Múltiples cuestinamientos se abrieron en las últimas horas por la preparación y facultades de los vigilantes de seguridad privados, luego que ayer se registrara una
balacera en Lo Valledor, comuna de Pedro Aguirre Cerda, lo que dejó a tres personas heridas.
El hecho ocurrió luego que durante un control de acceso al recinto, una mujer, identificada como Mariana Cea Oyarce, se negara a mostrar su identidad, por lo que amenazó a los guardias con una lima. Producto de ella, resultó retenida por un guardia de seguridad privado, quien intentó entregar a la mujer a Carabineros.
Sin embargo, en ese momento,
Cea logró arrebatarle al guardia el arma que mantenía en su cinto, logrando disparar en seis ocasiones, provocando las heridas de un funcionario de seguridad, un camarógrafo de Chilevisión y a un funcionario de comunicaciones del propio recinto.
Fue así como abrió el debate por la preparación del vigilate de seguridad del recinto, en cuanto al cumplimiento de los protocolos de detención y el riesgo que significó que la mujer tuviera tan fácil acceso a poder arrebatarle el arma.
Marcelo Araya, gerente de comunicaciones de Lo Valledor salió a defender tras lo ocurrido que "yo no puedo hablar nada contra nuestros vigilantes, porque ellos están muy bien preparados, son todos ex miembros de las instituciones armadas, hombres y mujeres, y ellos siguen sus cursos OS10 el periodo que se les va pidiendo, están muy bien preparados".
Esto, pese a reconocer que "puede haber ocurrido un pequeño error (...) todo podemos cometer un error, pero el sistema de seguridad va a permanece".
Pero en La Moneda, y tras la reunión que hubo entre Carabineros y autoridades del Interior tras el incidente, hubo otra percepción preliminar. La delegada presidencial de la RM, Constanza Martínez, sostuvo que se "trató de una falla de la seguridad privada", apuntando a la "baja capacidad de inmovilizar a esta persona, que es parte de un procedimiento", "falla de protocolos" y "arma muy expuesta al público en general", aspectos que tendrán que confirmarse tras la investigación del OS10 de Carabineros,
El hecho generó una yuxtaposición de debates, puesto que había otro abierto la semana pasada, desde que se anunció una nueva medida de seguridad en Lo Valledor y que ayer tuvo su marcha blanca: la solicitud de carnet identidad para poder ingresar al lugar. Ante ello, el Gobierno había llamado a tener cuidado con la "discriminación".
Un debate extenso y de larga data
El debate por la preparación de los vigilantes de seguridad no es nuevo, y se agudizó con fuerza el año pasado, en medio de la crisis de seguridad que afecta al país.
Los llamados a mejorar las condiciones, atribuciones y preparación de estos vigilantes privados llegaron desde todos los sectores: varios alcaldes pidieron urgencia a la Ley de Seguridad Privada, luego que se registraran varios casos donde los funcionarios municipales resultaban agredidos. Incluso, la muerte de Hugo Vega, funcionario de seguridad municipal de Macul, a manos de un adolescente que protagonizó una situación de Violencia Intrafamiliar (VIF), hizo más urgente los llamados.
Otro hecho se registró en julio del año pasado, luego del bullado robo de computadores en el Ministerio de Desarrollo Social. Fue el propio subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, quien salió a reconocer que a la empresa de seguridad privada que tenía contratada la cartera afectada (HM Seguridad), "se le cursaron multas por funcionamiento, pero también porque los guardias no tenían los cursos actualizados".
Fue en ese contexto en que Vergara anunció que durante los siguientes días el Ejecutivo ingresaría al Congreso una Ley de Seguridad Privada, "donde donde el nuevo Ministerio de Seguridad será el órgano rector; y se aumentarán las multas a las empresas que no cumplan bien su rol", entre otras disposiciones.
En agosto, Vergara valoró el apoyo que estaba consiguiendo la normativa, en el marco del "fast track legislativo" que se acordó entre el Gobierno y el Congreso, para avanzar en una serie de leyes en materia de seguridad.
El subsecretario adelantó respecto a la ley que "ya no tendremos dos categorías de entidades obligadas, sino que tenemos una amplia categoría de entidades obligadas, donde existirán distintas medidas de seguridad y cada institución tendrá que adecuarse con más flexibilidad".
"Además de estandarizar el rol de las empresas de seguridad privada, permitimos también de una vez por toda la especialización de los guardias de seguridad", agregó. En el fondo, se trata de una "profesionalización de los servicios de seguridad", lo que trae aparejado un aumento de multas en caso de que no se cumplan las disposiciones.
Zoom a la actuación del vigilante
El pasado 14 de marzo se promulgó la Ley de Seguridad, publicada el 21 de ese mes en el Diario Oficial. Ahora, falta un reglamento para que entre en plena vigencia, para lo que existe un plazo de seis meses. El reglamento, además, es un paso es clave para sacarle el máximo provecho a la normativa.
Así lo asegura Aldo Vidal, vocero y asesor técnico de la Asociación de Empresas de Seguridad Privada y Transporte de Valores (Aseva) a Emol, al ser consultado por las "esperanzas" que están puesta sobre esta normativa, y cómo un hecho como el ocurrido ayer en Lo Valledor, podría haber tenido un mejor desarrollo, siempre, eso sí, considerando el contexto en que se dieron los hechos.
"Quiero creer que él (vigilante), por evitar esta mirada crítica que existe sobre su función, quiso retenerla sin necesidad de usar las esposas".
Aldo Vidal, vocero de Aseva
"Respecto a la actuación de este vigilante privado, hay que mirar que no era fácil enfrenar una situación de esta naturaleza. Las personas que trabajan en este rubro, ponen en la balanza algunos elementos, por ejemplo, que no es lo mismo lidiar con una mujer o con un hombre, si quisiéramos la excelencia del desempeño, lo ideal sería que una mujer hubiera actuado en ese caso", comentó.
Asimismo, comenta que "al lo mejor ese armamento debió haber estado en una funda que ofreciera mayor seguridad, pues es trata de un revólver, mientras que una pistola es más difícil de manipular, o al momento de ver la resistencia de la mujer, al haberla reducido, podría haberle puesto las esposas de seguridad".
"Se podría haber algo mejor, pero insisto, es una situación compleja, creo que es muy apresurado hacer un juicio respecto a la actuación, y es el OS10 como entidad fiscalizadora el que debe revisar si todo fue en regla", complementó.
De todas formas, reflexionó que "no hay que dejar solo al vigilante en este debate, porque de ser así, estamos dando una pésima señal. Si sentimos que hace todo mal, no nos enfocamos realmente en el problema real, donde hay una mujer agresiva disputa a disparar; él la redujo, hubo forcejeo, y quiero creer que él, por evitar esta mirada crítica que existe sobre su función, quiso retenerla sin necesidad de usar las esposas".
"Estamos esperanzados" en la nueva ley
Con todo, Vidal recalca que para que entidad obligada -es decir, sometidas a las exigencias de la seguridad privada-, como es el caso de Lo Valledor pueda tener un equipo de seguridad, debieron haber cumplido con varias disposiciones, como "presentar una directiva que debió explicar todos los protocolos de actuación, forma de actuar y operar de los vigilantes privados".
"Como gremio estamos esperanzados en lo que pueda generarse a partir de esta ley, pero también creemos que este trabajo que hay que hacer de preparar el reglamento, es clave. Si esos reglamentos se van a confeccionar a puertas cerradas no tenemos ninguna posibilidad de poder entregar información valiosa (...)".
Aldo Vidal, Aseva
El vocero de Aseva comenta que la nueva normativa busca precisamente que se profesionalice la seguridad privada, "porque lo que queremos es que este coayudante de la seguridad pública, pueda cumplir realmente tareas de seguridad que permitan inhibir la acción del delincuente, y que la seguridad pública no tenga que estar tan activa en instalaciones privadas".
"Como gremio estamos esperanzados en lo que pueda generarse a partir de esta ley, pero también creemos que este trabajo que hay que hacer de preparar el reglamento, es clave. Si esos reglamentos se van a confeccionar a puertas cerradas no tenemos ninguna posibilidad de poder entregar información valiosa, no sólo nosotros, sino que muchos que tienen vinculación activa con la seguridad privada", comenta.
Asimismo, comenta que es importante que se abra una forma de agilizar los procesos de acreditar y fiscalizar los procesos para que las empresas puedan contratar seguridad privada. "Hoy esos procesos son muy lentos y burocráticos, siguen funcionando con ventanillas, y falta modernizar eso, que finalmente será traspasado en la Subsecretaría de Prevención del Delito del futuro ministerio de Seguridad", acotó.
De todas formas, comentó que Aseva concurrirá a una primera reunión con Prevención del Delito este miércoles, precisamente para aportar su visión en las bajadas para el reglamento, considerando además que hay varias áreas de la seguridad que deben ser consideradas en esta nueva normativa.