“Me parece fundamental tener una actitud lúdica y juguetona con la vida, en la que la coquetería, la sensualidad y el encanto estén presentes”, afirma la psicóloga Nina Bascou.
Es que tomarse la vida demasiado en serio es un mal de estos tiempos. Por eso, dice que reírse y disfrutar del encanto personal y el de otros, es parte de vivir la vida de una manera más amable y amorosa.
“El flirtear es más bien una actitud, ligada a un estado interior de espontaneidad, sana autoestima, pasión, goce y libertad. Todo lo contrario a una ‘máscara’ de femme fatale, que muchas veces cae en la exageración y ridiculez”, afirma.
Porque el hacerlo, explica, despertaría a la diosa interna personal y se entendería el papel que juega la sexualidad en el poder femenino. Y no se trata de ser light ni menospreciar nuestros atributos intelectuales, al contrario, sino de encontrar la medida justa para desarrollar aquello que nos hace diferentes y únicas.
Pero también es una herramienta fundamental de comunicación, de acuerdo a lo que plantea la psicóloga Viviana Puebla.
“Y para ambos sexos, pero en las mujeres es fundamental para reconectarnos con nuestra femineidad, que es en esencia sensual y busca el disfrute sexual”, complementa.
Es decir, permite un feedback único que promueve la capacidad de mirarse, sentirse para luego, tomar las medidas necesarias para conservar la identidad y permitirse el goce.
“Es también una habilidad que logra expresar nuestras emociones a nivel sexual, por eso es necesario aprender a darle vida la voz de la conquista femenina y la seguridad interior, que se verá reflejada en la calidad de la energía que mantengamos en nuestras relaciones”, declara Puebla.
Poder personal
El objetivo de la vida debiera ser el disfrutar cada momento del día y desarrollar el convencimiento del “yo me merezco”. Entonces si me persuado con que “soy linda”, “atractiva”, “deseable” y “poderosa”, no habrá obstáculo que se interponga para alcanzar mis metas o desafíos. Porque más allá de ligar, el poder personal tiene que ver con saber que puedo conquistar todo aquello que me propongo. Pero además, tiene que ver con estar conectado con todo lo que me da placer y buscarlo.
“Es un poder que activa una cierta energía en nosotros mismos, una especie de magnetismo, que nos vuelve atractivas frente a otros cuando está despierta”, añade la psicóloga Bascou (ninabascoub@gmail.com).
En ese sentido, el coquetear sería algo así como permitirse la pasión tanto sexual como espiritual por la vida. “Si estoy en la energía del coqueteo, comienzo a vivir en una especie de danza con los otros, a través de la cual me voy conectando positivamente”, alienta.
De lo contrario, se iría apagando el “fuego” interno, que ya está en peligro de extinción con las responsabilidades, obligaciones, y los prejuicios de que “ser coqueta” es solo de mujeres fáciles.
Por lo tanto, el llamado es a ser conscientes de que siempre estamos sintiendo algo de misterio por el sexo contrario, curiosidad, atracción, interés, miedo, adrenalina, deseo. Más si estoy soltera y quiero dejar de estarlo. “Si no estimulamos y asumimos una de las cualidades mas inherentes a nuestro ser… nos robotizamos y perdemos contacto con nuestra vitalidad”, opina.
Estilo propio
Por lo tanto, flirtear con alguien que nos atrae es una manera de mantener encender el fuego vivo del deseo, que nos hace sentirnos viva y abiertas al amor.
“Algunas tendrán un estilo sutil y delicado, otras, serán más instintivos y fieros en sus comportamientos de conquista… Gracias a Dios, cada vez va quedando más atrás ese prejuicio de que las mujeres sensuales o sexys son ‘fáciles’”, reflexiona Nina Bascou.
Por eso, lo importante es conocer y respetar nuestra forma personal y única de seducir y conectar al propio encanto interior ya que tampoco todas las mujeres son por naturaleza unas leonas. No hay que olvidar, recuerda la psicóloga, que nuestro cuerpo fue diseñado para sentir, tanto placer como dolor.
De ahí la importancia de estar sanos de mente y corazón, y dar mucho placer a nuestro cuerpo. “Mimarlo con masajes, regaloneos, alimentación sana, buen sexo, conexión a la naturaleza. De esa forma atenuamos y suavizamos las experiencias de dolor, enfermedad y desequilibrio que también aparecerán en nuestra vida”, recomienda Bascou.
¿Cómo flirtear sin caer en excesos? La idea de retomar el coqueteo es abrir una ventana al amor, ya que es fundamental en la primera etapa de conquista.
“Nuestros encantos son el imán o la invitación que hacemos a otros a que nos conozcan, nos vean, nos descubran. Una persona cerrada, negativa, que no se valora, aunque tenga una figura de modelo, muy luego perderá atractivo frente a los demás, ya que no propiciará el encuentro humano, que es lo que finalmente todos anhelamos”, explica la psicóloga Nina Bascou.
Para practicarlo, la especialista aconseja partir con el coqueteo con uno mismo. Mirarse al espejo y observar los propios encantos, decirse palabras amorosas a uno mismo. Piropearse, como un sano ejercicio de narcisismo o vanidad.
“Esto nos permitirá entablar una relación más amorosa con otros y con la vida. Aconseja también profundizar y detenerse a conocer cuáles son aquellas actividades, hobbys, colores, platos de comida, libros… todo aquello que nos gusta… y darnos a nosotros mismos ‘eso’ que nos gusta, dentro de unos límites éticos saludables, por cierto”, resume.
Más consejos
La psicóloga Viviana Puebla, especialista en temas de autoestima, poder y relaciones personales, sintetiza el arte de la conquista en 5 puntos.
1.- Ser fiel a ti misma y conocer tus propios límites: Emprende la jornada hacia tu mundo interior, escucha lo que quieres y necesitas de una relación y cómo puedes mostrarlo en el encuentro con el otro sexo.
2.- Reconectarse con el poder personal y la expresión de lo femenino: Mantén tu autenticidad y crea tu propio estilo.
3.- Explora las opciones que se presentan: Ábrete a la posibilidad de disfrutar de distintos encuentros y coqueteos sin invocar la exclusividad hasta que se pueda plantear dentro de común acuerdo.
4.- Expande tu energía personal positiva: Vive la experiencia y ocupa los retornos de lo que te pasa en la relación para mejorar tu autoestima buscando las herramientas adecuadas.
5.- Exprésate: Desarrolla las habilidades de inteligencia emocional que te permitan comunicarte con el otro sexo “entendiendo” su propia visión del desarrollo de las relaciones.