Mapa elaborado por científicos de la PUCV a partir de imágenes reveladas por la NASA.
PUCV
Gracias a las primeras imágenes entregadas por satélites de la NASA, académicos e investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso elaboraron un mapa que permite dimensionar la magnitud y severidad que tuvo el megaincendio en la Región de Valparaíso.
El estudio realizado por profesionales del Instituto de Geografía de la casa de estudio afirma que el daño estructural que provocó el siniestro era inevitable. En esa línea, el académico Luis Álvarez señaló que "todo megaincendio que parte siendo forestal termina como estructural porque cualquier foco del arco periférico del Gran Valparaíso irremediablemente se proyecta a la ciudad".
"Las periferia y las condiciones de ruralidad es una vulnerabilidad que debe ser atendida de extremo a extremo
porque allí se incuba y proyecta el fuego como riesgo debido al deterioro y abandono de plantaciones sobre todo de eucaliptos fuertemente combustibles. Los propietarios están ausentes por falta de oportunidad porque el suelo es superfluo, un lugar que no se cuida se quema por negligencias, accidentes o piromanía", advirtió Alvarez.
Respecto a las imágenes se exhiben tres. La primera corresponde al día 20 de diciembre, previa al gran siniestro. La segunda fue capturada el 3 de febrero y muestra múltiples focos proyectándose hacia el norte. La última fue tomada el 5 de febrero, fecha en que el fuego ya había sido controlado parcialmente, quedando activo algunos focos de avance menor.
Los científicos estimaron que el área afectada alcanza las 9.429 hectáreas "Hay elementos que aparecen y desaparecen en el territorio y que son capturados por las bandas espectrales del satélite, esto es el combustible que se encuentra a nivel territorial que es básicamente vegetación, pasto seco, arbustos, árboles, plantaciones forestales y la madera, que también está en las casas que fueron afectadas después", dijo el director del Laboratorio de Geo-información y Percepción Remota de la PUCV, Roberto Chávez.
Asimismo, observaron que en la zona donde se inició el incendio (sector La Engorda en Las Tablas) la severidad es baja-media, pero a medida que el fuego se proyecto hacia quebradas y barranco la severidad aumentó.
"La vegetación principal afectada por el fuego correspondió a mosaicos adultos de Eucalyptus globulus y matorrales semidensos entremezclados con otras especies arboladas, entre ellas aromo y remanentes de pino insigne", especies que presentan alto poder de inflamabilidad, dice el informe.
Posteriormente, el fuego fue ganando envergadura a medida que avanzaba hacia sectores poblados: "En este trayecto, y tras superar la Reserva Lago Peñuelas en su avance hacia el norte, el fuego se encuentra con una cadena de cerros dominada por palmares adultos y mezclas de matorral en las partes altas y remanentes de bosques en fondo de quebradas".
Tras llegar a las quebradas de El Quiteño, El Salto y Marga Marga, el fuego adquirió un comportamiento extremo debido al "abastecimiento de oxigeno, dada la inclinación de las llamas en pendiente y la dirección a favor del viento".
Los científicos también destacan que el Lago Peñuelas sirvió de cortafuegos para evitar el avance de las llamas hacia la Ruta 68.
Mapa muestra zona afectada por el fuego
Primera imagen previa al incendio y la segunda fue tomada el 5 de febrero