SANTIAGO.- Se supone que Nadia, de 11 años, tenía tricotiodistrofia; una rarísima enfermedad genética y que se caracteriza por una baja de azufre en los tejidos, y que puede conllevar a la resequedad en la piel, extrema fragilidad del cabello y discapacidad cognitiva.
Para el padre de esta niña española, Fernando Blanco, el tema era mortal. Tanto así, que desde el año 2008 venía recaudando dinero para los tratamientos de la niña, y gracias a un reportaje sobre su caso publicado en noviembre pasado, su historia conmovió a la opinión pública española.
Tanto Blanco como Marga Garau, la madre de Nadia, señalaron que llevaban años gastando millones de euros en la salud de la niña, que habían viajado a Afganistán, esquivando bombas y balas por un tratamiento con un gurú de la medicina e incluso, Al Gore había sido objetivo de sus súplicas, buscando desesperadamente ayuda: si Nadia no era operada en menos de un año, moriría.
Los medios de comunicación se abalanzaron sobre la familia, esperando un relato y ojalá, ayudar a la causa para que Nadia viviera. Y así, de programa en programa, Blanco fue relatando su historia y de paso, recaudando dinero. Mucho dinero: 916.000 euros, según la agencia AFP.
Pero al mes siguiente, las dudas sobre él eran enormes. Sus vecinos comentaron que arrendaban una costosa casa en un pueblo de Cataluña, que tenían autos caros y a su vez, la prensa, alertada, comenzó a desbaratar la serie de mentiras que Blanco dijo para pedir donaciones destinadas a un supuesto tratamiento milagroso que podía salvar la vida de su hija en un hospital de Houston (Estados Unidos).
Según dos periódicos españoles, dicho hospital no existía, el presunto tratamiento innovador tampoco y el gran especialista en genética que lo había ideado, un tal Ed Brown vinculado a la NASA, no aparecía en ningún registro.
Tampoco había pruebas de los supuestos viajes del padre y la niña, visitando especialistas en todo el mundo, desde Cuba hasta India e incluso en una cueva de Afganistán donde residía el supuesto gurú de la genética.
Y cuando la policía llegó al hogar de la familia, constató que de los 916.000 euros, 600.000 se gastaron en fines personales. El resto seguía en el banco.
Mientras, la madre, tratando de apaciguar la masiva furia contra su pareja, llamó a un programa de televisión pidiendo perdón por lo sucedido. "Espero que Fernando lo pueda demostrar todo. Yo confío en él. Lo hemos hecho mal sí; se ha exagerado el tema de los viajes, pero estafadores no somos. La niña está enferma y no hemos cogido el dinero de nadie ni hemos utilizado a la niña para medrar", dijo la mujer, a quien se le suspendió la custodia de Nadia.
Por su parte, Blanco, cumple con prisión preventiva desde diciembre pasado, acusado de estafa. Tras llevárselo detenido, en su casa se encontraron numerosos relojes de lujo, celulares y dispositivos electrónicos de alta gama además de estas unas fotografías de Nadia, que esta semana vuelven a escandalizar.
Un nuevo giro del caso: Sospecha de pornografía infantil
En un comunicado dado a conocer este martes, el juez encargado del caso anunció que la policía halló en la casa de la familia fotografías de la pequeña desnuda y citó a declarar a sus dos progenitores.
Los archivos encontrados podrían ser constitutivos "de delitos de elaboración y tenencia de pornografía infantil, así como de exhibicionismo y provocación sexual", señaló.
El juez autorizó el registro de una veintena de dispositivos de memoria y otros dispositivos informáticos de la familia en busca de otras imágenes sospechosas.
Según medios españoles, Nadia se encuentra actualmente bajo la tutela de un familiar materno en Mallorca.