Rivas había denunciado a Arcuri por malos tratos en 2009, cuando ambos vivían en España.
AFP
GRANADA.- Juana Rivas, la mujer española que incumplió hace más de un mes la orden dada por un juez de entregar a sus dos hijos a su ex pareja, el italiano Francesco Arcuri, dejó hoy a los menores en la Comandancia de la Guardia Civil de Granada, horas antes del plazo fijado por la jueza María Ángeles Jiménez.
Rivas, que fue detenida el pasado martes y puesta en libertad provisional, incumplió hace más de un mes la orden judicial de entregar a sus dos hijos de 3 y 11 años a su padre, que reside en Italia y al que acusa de malos tratos.
Por otro lado, los tribunales investigan a Rivas por los delitos de sustracción de menores (denuncia interpuesta por Arcuri) y desobediencia a la justicia, ya que la mujer ya incumplió una orden judicial similar el 26 de julio, momento en el que no se presentó a comparecer y decidió huir.
Finalmente, esta española, vecina de la localidad granadina de Maracena, se entregó a la justicia el 22 de agosto, aunque posteriormente fue puesta en libertad.
Rivas se había negado hasta a hora a entregar a los niños a Arcuri pese a las decisiones judiciales y pidió amparo al Tribunal Constitucional de España, aunque este órgano no admitió su recurso al alegar que presentó la demanda fuera de plazo.
Previamente, Rivas había denunciado a Arcuri por malos tratos en 2009, cuando ambos vivían en España, y el hombre fue condenado a tres meses de prisión, pena que no cumplió.
Entonces, la pareja ya tenía un hijo, que ahora tiene once años, y, tras un tiempo de separación, volvieron a estar juntos, tuvieron otro hijo -ahora de tres años- y residieron en la pequeña isla italiana de Carloforte.
El año pasado, la mujer regresó a España con los niños y presentó en un juzgado español una nueva denuncia por malos tratos contra su ex pareja, la que tardó un año solo en ser traducida al italiano y que todavía no ha sido tramitada.
En torno a Juana Rivas se ha organizado en España un movimiento de solidaridad; sin embargo, ha perdido todas las iniciativas ante los tribunales españoles.
Según ha señalado la justicia, la no entrega de los menores impedía que se les pudiera escuchar sus requerimientos y necesidades. Por otro lado, se temía la “alienación parental” que pudiese provocar el “secuestro” en los niños.
Arcuri llegó pasado el mediodía a buscar a sus hijos.