MADRID.- El estudio de los dinosaurios ha intentado, constantemente, entregar las respuestas necesarias para entender cómo vivían y se desarrollaban hace más de 66 millones de años, desde sus colores y texturas hasta la capacidad de correr e incluso volar que tenían algunas especies. Ahora, un nuevo estudio -publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences- en una pequeña criatura prehistórica china podría entregar algunas claves sobre el origen del vuelo.
Se trata del Anchiornis, un pequeño dinosaurio de cuatro alas, más parecido a las aves actuales, que vivía hace unos 160 millones de años en lo que actualmente es el territorio de China. Este animal habría habitado la Tierra incluso 10 millones de años antes del Archaeopteryx, la primera ave reconocida.
Gracias al trabajo en conjunto de un equipo de investigadores del Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing, de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y la Universidad de Carolina del Sur, estas dos últimas en Estados Unidos, que logró analizar las plumas de este ejemplar y sus diferencias a nivel molecular de los especímenes fósiles más jóvenes y las aves modernas.
Este trabajo concluyó que "las plumas modernas de las aves están compuestas principalmente de beta-queratina, una proteína que también se encuentra en la piel, las garras y los picos de reptiles y aves", explica la coautora de la investigación Mary Schweitzer, académica de la U. de Carolina del Norte.
"En algún momento durante la evolución de las plumas, uno de los genes de la beta-queratina experimentó un evento de eliminación, haciendo que la proteína resultante fuera un poco más pequeña. Esta eliminación cambió la biofísica de la pluma a algo más flexible, un requisito para el vuelo. Si podemos señalar cuándo, y en qué organismos, se produjo ese evento de eliminación, comprenderemos mejor cuándo evolucionó el vuelo durante la transición de los dinosaurios a las aves", detalla la experta.
Algo que sorprendió a los investigadores, liderados por el científico asiático Yanhong Pan, es que en este pequeño dinosaurio chino no sólo se encontraron rastros de beta-queratinas, sino también alfa-queratinas, una proteína presente en todos los vertebrados terrestres, pero que en la actualidad sólo se encuentra en pequeñas cantidades en las plumas modernas.
Con esto, los expertos puede utilizar los denominados "relojes moleculares", una herramienta para establecer los puntos de referencia sobre la divergencia genética y evolutiva, lo que los llevó a determinar que las "plumas de vuelo funcionales evolucionaron hace unos 145 millones de años", aclara Schweitzer.