La crisis de seguridad que atraviesa Ecuador a raíz de la presencia del crimen organizado en el territorio y de las medidas adoptadas por el Presidente Daniel Noboa, trasladaron el debate a Chile en cuanto a las preocupaciones por el sistema carcelario.
Lo anterior, porque la fuga de Adolfo "Fito" Macías, peligroso líder de Los Choneros en Ecuador, activó una espiral de violencia en Ecuador y el decreto de estado de excepción bajo la consigna de "no negociar con terroristas". Pero también, porque distintos grupos del crimen organizado mantienen el control de cárceles en ese país, el que luego se traslada a los territorios.
Luego de la fuga de "Fito", los motines que se han desarrollado en las cárceles ecuatorianas han dejado un saldo de al menos 100 funcionarios como rehenes.
En conversación con Radio Universo, el ministro de Justicia, Luis Cordero, recordó que Gendarmería de Chile conoce bien de la situación en Ecuador, puesto que cuando se produjo la crisis anterior en el sistema penitenciario de ese país, la institución chilena prestó colaboración.
"Nosotros estamos muy distante de lo que ha estado sucediendo ahí en términos de régimen institucional, las características de Gendarmería, la profesionalidad que tienen, el mecanismo de formación, pero la situación se observa, entre otras cosas, por la forma y modo que ha ido cambiando la composición del crimen que tiene una representación en la cárcel", precisó el ministro.
Lo anterior, porque las variables que confluyen en el conflicto que hoy atraviesa Ecuador, son múltiples. "Tiene que ver con el tipo de crimen que se ha ido cometiendo, con el retraimiento estatal por el otro, y lo tercero, Ecuador abordó sus crisis de seguridad rigidizando el código penal, sin preocuparse de las condiciones carcelarias", comentó el ministro.
"Y cuando se generan condiciones de sobrepoblación, que suelen estar presente, pero sin preocuparse del control, de la fortaleza institucional, se generan condiciones de reclutamiento muy fácil, y la cárcel se transforma en el escenario ideal para que el crimen organizado logre reclutamientos muy fáciles", precisó el secretario de Estado.
Consultado por si en Chile están todas las cárceles en manos del Estado y cuál es el estado de control intramuro, el ministro subrayó que el control está en manos de Gendarmería, y reflexionó que "yo sé que a veces, en el relato de la crisis, las traspolaciones no son correctas, pero la autoridad de Gendarmería lo dijo ayer, están hechas las evaluaciones de cada uno de los penales, de hecho, hoy en la mañana se está haciendo el primer operativo de intervención de los centros penitenciarios de todo el país, que es el que se realiza habitualmente. Yo, lo primero que descartaría, es una hipótesis de riesgo".
En segundo lugar, el ministro detalló que el país ha tenido un explosivo crecimiento de personas privadas de libertad. Hacia el 2021 había unas 42 mil personas en esta situación, pero desde finales de 2021 hasta ahora, "hemos tenido un aumento muy significativo, más del 20%, que ha llevado a que tengamos más o menos 53 mil personas privadas de libertad".
El mayor aumento, precisó, son personas en prisión preventiva. También se ha notado un aumento en la población extranjera y mujeres. "Ese crecimiento, en tan poco tiempo, era muy difícil de predecir", comentó Cordero. La sobrepoblación más relevante, detalló, está en la RM, Valparaíso y Copiapó.
Las señales de "alerta"
En cuanto a una posible "señal de alerta" para Chile frente a lo ocurrido en Ecuador, el ministro comentó que, en efecto, "es una alerta en varios sentidos; una, que probablemente podría incomodar. El caso de la situación penitenciaria y gobernabilidad de las cárceles en Ecuador viene discutiéndose hace muchísimo tiempo. Lo que la evidencia demuestra, y uno de los primeros aprendizajes, es que esta idea que endureciendo penas, va a meter más gente a la cárcel, y que esa es la manera en que la sociedad sanciona efectivamente, despreocupándose de lo que pueda suceder".
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La segunda alerta o enseñanza, está vinculada a las fortalezas institucionales, cuán fuerte son las instituciones a cargo de la administración penitenciaria. El país ha venido en los últimos años fortaleciendo muy significativamente a Gendarmería, de hecho, no sólo en términos de recursos, sino que en términos de atribuciones", agregó.
Y en tercer lugar, destacó que es clave "observar a la cárcel como parte del ciclo de seguridad. Si queremos focalizarnos en bandas criminales, debemos evitar contaminar y contagiar a personas con bajo compromiso delictual".
Polémica por "Peso Pluma"
El ministro Cordero también abordó el debate que se abrió por la presencia de "Peso Pluma" en el Festival de Viña del Mar y las acusaciones por hacer una "apología" de la narco cultura. De hecho, la ministra del Interior, Carolina Tohá, expresó ayer su preocupación por que exista un seguimiento de "canciones que promueven la cultura narco", y precisó que se trata de "un tema sensible".
"El Gobierno no censura en lo más mínimo, pero ciertamente le preocupa y no le gusta que se promueva la cultura narco, y hace todo lo posible porque ello no suceda a través de los mecanismos que nosotros contamos", comentó Tohá.
Cordero, por su parte, comentó que "yo comparto la opinión de la ministra (Carolina) Tohá. Creo que uno no tiene que ensalzar aquel estilo o cultura que, en el fondo, lo que promueve es una cierta forma de entender la sociedad infringiendo la ley", reflexionó.
Consultado por si habría que repensar la presentación del cantante, el ministro comentó que "yo creo que ahí está el dilema clásico en este tipo de temas. De hecho, de Peso Pluma yo no tenía conocimiento, ni he escuchado... no podría decir en términos de mi constancia".
"Lo que sí quiero decir, es que cuando se dan conflictos de esta naturaleza, se produce una tensión, y hay ciertos bienes públicos que hay que tratar de garantizar, especialmente cuando se realiza un evento que es organizado que es promovido por una institución del Estado y de la sociedad, sobre el cual descansa el Festival de Viña", agregó.
Consultado por si se debe revisar la participación de mexicano, Cordero comentó que "esa es una discusión que le corresponde a los organizadores en el contexto de una sociedad plural, pero también en lo que es una sociedad democrática".