La cumbre del clima de Madrid concluyó este domingo con un llamado a aumentar la ambición climática en 2020 y cumplir el Acuerdo de París, que compromete a los países a evitar que la temperatura del planeta suba este siglo por encima de 1,5 grados.
Sin embargo, no logró un acuerdo para regular los mercados de carbono que se indican en el artículo 6 del Acuerdo de París, y así ordenar el comercio de los derechos de emisión en un sistema único para todo el mundo, y se ha pospuesto para la próxima conferencia, que se celebrará en Glasgow.
La firma del documento llegó dos días después de la jornada prevista para el cierre, en un tiempo de descuento que convirtió a la cita de Madrid en la
Conferencia del Clima más larga de la historia. Asimismo, había sido la que más rápido se organizó, porque España asumió el desafío después de que Chile resolviera no organizarla, decisión adoptada en medio de la crisis.
No dejó satisfechos
La presidenta de la Conferencia y ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt, se mostró insatisfecha por el resultado, a pesar de que "hemos puesto corazón y esfuerzo por buscar acuerdos".
En su discurso, la titular de la cartera lamentó que no se haya podido cerrar el artículo 6 "para implementar un mercado de carbono robusto, con integridad ambiental, enfocado en generar recursos para transitar hacia un desarrollo sustentable, basado en bajas emisiones y resiliente al clima".
Este artículo
es el que define el mecanismo de mercado para la acción climática y, además, crea un mercado de carbono. En septiembre, la ministra dijo a
Emol que consideraba como "fundamental" su aplicación, ya que "
es el único de todo el Acuerdo de París que establece la participación de los privados en la acción climática".
Son tres los puntos los que generan el debate del artículo. Uno de ellos versa sobre el permiso a las naciones que tengan proyectos desarrollados por privados para que se enfoquen en la absorción de gases invernaderos.
El otro se refiere a que no puede haber una doble contabilidad de los países cuando se venden bonos y el último hace mención a los planes que se hicieron con las medidas adoptadas en el Protocolo de Kyoto, del cual se puso fin en la COP21 de 2015.
La decepción ha sido total por no llegar a acuerdo. El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que "la comunidad internacional perdió una oportunidad importante de mostrar una mayor ambición en mitigación, adaptación y finanzas para afrontar la crisis climática".
El fondo verde amplía sus objetivos
El documento final que se aprobó, denominado "Chile-Madrid. Tiempo de Actuar", establece que los países deberán presentar en 2020 unos compromisos más ambiciosos de reducción de emisiones (las llamadas Contribuciones Nacionales Determinadas) para hacer frente a la emergencia climática.
El conocimiento científico será, de acuerdo con este texto, el eje principal que debe orientar las decisiones climáticas de los países para aumentar su ambición. Además, los participantes acordaron dar directrices al Fondo Verde de ayuda al desarrollo para que amplíe su ámbito de financiación y que, además de dirigirse a mitigación y adaptación, destine por primera vez recursos para pérdidas y daños que sufren los países más vulnerables a causa del cambio climático.
Aunque se han logrado algunos avances,
la futura regulación de los mercados de carbono se ha pospuesto para la próxima Conferencia, ya que no se han logrado salvar los
dos escollos principales: uno, el referido a la doble contabilidad que algunos países quieren evitar; y, otro, el relativo a la transición de los remanentes de derechos de emisiones que algunos Estados conservan del Protocolo de Kioto y que pretenden mantener en la transición al Acuerdo de París.