Bradley tenía solo 18 meses cuando fue diagnosticado con neuroblastoma.
Facebook Bradley lowery's fight against neuroblastoma
SANTIAGO.- “Me gustaría mostrarles que a pesar del dolor que siente y de que está atravesando un momento muy duro, aún mantiene una hermosa sonrisa”, escribía Gemma, la mamá de Bradley Lowery, en redes sociales, para mostrar cómo, pese a estar en la fase terminal de una dura enfermedad, su pequeño hijo de 6 años mantiene la dulzura que lo ha caracterizado y que ha enamorado a miles en su país.
Bradley –de Blackhall Colliery, un pueblo al noreste de Inglaterra-
tenía solo 18 meses cuando fue diagnosticado con neuroblastoma, un tipo de cáncer que generalmente afecta a menores de 5 años, luego de ser hallado un tumor en uno de sus riñones, y que se expandió rápidamente por otros órganos de su cuerpo.
Pese a la gravedad de su caso, el niño pareció superar la enfermedad, pero esta regresó de forma agresiva en julio del año pasado, lo que motivó a la familia a hacer conocido el caso de Bradley para recaudar dinero y barajar la opción de someterlo a un tratamiento en Estados Unidos. Sin embargo,
los médicos revelaron que el cáncer del niño ya estaba en su etapa terminal y que buscar opciones médicas solo aplazaría lo inevitable.
Había llegado el minuto de aceptar lo peor, preocuparse solo de aliviar su dolor y hacer del último tiempo de vida de Bradley el más feliz.
Hincha apasionado del Sunderland AFC, su ídolo deportivo, el delantero Jermain Defoe, ha sido su fiel camarada, invitándolo a partidos de fútbol y visitándolo en el hospital cuando la salud de Bradley empeora. Igualmente, otros equipos de fútbol han celebrado la presencia del niño en los encuentros en los que se enfrentan al Sunderland y han donado dinero para la fundación creada por la familia del menor, que nació en un comienzo para buscar ayuda en Estados Unidos, pero que hoy se dedica a apoyar a otros niños que sufren de neuroblastoma.
En enero pasado, Bradley se ganó incluso el premio al mejor gol del mes en su país, luego de aparecer en un partido entre el Sunderland y el Chelsea y anotar un punto simbólico para el equipo de sus amores.
La madre asegura: “La vida es cruel e injusta”
El 17 de mayo, Bradley cumplió seis años. Su familia tenía previsto un viaje a Disney para celebrar lo que podría ser la última fiesta del niño, pero debieron suspender los preparativos porque, tal como ha compartido Gemma en Facebook, “las cosas han avanzado muy rápido”, y la salud de su hijo ha ido empeorando.
Sin embargo, lograron celebrarle su cumpleaños en una fiesta días después, contando con la presencia de 250 invitados, entre ellos, su amigo Jermain Defoe y del arquero del Sunderland, Vito Mannone. La celebración se hizo en un parque de diversiones y tuvo incluso fuegos artificiales.
La alegría se vio algo nublada el domingo pasado por los rumores malintencionados que surgieron en redes sociales, y que daban por muerto al niño, teniendo que salir amigos de la familia a desmentir una mentira que se había hecho viral.
Con todo lo que ha visto atravesar a Bradley, Gemma no ha dudado en decir que “la vida es cruel e injusta”, pero dada la situación actual, prefiere sacar fuerzas de flaqueza y crear para su hijo tantos recuerdos felices como sea posible. “La gente sigue preguntándonos cuánto le queda de vida. No puedo responder, ya que no sabemos. Todo lo que sabemos es que no mucho”, asegura la mujer.
