Un tema que ha estado al centro del debate esta semana, es el de
Isabel Amor. Y es que el pasado 2 de agosto asumió como directora del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg) en Los Ríos, pero tan solo dos días después fue removida del cargo. Según argumentaron las autoridades que tomaron la decisión, por una "pérdida de confianza".
Esa fue una de las primeras frases y posturas en definirse en esta trama.
"Respecto a los motivos en que se funda la revocación de este nombramiento, este se encuentra estipulado en la normativa de Alta Dirección Pública (ADP), que faculta la remoción por distintas causas, entre ellas, la pérdida de confianza", decía un comunicado que compartió El Austral de Valdivia la semana pasada.
Amor, por su parte, manifestó a través de redes sociales que "me ofrecieron un trabajo, sabiendo todo de mí. Dejé mi empleo anterior. Me trasladé de región. Me piden hoy la renuncia, a dos días de asumir. No me pregunten a mí qué pasó, porque no tengo más información. Esto supone un problema mayúsculo para mi familia".
Días después, en una entrevista con la Revista Sábado de El Mercurio, comentó que "se me debe juzgar por mi trabajo, no por la condena de mi padre", haciendo referencia a que en abril de este año la Corte Suprema confirmó la sentencia de Manuel Amor, médico y militar en retiro del Ejército, condenado como encubridor del delito de tormentos o torturas inferidas a Luis Corvalán, en 1973.
Desde ahí, más reacciones comenzaron a surgir. Por ejemplo, y mediante una carta enviara a El Mercurio, Genaro Arriagada sostuvo que lo ocurrido "constituye un caso de atropello que es inaceptable y que, aunque no importe una agresión de violencia física, no deja de ser menos aberrante".
"De ser ciertos estos hechos, estaríamos ante la discriminación en contra de una categoría de personas a las que no se les pena por sus actos, sino por las conductas de sus padres. El Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género debe una explicación", agregó.
Movilh Chile, también se pronunció tildando de "injusticia brutal" e "inhumana" lo ocurrido con Amor. "El Ministerio de la Mujer y Equidad de Género debe corregirla", añadió.
La socióloga y experta en temas de género, Claudia Dides, en tanto, manifestó en su cuenta de X que es "totalmente incomprensible lo que le ha pasado a Isabel Amor. Mi solidaridad contigo", junto con emplazar al Ministerio a dar alguna explicación.
Por su parte, el activista de los DD.HH., Óscar Rementería, dijo en la mencionada plataforma que "la situación que vive Isabel Amor es absolutamente detestable; quienes algo sabemos cómo funciona la administración pública, la causal de 'pérdida de confianza' se usa para usar el cupo (y sueldo) del cargo afecto a Alta Dirección Pública y entregárselo al operador político cercano al gobierno de turno".
Tras estas declaraciones se volvió a manifestar la administración del presidente Gabriel Boric, aunque esta vez a través de la vocera Camila Vallejo: "En nuestro Gobierno se producen desvinculaciones de funcionarios y funcionarias por distintas razones según lo establece nuestro marco normativo y a veces se da por incumplimiento, o a veces se da por pérdida de confianza cuando se produce esa pérdida de confianza, y así lo ha expresado el servicio en un comunicado oficial". "Ninguna pérdida de confianza está asociada a vínculos de sangre", aclaró.
Luego de eso, aumentaron las presiones para que la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, aclarara la situación. Este martes, un grupo de mujeres de la comunidad LGTBIQ+, quienes también han participado de iniciativas de la Fundación Iguales, enviaron una carta a El Mercurio, para sumarse a las críticas de lo ocurrido con Amor, quien también mantiene un largo camino como activista de derechos.
"Consideramos que lo ético es proporcionar una explicación coherente y transparente que no deje espacio para suposiciones y malentendidos. Es crucial aclarar que la desvinculación de Isabel Amor no está relacionada con acciones o responsabilidades de terceros, sino que responde a una verdadera falta de confianza en su persona, si es que ese fuese el caso", afirmaron.
Voces del Parlamento también surgieron. El diputado PS, Marcos Ilabaca, acusó que en el caso de nombramiento de Amor, "ha existido un nivel de liviandad y ligereza de improvisación no visto hace muchos años", mientras que el senador DC, Iván Flores, comentó que "aquí se han vulnerado procedimientos y derechos personales".
El senador PS, Alfonso de Urresti, dijo que Amor se contactó con él, y "me parece poco claro y poco justificado que tomada una decisión, a los dos días se argumente la pérdida de confianza, y acá debería dar una explicación la directora de Sernameg".
En tanto, la presidenta de la Comisión de Mujeres de la Cámara, Ana María Bravo (PS), señaló que "es una situación altamente preocupante y lamentable, tanto Sernameg como el Ministerio de la Mujer deben explicar las motivaciones de esta desvinculación, ya que de concluirse la existencia de discriminación, sería muy grave".
Horas después, las diputadas de la UDI, Flor Weisse, Marlene Pérez y Marta Bravo, anunciaron que citarían a la ministra Orellana a raíz de la polémica. "Más allá de las legítimas y profundas diferencias que podamos tener con Isabel Amor, lo que el Gobierno ha hecho con ella no tiene nombre. Las responsabilidades, de cualquier índole, son individuales, de tal manera que nadie debería responder por algo que no hizo ni mucho menos asumir costos por aquello", señalaron.
"Hubiésemos esperado que la ministra de la Mujer, que tiene que velar por la igualdad y el derecho de todas, sin ninguna distinción, levantara inmediatamente la voz frente a esta grave cancelación y atropello del que está siendo víctima Isabel Amor", acotaron.
Nueva respuesta de Sernameg y pronunciamiento de Orellana
Con todo, desde Sernameg volvieron a referirse al tema enfatizando en que la decisión de remover a Amor se basó en su desempeño y que "la pérdida de confianza en ningún caso tiene relación con el hecho de ser hija de un condenado, sino que obedece a sucesivas omisiones de información relevante y acciones por parte de esta profesional".
Y detallaron que entre estas faltas está "no informar de las dificultades de su relación con agrupaciones de derechos humanos y la resistencia a asumir el diálogo con las asociaciones de funcionarios de Sernameg a nivel regional como parte natural del ejercicio del cargo".
Además, por "comentarios desafortunados relativos a la condena de su padre, expresados al conocer al equipo del Servicio que trabaja en la región de Los Ríos; a lo cual se suma el envío al Servicio -por parte de la ex directora- de una nota periodística que aún no era publicada, donde relativiza la responsabilidad de su padre, pese a existir una condena por violación de derechos humanos ejecutoriada en su contra, en el caso de Luis Corvalán Castillo. La entrevista, finalmente, fue publicada, pero en una versión distinta al texto recibido por el Servicio".
El mismo martes y en conversación con 24 Horas, Amor dijo sentirse defraudada del Gobierno y que habría "motivaciones políticas" detrás de su despido. "Hubo una vulneración grotesca a mis derechos humanos", añadió.
Este miércoles 14 agosto finalmente Orellana rompió el silencio a través de una carta a El Mercurio: "Si bien no es usual que personas en la esfera pública tengan la oportunidad de revisar el texto de una entrevista antes de su publicación, esto sucedió con la realizada por su medio a la profesional Isabel Amor, quien el 30 de julio envió voluntariamente un borrador al equipo nacional de Sernameg al que recién se sumaba", dijo en un comienzo.
Luego, aseveró que en dicha versión de la entrevista "se incluían declaraciones respecto de delitos de lesa humanidad que, comprensibles para una hija, no lo son para una autoridad pública". "Grande fue nuestra sorpresa al ver la versión editada, que fue publicada el pasado 10 de agosto, una semana después de la decisión de la directora nacional de Sernameg de removerla por pérdida de confianza", añadió.
Su sorpresa, según explicó, fue porque "es contrario a lo publicado en vuestro medio —sin consultar la versión del Servicio— que insinúa una hipótesis de discriminación 'por parentela'".
En ese sentido, profundizó que "tal pérdida de confianza se debe no solo a tales dichos, sino a varios hechos disonantes con su inicial disposición durante el proceso de selección de Alta Dirección Pública, tal como fueron detallados por Sernameg en oficio dirigido a la comisión de DD.HH. de la Cámara de Diputados".
El Mercurio respondió a través de la misma vía, aclaró la situación y manifestó: "Tanto en la conversación inicial recogida en el borrador como en la entrevista final, Isabel Amor expresó siempre su absoluto rechazo a las violaciones a los derechos humanos y su respeto a las familias de las víctimas, así como a las resoluciones judiciales (...) "No corresponde a 'El Mercurio', sino a la autoridad política a explicar las razones de la pérdida de confianza argüida para removerla de su cargo a dos días después de asumir, cuestión que ha generado justificada inquietud pública y que no se despeja con esta carta".
La directora del Servicio Nacional de la Mujer (Sernameg), Priscilla Carrasco, aseguró luego -y en diálogo con Radio ADN- que la desvinculación de Amor fue por no informar del caso de su padre y no hacer "condena clara".
Tras toda esta seguidilla de reacciones, consejeros de la Alta Dirección Pública -que realiza la selección de profesionales para el primer y segundo nivel jerárquico de la administración-, expresaron su "preocupación" por la desvinculación.
"El Consejo hace presente que el respectivo proceso de selección, en lo que compete al Sistema de Alta Dirección Pública, ha cumplido de manera estricta con la normativa y los principios que rigen a una política pública creada para dar garantías de idoneidad y mérito en la provisión de cargos directivos", afirmaron cuatro de los cinco miembros.
Horas más tarde Orellana se volvió a pronunciar, aunque esta vez en Radio Cooperativa. Ahí la secretaria de Estado advirtió que "suena raro, pero no por raro deja de ser imposible perder la confianza tan rápido". Además, aseveró que "tenemos un borrador y efectivamente, si se decide ir por la vía judicial, vamos a exponer ese borrador en las instancias correspondientes, para mostrar que, en mi opinión y en la opinión de nuestro servicio, la mejor prueba de que los dichos ahí reflejados, entendibles para una hija, no lo son para una autoridad, y la mejor prueba de eso es que los cambió".
Este jueves Amor respondió a aquello acusando "matonaje". "La ministra dijo que si yo tomaba acciones legales, ella iba a estar obligada a mostrar el borrador. El borrador lo tiene El Mercurio, si alguien lo quiere se lo pueden pedir a El Mercurio. Yo les pregunté si es que había alguna parte en que yo relativizaba esta situación de mi padre y ellos me juran de guata que no hay nada. Así que eso a mí me parece un poco matonaje (...) Han pasado varias cosas que son matonaje", expresó en Meganoticias.
La ex directora también aseguró hoy que la despidieron "por ser hija de mi padre" y pese a que anunció que tomará acciones legales, afirmó que le hicieron "un daño" que no sabe "cuán recuperable es". "Mi nombre ha sido embarrado", indicó
Esta jornada diputados RN solicitaron a la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, y a la Dirección del Trabajo, aclarar los argumentos del despido.
Asimismo, el senador Flores se reunió con Amor y, tras ello, sostuvo que está "cada vez más convencido de que su verdad es la verdad" y solicitó al presidente Gabriel Boric "que interceda, porque aquí se está cometiendo una tremenda injusticia, una tremenda violación a los derechos no solamente de un funcionario público de excelencia, sino de una persona que en su vida ha estado defendiendo el derecho de las mujeres, el derecho de todas las personas a través del INDH, el derecho de las minorías sexuales".
