Solo quedaban las palabras del Presidente Gabriel Boric para cerrar las elecciones municipales y regionales de este fin de semana. Tras encabezar un comité político ampliado en La Moneda, el Mandatario convocó en la sede de Gobierno a las y los alcaldes del oficialismo que fueron reelegidos en los comicios. A ellos extendió un cóctel en el salón Montt Varas, posó para una fotografía oficia y a pocos minutos para la medianoche, se dirigió al país.
"Estas elecciones, por cierto, tienen de dulce y de agraz para todos los sectores. No hay ninguno que pueda atribuirse triunfos arrolladores en el global, más allá de las tremendas mayorías que han sacado algunos alcaldes y alcaldesas como en Maipú, en Renca, en Vitacura o en otras comunas del país", sostuvo, apuntando que "los pronósticos catastrofistas de uno y otro lado no se han cumplido".
Además, reparó que "durante estos días se van a decir muchas cosas, van a haber muchas interpretaciones de quién ganó y se va a hacer en función de diferentes datos, según la visión que más convenga el que lo diga. Pero desde mi perspectiva al menos, lo cierto es que en Chile conviven diferentes fuerzas políticas que tienen que aprender a entenderse para mejorar la calidad de vida de quienes nos están viendo y a quienes nos debemos".
"Yo por lo menos les digo sinceramente, estoy contento con esta elección, estoy contento con Chile, estoy contento con su resultado", afirmó.
La satisfacción del Mandatario llamó la atención, teniendo a la vista los embates que sufrieron varios cuadros oficialistas. El más emblemático fue el retorno de Chile Vamos en la alcaldía de Santiago, con la derrota de Irací Hassler (PC) contra Mario Desbordes (RN) por poco menos de 50 mil votos de diferencia. A ello se sumó el fracaso de Emilia Ríos (FA) contra Sebastián Sichel (Ind-ChV) en una contienda más reñida, con una brecha de menos de 1.500 votos.
Otro caso destacable es la imposición de Agustín Iglesias (Ind-ChV) en Independencia, cuando se esperaba el triunfo natural de Daniela Parada (FA), al ser correligionaria del alcalde administró por 12 años la comuna, y que es hoy delegado de la Región Metropolitana, Gonzalo Durán. Asimismo, en San Miguel, salió victoriosa Carol Brown (UDI) en desmedro del intento de reelección de Érika Martínez (FA)
A esto se suma el hecho de que Claudio Orrego, no logró triunfar en primera vuelta con su adversario de Chile Vamos, Francisco Orrego. Ambos candidatos a gobernador de la Región Metropolitana entraron al balotaje, en una competencia que ya se instala como un plebiscito sobre la gestión del gobierno.
Es así que el positivismo del Presidente la noche de este domingo contrastaba con los semblantes de los ministros de su comité político, que lo flanquearon durante su discurso. De hecho, cuando los presidentes de los partidos oficialistas se dispusieron a hacer una vocería respecto a las elecciones, el timonel del Partido Comunista, Lautaro Carmona, intentó eludir ese momento dirigiéndose directo a la salida. Al advertir eso, los otros dirigentes lo llamaron a que se incorporara a la tarima.
Hay que destacar que hubieron apuestas que resultaron estériles y en las que el Presidente había comprometido su capital político. Fue el caso de Hassler, a quien Boric frecuentaba dar categóricos respaldos en el marco de sus alocuciones. Así sucedió en la apertura de la fonda del parque O’Higgins del año pasado.
"Irací, compañera alcaldesa, permíteme decirte que te admiro, y lo digo de verdad, porque sé que te ha tocado duro, sé que ha habido una oposición compleja, pero cuando uno te escucha, la esperanza se renueva y cuando veo todo lo que estás haciendo por Santiago junto a tu equipo, la verdad es que me dan ganas de decir Irací por mucho más… Confiamos en ti", dijo entonces.
Debate
Sobre la lectura del Presidente, el académico de la Universidad San Sebastián, Kenneth Bunker, lo evaluó como "un poco autocomplaciente, sin embargo, entendible ¿No? O sea, el Presidente no puede salir a proclamar una derrota, de alguna forma tiene que ver lo positivo en lo hecho. Obviamente en un contexto extremadamente negativo no hay nada positivo, pero es parte del discurso, es parte de la narrativa oficial y se entiende que no es más que eso. Una estrategia política, probablemente con fines electorales, pensando que también el próximo año hay una elección importante, porque la verdad es que fue una elección desastrosa para el oficialismo, fue una elección simbólicamente mala".
"Hay muy pocas formas de sacar algún tipo de elección positiva, entonces la verdad es que se tienen que leer las palabras del Presidente como una estrategia electoral, porque no representan la realidad".
Kenneth Bunker
Ahondando en ese punto, Bunker consideró que
"lo que lo resume de mejor manera fue la derrota de Irací Hassler en Santiago Centro, donde pierde por gestión y pierde por ideas. Por una parte, porque la comuna está significativamente peor de lo que jamás estuvo antes, es más pobre, es más inseguro, es más corrupto, etc. Pero también porque el voto de los vecinos es contra las ideas de la alcaldesa que representan lo que pasó en el estallido social, el octubrismo. Entonces yo creo que eso mismo se vio a través de todo el país en una magnitud que quizás el Presidente no percibe, pero está ahí".
Además, relevó el que "haya ganado Republicanos, que esté pasando segunda vuelta en gobernadores, que haya sacado la mayor cantidad de consejeros regionales, el alto número de concejales para el sector más conservador, etc. Todo eso es una señal de castigo en contra de este gobierno y lo que ha pasado en los últimos años. Entonces, obviamente no es correcto que haya algo positivo".
"Yo creo que tampoco se cumplió la idea de que pudo haber algún candidato presidencial que saliera de esto, eso hubiese sido óptimo y no pasó. Hay muy pocas formas de sacar algún tipo de elección positiva, entonces la verdad es que se tienen que leer las palabras del Presidente como una estrategia electoral, porque no representan la realidad", cerró.
A su vez, el investigador asociado a Faro UDD, Rodrigo Pérez de Arce, indicó que "puede que su tranquilidad tenga que ver con las pésimas semanas que venían pasando el Ejecutivo y el oficialismo, que pese a perder en lugares emblemáticos, no sufre una avalancha electoral. Ahora, esa es una calma algo artificial, porque para el gobierno lo inmediato viene cuesta arriba. Tendrá que ajustar sus piezas, dejar partir a los ministros que vayan a ser candidatos y esforzarse para lograr pasar la ley de presupuestos y alguna reforma emblemática".
En tanto, el académico de la Universidad Central, Marco Moreno, destacó que "después de las elecciones, todos son ganadores y las narrativas que se buscan instalar comunicacionalmente van a esa dirección, lo que el gobierno está haciendo es mostrar algunos resultados importantes para avalar su desempeño".
"Este obviamente es un resultado bastante diferente al último ciclo electoral, pero que no es una debacle".
Nerea Palma
Con eso apuntó a "el hecho que haya recuperado Puente Alto, a pesar de que no es un candidato del oficialismo, pero sí lo que ocurrió en Valparaíso, en Viña, se plantea como triunfos de este sector político y los Presidentes difícilmente puedan reconocer y su gobierno reconocer derrotas sino que van a buscar explicaciones".
"Por eso lo que vimos en la intervención del Presidente es intentar es unir al oficialismo de cara a los desafíos electorales que van a tener en treinta días más cuando tengamos la segunda vuelta de gobernadores en once regiones donde tendrá que medirse fuerzas el oficialismo y la oposición y en donde la elección probablemente se instale como un plebiscito eh a la gestión del gobierno".
Al respecto, la académica de la Universidad Diego Portales, Nerea Palma, señaló que "considerando que encabeza el poder Ejecutivo, me parece un tono acorde, independiente a los resultados electorales del oficialismo, al Presidente de la República. Yo distinguiría entre como satisfacción y un llamado, digamos, o un tono positivo respecto de un proceso electoral en el contexto de una democracia representativa".
Dicho eso, indicó que "este obviamente es un resultado bastante diferente al último ciclo electoral, pero que no es una debacle".
En esa línea, apuntó que "se esperaba un resultado un resultado en general positivo para la oposición, pero sí es cierto que no creció todo lo que muchas personas habían esperado, incluso algunas de las, por ejemplo, alcaldías que se esperaba ganar de manera bastante holgada, o que ciertos personajes o ciertos candidatos o candidatas pudieran ganar, no lo hicieron".