Llegó el fin del 2023 y expertos realizaron un análisis de la gestión del Gobierno. Mientras algunos resaltaron que fue "difícil", otros apuntaron a que la administración del Presidente Gabriel Boric de todas maneras "lo logró sortear".
De hecho, esa fue la apreciación de Marco Moreno, académico de la Escuela de Gobierno Universidad Central, quien argumentó que el segundo año "suele ser el más complejo de las administraciones en Chile".
"Siempre los segundos años, basta recordar lo que pasó con los gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, son los más complejos, porque ya no se puede decir que están en la instalación, sino que están en plena implementación y es ahí dónde se juega fundamentalmente la valoración que hacen los ciudadanos de la gestión del Gobierno", aseveró a Emol.
En una profundización, relató que este 2023 estuvo marcado por la elección del Consejo Constitucional "donde fue derrotado el oficialismo"; y el Caso Convenios, "que es una crisis que sigue en etapa de extensión y no logra cerrarse". Ahora bien, mencionó que el Gobierno tuvo "dos respiros": los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, y el resultado del plebiscito de salida. "Eso de alguna manera le ha dado un alivio a la administración durante este segundo año", remarcó.
Tomás Duval, académico de la Universidad Autónoma, diría que en términos políticos ha sido un "annus horribilis", debido a que "terminó en una suerte de pragmatismo exacerbado, esto es apoyando el actual texto constitucional y ello tiene consecuencias profundas sobre la coalición eje del gobierno (Frente Amplio y PC), más aún sumando el acuerdo Codelco y SQM, una especie de negación de sus ideales. A ello se suman las diversas crisis que ha enfrentado el Gobierno: indultos, seguridad, derrota en el Consejo Constituyente, cambios de gabinete y la corrupción con el caso fundaciones, que han tenido períodos de complejidad en la acción del Estado".
Para Mario Herrera, académico e investigador del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, "fue un inicio de año difícil", toda vez que "comenzó con una derrota electoral en mayo y con el estallido de los casos de las fundaciones que golpearon al corazón de la coalición de Gobierno. El Presidente tuvo que hacer ajustes ministeriales, disminuyendo el espacio del Frente Amplio y refugiándose en el Socialismo Democrático".
Por otro lado, mencionó "el plebiscito de diciembre" que en su opinión, "representó un alivio y respiro para su coalición, que venía de dos derrotas electorales fuertes". Además, en términos de aprobación, dijo que "pese a probar distintas estrategias, el Mandatario no logró revertir los malos resultados que traía desde el plebiscito de 2022, pero sí al menos, consolida una base de apoyo que parece permanecer de manera irrestricta con el Presidente".
En el contexto de lo legislativo, Herrera afirmó que el Gobierno cierra el año con "dos de sus principales proyectos entrampados en el Congreso: la reforma de pensiones y el pacto fiscal". Junto con ello, se refirió a "la situación de las Isapres, que aún no se resuelve". Con ello, remarcó que "más que un año bueno o malo para el Gobierno, 2023 fue un año de sobrevivir, con una agenda mucho más reactiva a las implicancias político-judiciales del Caso Convenios, que proactiva en términos legislativos".
Juan Pablo Araya, docente de la carrera de Administración Pública de la Universidad de O'Higgins (UOH), manifestó que a su juicio, uno de los temas más complejos de este año fue el "problema de liderazgo y de dirección política, y particularmente el problema de control de la agenda de Gobierno".
"El Gobierno ha estado muy condicionado por la problemática de seguridad ciudadana, de la delincuencia y de los delitos de alta connotación social, es en este tema en particular donde en muchos pasajes del año, incluso durante semanas y meses, parecía ser que no tenía una solución clara. Mucho esto se debe a errores no forzados del Gobierno que surgen a finales del año pasado como el indulto a los presos del estallido o, posteriormente, con el asesinato de tres carabineros, lo que rememoró muchas de las declaraciones del Presidente en su etapa de diputado y de los políticos del bloque de Gobierno. Y al final del año, la reincidencia de Luis Castillo, que volvió a poner en tela de juicio la decisión de los indultos. Todos estos ejemplos demuestran cómo el Gobierno en muchos pasajes se vio incapacitado de poder llevar adelante su programa de Gobierno", puntualizó.
En segundo lugar, consideró que el 2023 se caracterizó "por la consolidación del Socialismo Democrático como un actor clave y en el centro del Gobierno -como también lo consignó el académico Herrera- y, por otro lado, la progresiva pérdida influencia política del Frente Amplio en el Gobierno".
En tercer lugar, destacó que "un casi nulo avance en las grandes reformas comprometidas del Gobierno, particularmente en materia previsional, en materia de salud y en materia tributaria. A mi juicio, esto se debe a dos cuestiones: en primer lugar, el haber vivido un año electoral, un año caracterizado por la votación por la nueva Constitución, y en estos procesos constituyentes generalmente los acuerdos políticos son más complejos, es decir, hay una polarización política lo cual dificulta los acuerdos, pero, en segundo lugar, también ha habido una dificultad del Gobierno para poder ordenar a su propio bloque, es decir, ha habido una baja capacidad de coordinación política de los partidos políticos. Esto lo vimos en la votación de la reforma tributaria, la cual era clave para financiar muchas de las reformas propuestas por el Gobierno, pero el oficialismo teniendo los votos en el Parlamento, no pudo ordenar a sus parlamentarios y esta reforma que era clave no pudo ver la luz".
Araya, por el contrario, dijo que hay aspectos positivos a destacar como "la figura del Presidente, que si bien ha habido grandes problemas en la conducción política, aún ha logrado retener aproximadamente el 30% de aprobación a su Gobierno y, en segundo lugar, si bien es complejo catalogarlo como un triunfo a secas, pero la no aprobación de la propuesta de texto constituyente redactada principalmente por los republicanos, también le da un cierto oxígeno al Gobierno para comenzar este año 2024, que en este sentido, ejerciendo una mejor dirección política, una mejor coordinación política, podría darle un segundo aire hasta segunda etapa del Gobierno".
Aprobar reformas y ejecutar el presupuesto: Los desafíos para 2024
Tras analizar el 2023, los entendidos abordaron cuáles serían los desafíos para 2024. Para Moreno los principales retos tienen que ver con dos aristas: "la capacidad de gobierno, es decir, poder llevar adelante las reformas que el Gobierno tiene que priorizar y que son posibles de realizar" y "la ejecución, o sea, la capacidad de implementar, de ejecutar el presupuesto".
"Lo que la gente espera de un Gobierno son resultados y esa es la palabra que encumbra o hunde a un gobierno. Esto es especialmente complejo para la administración del Presidente Boric en un inicio de un ciclo electoral que parte este 2024, con elecciones primarias y de gobernadores, de consejeros regionales, alcaldes y concejales. En ese tiempo el Gobierno tiene que ser capaz de mostrar resultados para poder ponerle un piso político a los candidatos del oficialismo que compiten en estas elecciones", afirmó.
Para Duval, "el mayor desafío será intentar aprobar alguna de las reformas estructurales con énfasis en materia de pensiones, dado que tiene desafíos electorales y un Gobierno inserto en problemas y baja evaluación, no es el mejor escenario para fuerzas políticas del oficialismo. Por otra parte, la seguridad seguirá siendo una dificultad política e ideológica para el Gobierno".
Las elecciones municipales de 2024 son el principal reto para el Gobierno según Herrera, pues según dijo, "un mal resultado en estas elecciones podría ser el anticipo de perder la presidencial. En los últimos comicios la coalición de Gobierno obtuvo un buen resultado, pero con la crisis que viven los partidos del Frente Amplio y la crisis en seguridad, el camino es cuesta arriba. El Gobierno tendrá que priorizar proyectos que satisfagan demandas locales, como la delincuencia. Para ello, es vital el dominio de la agenda sectorial por sobre la política".
Por último, Araya apuntó que "el Gobierno debe tomar conciencia de que están en un ambiente en el cual los acuerdos son complejos, y definir cuáles son las reformas en las cuales están dispuestos a transar y en las que no, para poder materializar resultados". Ello, para que "al final del Gobierno del Presidente Boric ellos puedan decir 'hemos avanzado en estos temas específicos de política pública'".
Finalmente, dijo creer que tiene un gran reto en "mejorar la implementación en las políticas públicas y aquí considero que hay un problema y una oportunidad que tiene que ver específicamente con el segundo piso no solo tiene un rol en la asesoría del Presidente en materia política, de comunicación política, sino que también en la implementación de las políticas públicas".
"En este sentido, creo que el Gobierno tiene el desafío de fortalecer los equipos técnicos en el Estado, en las distintas organizaciones públicas y mejorar la gestión de las políticas públicas. Hemos visto que grandes flancos de críticas al Gobierno se han abierto en materia de implementación de política pública, o con los servicios locales de educación en el norte, con lo que hemos conocido en los últimos días en relación con la gestión de las vacunas que caducaron en los últimos años", concluyó.