Las condiciones para que se genere vida en el Universo son realmente escasas, el ecosistema que se vive en la Tierra ha sido buscado por científicos durante años sin mayor éxito. Es por esto que cuando una serie de características se reúnen en un cuerpo celeste, la posibilidad ilumina a los científicos. Ahora es una de las lunas de Saturno la que se está llevando la atención.
Tras un análisis de las condiciones que se encuentran en el interior de Encelado, los científicos de la Universidad de Washington han encontrado la presencia de altas concentraciones de CO2 e hidrógeno, además de un pH más similar al terrestre de lo que se pensaba hasta ahora.
Estas condiciones, según los expertos, podrían entregar un escenario favorable para la generación de vida de la forma en que la conocemos o, con una mirada menos optimista, podría significar "que casi no hay nadie alrededor para comerlo".
El investigador principal Lucas Fifer, un estudiante de doctorado en ciencias de la Tierra y el espacio, comenta que los "chorros" de materias que expulsa Encelado -y que fueron observados por Cassini durante su investigación por las cercanías de Saturno- no son químicamente los mismos que el océano desde el que emergen a 1.200 kilómetros por hora; ya que el propio proceso de erupción cambia su composición.
Esta luna es un cuerpo rocoso de 500 kilómetros de ancho y cuenta con un océano subsuperficial salado con una importante similitud en pH, salinidad y temperatura con los océanos de la Tierra.
Entre las próximas misiones de investigación de la NASA dentro del Sistema Solar dentro del programa New Horizons se encuentra la posibilidad de visitar Encelado y Titán -otra de las lunas que podría tener condiciones aptas para la vida como la conocemos-, sin embargo, la agencia espacial aún no ha confirmado esta exploración.