Significa crema cocida y forma parte de ese grupo de recetas maravillosas proveniente de la región del Piamonte en Italia.
Su sencillez radical es fácilmente equilibrada por su versatilidad; las combinaciones son innumerables. Su sabor neutro y característico le permite usarse en comunión con muchos otros productos. Originariamente era servida solamente con alguna fruta fresca o alguna salsa dulce de vino.
Ideal para estos días venideros donde su cremoso sabor nos recuerda esas preparaciones nuestras de esta época del año.
Definitivamente recomiendo, por qué no, hacer una panacota de cola de mono. Hay que reducir sí el agua ardiente a una cantidad pequeñísima, más que nada para que aporte su sabor característico.
Luego de este año removido, trágico e histórico para nosotros los chilenos. Porque hay que reconocer que mas allá del bicentenario éste no ha sido un año promedio. Qué mejor final que uno dulce y cremoso. Les invito a probar este postre para cerrar un año complicado con dulzor y cremosidad.
Daniel Galaz, chef ejecutivo del
restorán OX.
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