cautiverio por 35 horas en
Rancagua.Estos son algunos de los últimos casos ocurridos en menos de un mes en Chile y que muestran
un aumento en los secuestros en el país. Todos terminaron con los rehenes liberados y vivos.
Ayer, el
fiscal nacional, Ángel Valencia, abordó la situación de los secuestros en el país.
"Es un fenómeno que ha estado en aumento y no cabe duda de eso (…) y probablemente está muy asociado a la figura del crimen organizado y las bandas que están hoy día operando en Chile con mayor violencia que las que veíamos hace cinco o diez años atrás".
"El año 2021 tuvimos 492 denuncias de ser por secuestro. En el año 2022 tuvimos 826, o sea, pasamos de casi 500 a un poquito más de 800 denuncias en el contexto de un año. Y veníamos de un periodo en que las denuncias por secuestro rondaban en torno a un poco menos de 500, pero teníamos un aumento progresivo desde el año 2017, que termina con esta, no quiero decir explosión, pero este aumento significativo entre el 2021 y el 2022.
Hay un aumento, sí, efectivamente, hay un aumento en la cantidad de secuestros", puntualizó en radio ADN.
En octubre, tras encontrar al joven secuestrado en Illapel, el
subprefecto Hassel Barrientos, jefe de de las BIPE Antisecuestro Metropolitana de la PDI, acotó que
"desde fines del 2021 hemos visto un aumento significativo en secuestros. Hemos recibido 101 denuncias, de las cuales 38 han resultado ser secuestros reales, y actualmente hay 15 casos en investigación".
Hasta ese caso, el policía de la PDI decía que en su mayoría los secuestros eran perpetrados por bandas internacionales, a otros extranjeros, o ajustes de cuenta. Pero ahora la realidad también golpea a los chilenos.
Por su parte, el doctor en criminología,
Mauricio Valdivia, ex jefe de Análisis Criminal Departamento Investigación de Organizaciones Criminales OS9 de Carabineros, explica que "en las quitadas de drogas entre banda de narcotráfico, se reemplazó el homicidio de los miembros de la organización criminal afectada, por el levantamiento de estos, que normalmente era familiar de los líderes que manejaban tanto la droga como el dinero", indicó a Emol.
Polémica por pago
Por la liberación del empresario Rudy Basualdo hubo negociaciones con el grupo de delincuentes y el
pago de un monto de dinero. Eso lo afirmó la
ministra del Interior, Carolina Tohá.
"Detalles de las negociaciones no les puedo dar, pero s
í se pagó un rescate, ya que la primera prioridad es la seguridad de la persona secuestrada", sostuvo.
Un tema que ha dado que hablar, ya que surgieron críticas a que la jefa de Gabinete hiciera público que se pagó por la liberación.
¿Se debe informar que hubo pago? "En general
las técnicas y tácticas investigativas no debieran ser difundidas. Pero por política de resguardo de la vida siempre se intenta agotar las posibilidades de pagar", considera Valdivia.
Emiliano Arias, fiscal jefe de O'Higgins, tampoco comparte. "Todo lo que diga relación con el proceso, si existió eventuales pagos y montos, evidentemente
dañarían la investigación en curso, así que no me referiré más allá de la formalización, que da cuenta que existe un secuestro de naturaleza extorsiva... Estamos frente a un nuevo fenómeno, esto es criminalidad organizada, no podemos exponer a la familia,
no podemos exponer cómo se realiza la negociación".Desde la PDI una alta autoridad también rechaza lo hecho por Tohá. "No está bien, por que
de esa forma confirmamos que es un negocio criminal lucrativo".¿Autoridades en riesgo?
En conversación con Radio Universo,
Daniel Tapia, especialista en inteligencia policial e investigación criminal, indicó que pese a que en Chile se vive una fase inicial de este tipo de crímenes, esto podría escalar al secuestro de autoridades del país.
"Estamos en la primera etapa del secuestro de grupos violentos (…) La segunda es cuando ya se sale y se pase del ciudadano común a una autoridad política, a un fiscal, a un magistrado, a un jefe de policía. Ahí ya es cuando ya, supuestamente, estamos realmente en la etapa máxima de la mirada del crimen", dijo.
Según el experto, actualmente este ilícito está orientado a los ciudadanos que ejercen actividades económicas. "Hay un conocimiento del lugar de trabajo y sobre todo de la persona que iban a secuestrar", dijo respecto del rapto de Basualdo.
Por su parte, Valdivia comentó diciendo que "el secuestro extorsivo se sigue vinculando al crimen organizado", el que sería "un paso en la evolución de este crimen en nuestro país".
En ese sentido, el señaló el secuestro extorsivo "es un delito en sí mismo", el cual delincuentes utilizan para obtener ganancias económicas de forma ilícita. Por el contrario, cuando este mecanismo es utilizado contra autoridades es, más bien, una "estrategia secundaria".
"En el contexto principalmente del narcotráfico, el secuestro son instrumentos de negociación de poder", dijo, agregando que ello afecta "a quienes son un problema para la organización".
De esta forma, señaló, el ilícito afecta a funcionarios con los que se podría generar repercusiones a nivel político, ilícito que se dan, por lo general, en lugares en donde se encuentra enquistado el crimen organizado, como Venezuela, Colombia y México.
Dijo sobre Chile que lo anterior "no debería ocurrir". Esto ya que "nos diferenciamos de Venezuela, Colombia y México por el poder de la institucionalidad que hoy día tenemos. Contamos con un sistema policial, judicial, fiscalía, tribunal y político con cierta estabilidad y solidez".
Con todo indicó que "cuando una organización se capitaliza, tiene poder para quitar vidas y comprar conciencia. Entonces el elemento articulador de un crimen organizado es que tenga el dinero suficiente para eliminar a aquellas personas que se ponen en su camino, comprar conciencia y corromper autoridades. Si estas últimas se oponen a las necesidades de la organización criminal terminan siendo eliminadas".
La policía detuvo al menos seis personas que son objeto de interés para la investigación del secuestro del empresario Basualdo.