CALIFORNIA.- Luego de las declaraciones de Apple en las que reconoció modificar a través de software el rendimiento de sus teléfonos para evitar daños en el dispositivo, una medida que terminaba con teléfonos más lentos a menos que el usuario cambiara la batería, la compañía ahora está recibiendo demandas por parte de los usuarios.
De acuerdo a diversos reportes, clientes que tuvieron estos "problemas" con sus iPhone -una situación que afecta a la línea 6, 6S, SE y 7 por el momento- han iniciado acciones legales en contra de la firma, acusándola de tomar una decisión unilateral al momento de optar por disminuir la capacidad de los procesadores.
Cuando Apple confirmó esta situación, detalló que se trataba de una medida de seguridad para evitar que los teléfonos se apaguen repentinamente o causen problemas a los circuitos internos. Algo que se integra en las actualizaciones del sistema operativo que paulatinamente la compañía libera a sus usuarios.
Uno de los denunciantes, Stephan Bogdanovich, de California, comenta a The Guardian, que esta medida le causó "daños económicos y otros perjuicios por los que le corresponde una indemnización" por parte de Apple.
Esto se debe a que la medida de seguridad de la firma tecnológica forzaba a los usuarios a remplazar la batería por una nueva o cambiar el teléfono por un modelo más reciente, para así evitar la lentitud forzada por software, de la que los usuarios no tenían información.