Un polémico y expuesto proceso de reestructuración del equipo de la subsecretaría del Interior está llevando su titular, Luis Cordero. El otrora ministro de Justicia llegó a la partición, antes comandada por Manuel Monsalve, para resolver el terremoto que dejó la denuncia de violación y abuso sexual en su contra.
Los cables de esta trama están aún enmarañados en la subsecretaria. Al margen del imputado y la denunciante, también se ha visto involucrado el exjefe de gabinete de Monsalve, Gabriel de la Fuente, quien conoció el caso desde el 10 de octubre, y la periodista, Ilse Sepúlveda, quien dio advertencias a la víctima que la propia afectada describió como amenazantes.
También ha saltado el nombre de Camilo Araneda, actual jefe de la unidad de gestión de conflictos de la División de Gobierno Interior, dependiente de Interior, que fue a uno de los primeros funcionarios de Gobierno al que la víctima relató los hechos. El caso de Araneda ha trascendido en tanto se le sindica como un amigo del Presidente.
Pero pese al proceso de reestructuración que lleva Cordero, hay detalles que no han estado a la vista del subsecretario y que lo han llevado a actuar de forma reactiva. Así fue en la visita de Roberto Alejandro Aguín, funcionario de la subsecretaría, a Monsalve en su residencia de Viña del Mar, días después de que se haya conocido la denuncia y el aludido haya renunciado a su cargo.
Aguín, según consignó Mega Investiga -que publicó al visita-, desempeñaba la labor de "coordinación, planificación, análisis y control de gestión gabinete Subsecretaría del Interior", bajo un contrato a honorarios que le rentaba $4,5 millones mensuales.
Tras la develación de ese intercambio, la subsecretaría del Interior comunicó a Aguín que no se le renovaría contrato para el próximo año.
Otra desvinculación que se ha dado sobre la marcha, fue la que se concretó este miércoles, con el comunicado de la renuncia de la jefa de la División Jurídica del Ministerio del Interior, Luppy Aguirre Bravo. La abogada sostuvo una conversación con Monsalve el martes 13 de octubre, y ese antecedente no estaba en conocimiento de Cordero, afirman en la subsecretaría.
Cabe destacar que, a la difícil reestructuración que lleva el subsecretario, se suma su rol de vocero del caso Monsalve. Fue él quien hoy salió a abordar la prisión preventiva decretada para Monsalve y quien atendió las preguntas de la prensa. El hecho que fuera él quien afrontara la formalización y no el ministro de Justicia, Jaime Gajardo -quien detenta el cargo que suele referirse a los casos que están en sede judicial- llamó la atención.
En la subsecretaría indicaron que la vocería de Cordero se explica por su integración en el comité de crisis de La Moneda, donde también se encuentra la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD); su jefa de gabinete, Pía Mundaca; la ministra de la Segegob, Camila Vallejo (PC); el jefe de gabinete del Presidente Boric, Carlos Durán (FA); el jefe del Segundo Piso, Miguel Crispi (FA), y el encargado de la Secretaría de Comunicaciones, Pablo Paredes (FA).