Los continuos ataques de jaurías de perros mantienen hoy a la fauna nativa como uno de los principales blancos de grupos de canes que deambulan por distintas zonas del país. Sin embargo, este daño también tiene un impacto en las personas. Desde la Seremi de Salud de Antofagasta, por ejemplo, se informó que el año pasado 3.387 personas sufrieron mordeduras de perros en esa región, a un promedio de 9,2 por día. "La responsabilidad de los ataques recae en los dueños de los canes. En cuanto a accidentes en la vía pública provocados por animales sin dueños, corresponde a las respectivas municipalidades, de acuerdo con la normativa vigente", planteó la seremi de Salud, Jessica Bravo. En esa misma zona del país, en octubre del año pasado, la guía turística Daniela Gamboa (27) murió en San Pedro de Atacama tras el ataque de una jauría de perros. El mismo final halló una mujer de 34 años en abril de 2023 en Alto Jahuel, en Colina (Región Metropolitana), cuando iba a buscar a uno de sus hijos a un colegio del sector. Según datos del Servicio Médico Legal (SML), entre 2018 y 2024 se han realizado 24 autopsias a fallecidos por mordeduras o ataques de perros. El mayor número (9) corresponde a la Región de Valparaíso, seguida de la Metropolitana (6). El tramo etario con la mayor cantidad de fallecidos por esta causa, en tanto, corresponde a adultos mayores de 65 años y más (7 casos). Le siguen los de 19 a 29 años (5) y los de 30 a 44 (5). Eduardo Yanjari, miembro de la directiva de la Cámara de Comercio y Turismo de San Pedro de Atacama, junto con lamentar la muerte de la guía turística por el ataque de una jauría, reconoce que estos episodios impactan en la imagen de ese destino turístico. A inicios de año, una residente brasileña del poblado -quien permanecía con su visa de turista vencida, según informaron desde el municipio- sufrió mordeduras de gravedad tras otro ataque de canes.