"Voy a seguir viviendo en Chile. Ahora tengo esa convicción más que nunca", dice el arquitecto a la revista "Sábado".
El Mercurio
SANTIAGO.- "Cuando me lo dijeron no pude hablar, fue pura emoción, estaba con un nudo en la garganta, con los ojos llorosos". Así revive Alejandro Aravena el momento exacto en que le anunciaron que había
ganado el Premio Pritzker 2016, conocido internacionalmente como "el Nobel de la arquitectura".
Aravena cuenta a revista
"Sábado" sus orígenes, la relación con su familia y la importancia que le da a las cosas simples. Además, muestra los distintos caminos que siguió en su carrera, desde su paso por Venecia y Harvard hasta la creación de su estudio Elemental.
Su cambio de pensamiento, durante el paso por la Universidad de Venecia y una visita al Partenón de Grecia, donde encontró errores en la edificación, hicieron que el arquitecto encontrara sentido a lo imperfecto. Justamente esa filosofía buscó aplicarla en el país.
"¿En qué transformé eso yo acá en Chile? En entender que muchas veces las cosas simplemente no pueden hacerse perfectas, aunque quieras, por lo que puedes hacer del 'error' un principio de vitalidad, a propósito", dice el galardonado arquitecto.
Fue profesor de Harvard por cinco años y fue allí donde decidió comenzar a trabajar con la escasez. Aravena asegura que su proyecto de viviendas de emergencias para situaciones de desastres fue todo un éxito: "Se inscribieron los mejores porque sintieron que había un desafío y la escuela completa se volcó a estar atentos a las catástrofes". Posterior a esto decide crear, junto a Andrés Iacobelli, Elemental.
Entre las obras destacadas de Alejandro Aravena están las más de 2.500 viviendas sociales realizadas a través de Do Tank Elemental y el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini en el campus San Joaquín.
El Premio Pritzker 2016
Aravena dice que lo llamaron un sábado, con la suerte de que contestó el teléfono, ya que nunca lo hace los fines de semana. La emoción lo envolvió tras conocer la noticia: "Imagínate cuánto te puede cambiar la vida después de un premio como este. Supongo que todos los proyectos que tenía en carpeta y nadie quería financiar, pueden tener una segunda oportunidad".
El arquitecto asegura que, aunque el premio es para él, el galardón va a "ser jugado" por los miembros de Elemental. Recordemos que esta condecoración considera un monto de 100 mil dólares.
Aravena es el primer chileno que recibe el "Nobel de la arquitectura" y el tercero en Sudamérica. Gracias a este reconocimiento, el fundador de Elemental confirma sus ganas de quedarse en el país: Voy a seguir viviendo en Chile. Ahora tengo esas convicción más que nunca".
