Junji Morokuma, Allen Discovery Center at Tufts University
MEDFORD.- Un llamativo experimento realizado a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) generó un extraño resultado, luego que un gusano enviado a la instalación regresara a la Tierra y desarrollara dos cabezas.
El trabajo, liderado por la Tufts University, incluyó el envío de un grupo de gusanos planarias a la EEI durante cinco semanas, a bordo de un cohete de SpaceX que despegó en enero de 2015. Una vez de vuelta en la Tierra, los sujetos fueron observados durante 20 meses para estudiar su comportamiento y descubrir potenciales cambios fisiológicos o conductuales.
Los gusanos fueron elegidos por su conocida capacidad regenerativa, que les permite desarrollar una nueva cabeza cuando son amputados. Por lo mismo, parte de los organismos enviados estaban "enteros" mientras que otros fueron amputados. De manera paralela, se mantuvo un grupo de control en la Tierra en condiciones similares a las que enfrentarían las muestras en la EEI.
El resultado más llamativo fue descubierto una vez de vuelta en la Tierra, cuando los científicos notaron que uno de los gusanos enviados se regeneró mostrando dos cabezas. El efecto había sido observado, pero es extremadamente poco frecuente. "Aunque el número de muestra es bajo, la ocurrencia espontánea de un fenómeno tan inusual debería ser considerada altamente significativa en sí misma: en nuestro laboratorio, no hemos observado ocurrencias espontáneas de doble cabeza en más de 18 años de mantener colonias", escribieron los autores del estudio, liderados por Junji Morokuma. "Estimamos alrededor de 15 mil gusanos de control en los últimos 5 años, sin ningún animal de dos cabezas que haya aparecido de un fragmento de control sin tratar", agregan.
Otro detalle importante es que incluso después que las dos cabezas fueron amputadas del gusano, volvieron a desarrollarse. "Lo más destacable es la persistencia del fenotipo, que recurrió después de una segunda y tercera ronda de amputación del gusano en condiciones normales en la Tierra, revelando un cambio estable a la anatomía regenerativa del organismo", destaca el estudio publicado en la revista Regeneration. Este tipo de "persistencia" del cambio se ha observado en laboratorios, por lo que los investigadores concluyen que sólo la "reprogramación a un estado de dos cabezas habría sido inducida por el viaje al espacio".
"A medida que los humanos transitan hacia convertirse en una especie espacial, es importante deducir el impacto de los vuelos espaciales en la salud regenerativa, por el bien de la medicina y de la investigación de laboratorio en el espacio", declaró Morokuma al sitio de Tufts.
"Mientras los vuelos se vuelven más accesibles, el trabajo futuro en este y otros modelos seguramente descubrirá nuevos detalles sobre las interacciones entre campos gravitacionales y geomagnéticos y procesos en sistemas vivos", detallan los autores. "Emocionantes oportunidades para descubrimientos biomédicos abundan, no sólo en términos de aprender a mitigar factores de riesgo para humanos sino que también para el descubrimiento de mecanismos biofísicos novedosos que podrían ser explotados en la Tierra y en el espacio en el campo de la medicina regenerativa".